El Partido Popular y Vox están condenados a entenderse, al menos en lo que al ámbito regional se refiere. Y es que, estas dos formaciones de la derecha han completado un cambio de signo político en muchas de las comunidades autónomas en las últimas elecciones. Si este panorama es una radiografía del pensamiento actual en España, los resultados de las elecciones generales podrían ir también en esta línea. De hecho, las encuestas publicadas sobre el 23J después del 28M dibujan un panorama en el que el PP necesitará a Vox para gobernar. Por ello, cabe plantearse cuáles son las políticas sanitarias en las que ambos partidos coinciden y también en aquello en lo que no se ponen de acuerdo.
El primero de sus puntos de connivencia, aunque por motivos diferentes, sería la derogación de la acutal Ley Trans. Esta ley, impulsada por el Ministerio de Igualdad, en manos de Irene Montero (Podemos), fue aprobada de manera definitiva en el Congreso de los Diputados el pasado mes de febrero. Según su texto, la norma reconoce la voluntad de cada persona como único requisito para cambiar de sexo en el registro a partir de los 16 años, y hace que se despatologice el proceso. Tanto PP como Vox votaron en contra de la misma y tras su aprobación, han acudido al Constitucional.
Vox, que considera esta ley “una amenaza para mujeres y niños”, en palabras de su líder Santiago Abascal, recurrió al tribunal por algunos puntos de la norma y aseguraba que se trata de una ley ideológica. El TC ha admitido a trámite recientemente este recurso, aunque aún habrá que esperar para ver cuál es la resolución final. Por su parte, el Partido Popular, ya piensa en la derogación de la ley si llega al gobierno tras el 23J. "La ley trans la voy a derogar", dijo concretamente Alberto Núñez Feijoó. Según sus palabras, ésta "atenta contra los menores, atenta con la tutela y la guardia potestad de los padres, contra el sentido común. Atenta contra los colectivos feministas, contra los médicos, y contra el más elemental sentido y es que es mucho más fácil cambiarse legalmente de sexo que aprobar la selectividad, o que sacarse el carnet de conducir. Desde el punto de vista legal simplemente hay que ir al registro civil y plantearlo". Por tanto, el PP plantea su derogación como VOX, pero promete aprobar otra "basada en el sentido común".
El primero de los puntos de connivencia entre el Partido Popular y Vox sería la derogación de la Ley Trans
A ambos partidos les une también la lucha contra la Ley de Eutanasia, que se aprobaba en el año 2021. En este caso tanto PP como Vox presentaron recursos de inconstitucionalidad al Tribunal Constitucional que fueron admitidos a trámite. Las formaciones sostenían que la ley era contraria al derecho a la vida y a la dignidad de la persona pero, finalmente, el TC determinó que "el derecho de autodeterminación de la persona" no era contrario al derecho a la vida y que la protección de la vida no podía estar desconectada de la voluntad de cada persona. No obstante, pese a ser una ley plenamente constitucional, Feijoó también se ha mostrado partidario de modificarla.
Concretamente, el líder popular no ha hablado en esta ocasión de derogación pero sí parece estar a favor de su modificación. "La tendremos que ver y, en su caso, ajustar", declaró. En este sentido, y si el Partido Popular llega al gobierno, la modificación o no de la ley dependerá de la opinión de las comisiones de bioética y de los expertos.
LEY DEL ABORTO: DONDE HAY MÁS DIFERENCIAS
Finalmente, tanto PP como Vox se han mostrado también en contra de la Ley del Aborto. Los dos partidos quisieron presentar sus vetos al proyecto de ley por el que se modificaba la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Pese a ello, la Comisión de Igualdad en el Senado los rechazó. Tras ello, Feijoó se pronunció asegurando su apoyo "a las mujeres en sus procesos de maternidad, sin coaccionar a quien quiera interrumpir su embarazo de acuerdo a la legislación vigente en nuestro país”.
A ambos partidos les une también la lucha contra la Ley de Eutanasia, que se aprobaba en el año 2021
En cualquier caso, Feijoó aseguró que, en su partido, "no estamos de acuerdo en cómo trata el Gobierno a los médicos objetores de conciencia así como no estamos de acuerdo en que no haya un periodo mínimo de reflexión antes de pedir la interrupción del embarazo". Igualmente, destacaba que no consideraba el aborto como un derecho fundamental "porque no está recogido así en la Convención de Derechos Humanos", pero avala "los criterios legales de nuestro país". Sin embargo, pese a no estar de acuerdo, Feijóo se comprometió a no tocar la actual ley de plazos aprobada en el Congreso.
Vox, por su parte, presentó un PNL para derogar la ley y pedía ofrecer “para las mujeres gestantes que lo soliciten”, asistencia psicológica gratuita y la posibilidad de escuchar el latido del feto y el acceso a ecografías 4D. Además, solicitaba también que se garantice “el derecho fundamental a la objeción de conciencia de los profesionales que participen en la realización del aborto”.
Pese a que las elecciones aún no se han producido y todavía no está claro cuál será el destino del gobierno en España, sí podemos ver algunos ejemplos de las comunidades en las que PP y Vox gobiernan cómo han gestionado el tema del aborto. Es el caso del Gobierno de Castilla y León donde la Consejería de Sanidad aprobó medidas sanitarias "relacionadas con el fomento a la natalidad y el apoyo a las familias" donde se recogía la asistencia y la posibilidad de escuchar el feto así como el acceso a las ecografías 4D. La posición del Gobierno de Castilla y León llevó al Gobierno de España a enviar un requerimiento para que se cumpliera la ley del aborto para defender "la libertad de las mujeres y su derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo en los términos establecidos".