En poco menos de un mes la ONU celebrará su Conferencia sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29). Un importante cita, pues en ella se determinan las acciones que impactarán directamente en la salud pública. Es por ello que el Parlamento Europeo ya ha aprobado las medidas que llevará a esta reunión, y que incluyen, por ejemplo, la fijación de precios de carbono para todo el mundo o la eliminación de las ayudas a los combustibles fósiles.
Concretamente, ha sido la Comisión de Salud Pública (ENVI) la que adoptaba, a última hora de este lunes, estas demandas con 54 votos a favor, 23 en contra y cuatro abstenciones. Esta resolución, además, "insta a todos los países a acordar en la COP29 un nuevo objetivo colectivo sobre financiación climática para después de 2025", según se ha explicado desde ENVI.
Una de sus grandes peticiones es la de eliminar gradualmente los combustibles fósiles y las ayudas públicas que reciben de los países. "La reducción de las emisiones de carbono negro aumenta la calidad del aire y proporciona beneficios para la salud", explican. No en vano, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) asegura que al menos 238.000 personas fallecieron prematuramente en la Unión Europea en 2020 debido a la exposición a la contaminación del aire y a las partículas finas.
La reducción de las emisiones de carbono negro aumenta la calidad del aire y proporciona beneficios para la salud
De esta manera, el texto aprobado este lunes subraya que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es "necesaria y tecnológicamente factible". Por ello, los eurodiputados instan a todos los países a "eliminar también todos los subsidios directos e indirectos a los combustibles fósiles lo antes posible y reasignar estos recursos a la acción climática", se incide.
La segunda de las grandes peticiones de la comisión de salud pública de la Eurocámara se centra en adoptar mecanismos de fijación de precios del carbono en todo el mundo. Actualmente esta tarificación del carbono sólo cubre el 24% de todas las emisiones, lo que, a ojos del PE, "es una cifra demasiado baja" para cumplir con los objetivos del clima que se han fijado en la Unión Europea.
Por otro lado, además de estas dos grandes iniciativas que tienen que ver con la contaminación de los combustibles, el reglamento también pide que se asienten otras normativas relativas a combatir la contaminación del agua, los productos químicos y los plásticos, así como para reducir las emisiones de metano y las emisiones del transporte marítimo, la aviación y la agricultura internacionales.
El reglamento también pide que se asienten otras normativas relativas a combatir la contaminación del agua, los productos químicos y los plásticos
Al respecto de los químicos, la Unión Europea propone que se lleven a cabo más medidas para abordar las llamadas "sustancias químicas permanentes", como pueden ser los perfluoroalquilos y polifluoroalquilos (los PFAS).
Y es que, según datos de la Agencia Europea para el Medioambiente (EEA), la exposición de los humanos a estas sustancias “consideradas de moderadas a altamente tóxicas” se ha asociado a mayores niveles de colesterol, bajo peso al nacer, efectos en el sistema inmunitario, desarrollo de tumores como cáncer de testículos, de riñones, y perturbación de la hormona tiroidea. Es por ello que entidades como la Sociedad Europea de Neumología apoyan su prohibición.
Finalmente, y más allá de mitigar el impacto del cambio climático en la salud, desde ENVI también se han dado algunas claves de adaptación a las nuevas realidades. En este sentido, se insta a promover sistemas sanitarios resilientes al clima para reducir en la medida de lo posible la morbilidad y la mortalidad relacionada con el cambio climático, especialmente en las comunidades más vulnerables.