La fijación de precios de los medicamentos y su llegada al sistema sanitario se ha convertido estos últimos días en protagonista de la actualidad sanitaria de nuestro país, que se encuentra a la espera de una nueva estrategia farmacéutica, de la que poco a poco se van conociendo novedades. Este aspecto que toca de cerca a España, también es trascendental para nuestros vecinos europeos. Muchos países están demandando más transparencia a las empresas a la hora de poner precio a los fármacos que desarrollan.
Al mismo tiempo, existen también barreras entre los propios países a la hora de compartir información sobre precios de medicamentos. Ante este contexto, la OCDE ha dado a conocer este miércoles sus nuevos datos al respecto de la disposición que tienen los países para compartir esta información.
Así, la entidad ha evaluado la voluntad, las expectativas y los motivos de los gobiernos para compartir o no información sobre precios de medicamentos. Como principal hallazgo, existe un gran interés colectivo en que haya una mayor transparencia, pero no se ha definido con precisión qué se puede y se debe hacer más transparente.
Existe un gran interés colectivo en que haya una mayor transparencia
Concretamente, la OCDE ha realizado una encuesta a 43 países miembros de la OCDE y la UE para comprender mejor sus necesidades, expectativas y disposición a compartir información sobre precios netos de medicamentos, y concluye que hasta 20 de ellos exigen la publicación de una lista de precios, aunque muchos tienen limitaciones legales y de contratos que les impiden compartir esa información.
No en vano, las negociaciones con proveedores y fabricantes a veces exigen la confidencialidad de la información sobre precios. Esto ocurre más frecuentemente cuando se trata de ciertos medicamentos, como los patentados, los medicamentos huérfanos y para enfermedades raras, o los de terapia avanzada. “Este panorama actual plantea importantes obstáculos”, alerta la entidad, por lo que insta a llevar a cabo medidas políticas o legislativas que eliminen estas barreras.
Una solución que para algunos países pasaría por crear una red cerrada en la que compartir estos datos. Pese a ello, algunos territorios temen las consecuencias de divulgar esta información. Por ejemplo, existe incertidumbre sobre si afectaría a los niveles generales de precios, el acceso a los medicamentos y la complejidad de las negociaciones entre países y fabricantes.
Una solución que algunos países se plantean pasaría por crear una red cerrada en la que compartir estos datos
Si bien muchos de los países plantean estas dudas, sí que encontramos ejemplos distintos. Tal y como explica el organismo europeo, cuatro países no prevén ningún tipo de impacto por la divulgación de información. Se trata de un número notablemente inferior al de países que sí contemplan alguna consecuencia en este sentido.
En cualquier caso, hasta 18 países estarían dispuestos a participar en un mecanismo piloto para compartir información sobre precios netos con otros países. No obstante, no hay un acuerdo unánime sobre las condiciones de este mecanismo. La entidad explica que algunos países proponen una red cerrada entre autoridades de cada país y otros prefieren un mecanismo de intercambio de datos confidenciales y anónimos que administre un tercero.
Tal y como vemos en el estudio, muchos países estarían interesados en conocer estos datos para mejorar las negociaciones de precios o para llevar a cabo iniciativas de compras conjuntas. En definitiva, “un número significativo de países de la OCDE desearía compartir información sobre los precios netos de los productos farmacéuticos con otros países, y preferiría hacerlo en una red cerrada”. Sin embargo, “para lograr este objetivo se necesitarían ajustes legislativos y contractuales en varios países”.