El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos ha anunciado una inversión de 290 millones de dólares para garantizar el abastecimiento del medicamento Nplate, aprobado para el tratamiento de trastornos sanguíneos relacionados con la el síndrome de radiación aguda (ARS, por sus siglas en inglés) en niños y en adultos.
El ARS se produce cuando nuestro organismo se expone a una elevada dosis de radiación capaz de “alcanzar los órganos internos en cuestión de segundos”, tal y como ha explicado el referido Departamento a través de un comunicado.
Las lesiones causadas por esta enfermedad provocan síntomas como problemas de coagulación por recuentos bajos de plaquetas, lo que puede llegar a traducirse en hemorragias incontrolables y potencialmente mortales.
La Casa Blanca se está tomando estas amenazas en serio, mientras los países fronterizos con Ucrania, como Polonia, habrían comenzado supuestamente a distribuir pastillas de yodo en respuesta a los bombardeos efectuados en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporiyia
Este fármaco también ha sido aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento en niños y adultos de la trombocitopenia inmunitaria, enfermedad que también provoca en los pacientes que la sufren recuentos bajos de plaquetas.
Las autoridades estadounidenses no han aclarado en el comunicado emitido las razones por las que la Administración Biden ha decidido ahora garantizar el abastecimiento del país de este fármaco. La respuesta puede hallarse en la escalada de las tensiones entre Rusia y Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin ha vuelto a reiterar en sus últimas apariciones públicas que nada le frenará para lograr sus objetivos en Ucrania, lo que incluye la amenaza nuclear, describiendo el actual conflicto como una disputa existencial entre Rusia y Occidente.
Los expertos en política internacional se encuentran divididos sobre si las declaraciones de Putin suponen una amenaza real o no. Desde Reuters señalan que la Casa Blanca se está tomando estas amenazas en serio, mientras los países fronterizos con Ucrania, como Polonia, habrían comenzado supuestamente a distribuir pastillas de yodo en respuesta a los bombardeos efectuados en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporiyia.