Después de dirigir durante cuatro años el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, el estomatólogo Francisco Rodríguez Lozano lleva desde 2015 al frente de la Red Europea de Prevención del Tabaquismo (ENSP, sus siglas en inglés), siendo el primer médico español que la dirige. Desde allí, trata de coordinar las políticas europeas sobre prevención del tabaquismo para que sean implantadas en el conjunto de los Estados Miembros. En una entrevista concedida a ConSalud.es, el Dr. Rodríguez Lozano reconoce que España ha pasado a ocupar los vagones de cola en este tipo de iniciativas.
¿Cuál es la situación actual del tabaquismo en Europa, en comparación con el resto del mundo?
¿Y cuáles han sido las últimas regulaciones europeas para combatir estas cifras?
A pesar de esta situación, se ha hecho un esfuerzo importante. Se están tomando medidas como la directiva europea de productos del tabaco, que se ha puesto en marcha teniendo en cuenta algunas razones: la prevalencia alta en Europa, que se ha estancado en los últimos años, junto con el tremendo gasto que nos supone y las cifras de fallecimientos. Esta directiva trata de regular mejor, en todo el territorio de la UE, el control del tabaquismo y de armonizar el cumplimiento de las normas.
Esta directiva europea, sin embargo, no ha sido aplicada por España. ¿Cuál es el motivo de que no se haya tomado en consideración? ¿Conoce si el Ministerio de Sanidad pretende retomarla?
A fecha de hoy, casi un año después, todos los países la han traspuesto salvo cuatro. Entre ellos, lamentablemente está España, incumpliendo así una obligación legal con la Unión Europea. La UE no ha sancionado a España porque el Gobierno español ha alegado que al haber estado en funciones durante mucho tiempo, no ha sido capaz de hacerlo. Aún así, en la Comisión Europea ven con preocupación el retraso tan grande que está sufriendo nuestro país en la transposición. Yo entiendo que la transposición en España es inminente, según nos ha comentado el Ministerio de Sanidad. Se han puesto las pilas porque, además, tiene llamadas de atención de Bruselas.
¿Qué medidas se están implantando a través de esta directiva y qué repercusiones están teniendo?
Se trata de una directiva de mínimos y España, con ella, no avanza excesivamente. En cuanto al empaquetado, marca que se tape un 65% con advertencias por los dos lados. Aunque las compañías tienen que cumplir con ello, en España no estábamos muy lejos. En contra, había países que sí estaban muy lejos, por lo que se ha homogeneizado con unos mínimos. Con esta medida, se ha disminuido de una manera muy importante el atractivo hacia los jóvenes.
Países como Australia han optado por el empaquetado genérico para reducir el atractivo del tabaco. ¿Existen países en Europa que lo han implementado? ¿Cree que es la mejor opción?
Como le he comentado, la directiva europea es de mínimos. Por lo que establece que se puede ir más allá y así lo han hecho varios países. En Europa ya tenemos tres países que han implementado el empaquetado genérico. En Francia, ya no vas a encontrar cajetillas normales, todas son genéricas; en el Reino Unido, quedan unos meses en el que coexisten las dos; y en Irlanda, acaban de empezar y les quedarán un año en el que coexistirán las dos. Además, Hungría, Eslovenia o Noruega lo han aprobado ya. La tendencia es esta y al final las tendencias son norma. Tendremos empaquetado genérico en España pero es un error político grave no tenerlo antes.
¿Serían el de los jóvenes, entonces, el sector de la sociedad sobre el que más se debería incidir en cuanto a concienciación?
Creo que el control del tabaquismo se debe centrar en los jóvenes. Por supuesto que hay más gente. Con la gente que fuma en España tenemos una obligación de ayudarles. La gente fuma porque durante muchos años estas medidas no han estado en vigor. Y la industria tabaquera y los gobiernos han permitido, en España y en Europa, una publicidad terriblemente agresiva que se ha centrado en los jóvenes y ha hecho que muchos de ellos fumen.
Además nos lo dice el convenio marco de la OMS. Tenemos que incrementar las medidas para ayudar al que quiere dejar de fumar, a hacerlo. Incluso, si nuestros políticos fueran más inteligentes y miraran más a largo plazo, se darían cuenta que las intervenciones en control de tabaco son eficaces. Ayudar a un paciente a dejar de fumar al final resulta rentable para el sistema sanitario.
Dentro de la Unión Europea, ¿en qué posición se situaría España en relación a la prevención del tabaquismo?
Las comunidades autónomas (CC.AA.) que optaron hace tiempo por financiar en España la deshabituación tabáquica, lo hicieron con una visión de salud pública excelente. Pero ahora mismo tenemos solamente dos territorios que lo están haciendo: Canarias y Ceuta. Las demás no, e incluso en las que se hacía, con la crisis económica lo han dejado. Hemos leído en esta semana que la Comunidad Valenciana lo va a hacer. Es esperanzador que alguna región retome la visión de salud pública a medio y a largo plazo, y no el beneficio inmediato que a veces los políticos no ven más de ahí. Invertir en deshabituación tabáquica va a ahorrar dinero al sistema sanitario público y además va a causar bienestar a la sociedad y va a evitar mucho sufrimiento.
Pero la cuestión es que hay que creerse las cosas. España ha pasado de estar a la cabeza de Europa en prevención del tabaquismo a ponernos en la cola. Además, de una forma absolutamente decepcionante. Entiendo que por la crisis económica, habrá que priorizar y atender las operaciones de vida o muerte. Pero si existe un signo de repunte, habría que invertir en prevención para no tener que gastar tanto en atención urgente. Esto no se está haciendo así.
Además, hay cosas sorprendentes como que España no acudió a la última reunión de la OMS, hace un año, donde se evaluaba la implementación del convenio marco en cada uno de ellos. Pero la cosa va más allá, porque cuando hay países que han hecho esfuerzos para avanzar en el control del tabaquismo, España ha mostrado oposición. Por ejemplo, cuando un país introduce una ley nueva, tiene que consultar a los demás si tiene alguna oposición a esta medida, aunque no tiene repercusión. Pero los países que tienen ya empaquetado genérico han sufrido la respuesta del Gobierno español que se ha opuesto sistemáticamente a que lo hagan. Es el caso de Irlanda. Entonces, no solamente no avanza sino que intenta que los demás no avancen.
Hace muchísimos años que en España no se hace una campaña a nivel nacional desde el Ministerio de Sanidad. Sí se ha hecho a nivel autonómico. Desde el Ministerio nos han dicho que van a intentar a hacer una campaña nacional de prevención del tabaquismo, aunque no han puesto fecha.
Hemos visto en el anuncio de los Presupuestos Generales para 2017 que Sanidad se centraba especialmente en los asuntos sociales, algo que me resulta muy interesante,pero a los que trabajamos en algo relacionado con la sanidad pública nos parece que habría que invertir también más en Sanidad y no polarizarlo tanto en asuntos sociales.
Se trata de un tema, además, sobre el que la opinión pública cada vez está más concienciada. Las instituciones, ¿están aprovechando esta situación?
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) realizó una encuesta entre pacientes, y se evidenció un apoyo masivo al empaquetado genérico, incluso entre los fumadores. Los fumadores, casi todos quieren dejar de fumar pero necesitan ayuda. Entonces, ir creando normas y concienciar sobre el consumo del tabaco es algo que puede ayudar a quien quiere dejar de fumar.
Lo que ocurre es que nosotros, los sanitarios, tenemos la ventaja de que tenemos cierta credibilidad. Nuestro interés es la salud y la población entiende que los sanitarios la defendemos. Sin embargo, enfrente está la industria del tabaco, donde las multinacionales mueven muchísimo dinero y están influyendo sobre algunos sectores de nuestro Gobierno. Lo importante es que la salud esté por encima de todo e importe más y que el Ministerio de Sanidad tenga la capacidad de imponer sus criterios sobre otros, algo que en España no está ocurriendo. No creo que el Ministerio de Sanidad tenga el peso que debiera tener en las decisiones de gobierno.
Por otra parte, ¿están los cigarrillos electrónicos igual de regulados que el tabaco normal?
La directiva europea también regula, aunque poco, el cigarrillo electrónico. Sobre ello hay que decir varias cosas: es un producto nuevo del que se desconoce la toxicidad que puede tener, aunque está claro que es menos tóxico. Y es que los riesgos derivados de la combustión no existen. No obstante, los aerosoles si tienen productos tóxicos. Hay que ser muy prudentes hasta que tengamos más conocimiento de ello.
La reducción de daños se puede utilizar a nivel individual, pero no a nivel global. Por ejemplo, un paciente que quiere dejar de fumar y no lo consigue de ninguna manera, se le puede plantear un tratamiento con cigarrillos electrónicos. Pero de ahí a decir que es mucho mejor que todos los fumadores lo hagan, no. Lo mejor es que todos dejen de fumar, no que se vayan a algo menos malo, pero que sigue siendo malo.
Consideramos que es un tema muy preocupante. Después de haber conseguido en España desnormalizar en consumo de tabaco en España, estamos viendo que volver a introducir una cosa parecida al fumar supone un riesgo. Por eso, en este país hay una opinión prácticamente unánimede todos los profesionales en contra de la generalización de la permisividad.
Trabajar en red es algo apasionante porque es muy necesaria la participación entre todos. De alguna manera ya lo hacía cuando estaba al frente del CNPT y ayuda a aprender muchísimo del resto. Con todo lo mencionado anteriormente, se está dibujando un escenario positivo en Europa y que permite, según las estimaciones de la Comisión y del Parlamento, que con esa directiva lleguemos a una reducción del 2% de la prevalencia en cinco años. Parece poco pero es muy importante.
Además estamos haciendo algunos trabajos sobre la implementación de la directiva en los distintos países. Como objetivos, tenemos el reto de la reducción del 5% del tabaco para 2040 en Europa y una implementación completa del convenio marco en torno a 2020. Además impulsamos el protocolo de comercio ilícito, que solo ha sido ratificado por cuatro países en Europa entre los que sí se encuentra España.
No se puede hablar de prohibirlo, porque en España lo consumen una de cada cuatro personas, pero hay que intentar cercarlo de alguna manera con concienciación sobre los riesgos, con leyes que lo desnormalicen y con penalizaciones fiscales para que sea difícil el acceso, sobre todo a la gente más vulnerable, a los jóvenes.
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¿Cuál es la situación actual del tabaquismo en Europa, en comparación con el resto del mundo?
“A fecha de hoy, todos los países de la UE han traspuesto la directiva de productos del tabaco salvo cuatro, entre los que se encuentra España”
En Europa tenemos cifras de prevalencia de consumo muy altas, lo cual es preocupante si lo comparamos con el resto. Probablemente sea el continente donde más prevalencia de consumo hay. En algunos países del Este, como Rusia, el consumo es espectacular, tienen unas cifras muy alarmantes. En el conjunto de la Unión Europea tenemos una prevalencia del 26%, que es muy alta, y están muriendo al año 700.000 personas. Además, en cuanto a gastos de los sistemas nacionales de salud, por el tratamiento de enfermedades relacionadas con el tabaco, estimamos que está en unos 25.000 millones de euros al año.¿Y cuáles han sido las últimas regulaciones europeas para combatir estas cifras?
A pesar de esta situación, se ha hecho un esfuerzo importante. Se están tomando medidas como la directiva europea de productos del tabaco, que se ha puesto en marcha teniendo en cuenta algunas razones: la prevalencia alta en Europa, que se ha estancado en los últimos años, junto con el tremendo gasto que nos supone y las cifras de fallecimientos. Esta directiva trata de regular mejor, en todo el territorio de la UE, el control del tabaquismo y de armonizar el cumplimiento de las normas.
“En Europa, solo Francia, Reino Unido e Irlanda han implementado el empaquetado genérico; España lo tendrá pero es un error grave no tenerlo antes”
Además, también se desarrolló esta directiva porque existían unas obligaciones legales por el convenio marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que los Estados miembros han firmado y ratificado, que hacía que se implementasen una serie de medidas. Estos motivos hicieron que la Unión Europea decidiese actualizar la directiva que tenía. La nueva se aprobó en 2015 y se estableció un periodo de tiempo para trasponerla en toda Europa, que terminaba el 20 de mayo de 2016.Esta directiva europea, sin embargo, no ha sido aplicada por España. ¿Cuál es el motivo de que no se haya tomado en consideración? ¿Conoce si el Ministerio de Sanidad pretende retomarla?
A fecha de hoy, casi un año después, todos los países la han traspuesto salvo cuatro. Entre ellos, lamentablemente está España, incumpliendo así una obligación legal con la Unión Europea. La UE no ha sancionado a España porque el Gobierno español ha alegado que al haber estado en funciones durante mucho tiempo, no ha sido capaz de hacerlo. Aún así, en la Comisión Europea ven con preocupación el retraso tan grande que está sufriendo nuestro país en la transposición. Yo entiendo que la transposición en España es inminente, según nos ha comentado el Ministerio de Sanidad. Se han puesto las pilas porque, además, tiene llamadas de atención de Bruselas.
¿Qué medidas se están implantando a través de esta directiva y qué repercusiones están teniendo?
Se trata de una directiva de mínimos y España, con ella, no avanza excesivamente. En cuanto al empaquetado, marca que se tape un 65% con advertencias por los dos lados. Aunque las compañías tienen que cumplir con ello, en España no estábamos muy lejos. En contra, había países que sí estaban muy lejos, por lo que se ha homogeneizado con unos mínimos. Con esta medida, se ha disminuido de una manera muy importante el atractivo hacia los jóvenes.
“La industria tabaquera y los gobiernos han permitido una publicidad agresiva centrada en los jóvenes que ha hecho que muchos fumen”
También ha ocurrido con la prohibición de algunos aditivos de sabores. En España no era tan frecuente pero en Alemania había mucho tabaco así. Sin embargo, ha habido algunas presiones de la industria del tabaco muy importantes, a través de los Gobiernos, para retrasar algunas de estas medidas. El mentol, por ejemplo, ha tenido un retraso adicional que se ha pactado, pero bueno, al final desaparecerá.Países como Australia han optado por el empaquetado genérico para reducir el atractivo del tabaco. ¿Existen países en Europa que lo han implementado? ¿Cree que es la mejor opción?
Como le he comentado, la directiva europea es de mínimos. Por lo que establece que se puede ir más allá y así lo han hecho varios países. En Europa ya tenemos tres países que han implementado el empaquetado genérico. En Francia, ya no vas a encontrar cajetillas normales, todas son genéricas; en el Reino Unido, quedan unos meses en el que coexisten las dos; y en Irlanda, acaban de empezar y les quedarán un año en el que coexistirán las dos. Además, Hungría, Eslovenia o Noruega lo han aprobado ya. La tendencia es esta y al final las tendencias son norma. Tendremos empaquetado genérico en España pero es un error político grave no tenerlo antes.
“El Ministerio de Sanidad nos ha dicho que va a intentar hacer una campaña nacional de prevención del tabaquismo, pero no ha puesto fecha”
Yo creo que es la mejor opción. La semana pasada en Bruselas, los colegas franceses me enseñaron una cajetilla francesa y me impresionó. Tenía el nombre de la marca, sobre una caja marrón con una imagen horrible. Esto, para una persona que fuma no hace nada, pero para un joven que empieza es muy poco atractivo. Hay muchos estudios que dicen que para la gente que se inicia, estas iniciativas repercuten.¿Serían el de los jóvenes, entonces, el sector de la sociedad sobre el que más se debería incidir en cuanto a concienciación?
Creo que el control del tabaquismo se debe centrar en los jóvenes. Por supuesto que hay más gente. Con la gente que fuma en España tenemos una obligación de ayudarles. La gente fuma porque durante muchos años estas medidas no han estado en vigor. Y la industria tabaquera y los gobiernos han permitido, en España y en Europa, una publicidad terriblemente agresiva que se ha centrado en los jóvenes y ha hecho que muchos de ellos fumen.
Además nos lo dice el convenio marco de la OMS. Tenemos que incrementar las medidas para ayudar al que quiere dejar de fumar, a hacerlo. Incluso, si nuestros políticos fueran más inteligentes y miraran más a largo plazo, se darían cuenta que las intervenciones en control de tabaco son eficaces. Ayudar a un paciente a dejar de fumar al final resulta rentable para el sistema sanitario.
Las comunidades autónomas (CC.AA.) que optaron hace tiempo por financiar en España la deshabituación tabáquica, lo hicieron con una visión de salud pública excelente. Pero ahora mismo tenemos solamente dos territorios que lo están haciendo: Canarias y Ceuta. Las demás no, e incluso en las que se hacía, con la crisis económica lo han dejado. Hemos leído en esta semana que la Comunidad Valenciana lo va a hacer. Es esperanzador que alguna región retome la visión de salud pública a medio y a largo plazo, y no el beneficio inmediato que a veces los políticos no ven más de ahí. Invertir en deshabituación tabáquica va a ahorrar dinero al sistema sanitario público y además va a causar bienestar a la sociedad y va a evitar mucho sufrimiento.
Pero la cuestión es que hay que creerse las cosas. España ha pasado de estar a la cabeza de Europa en prevención del tabaquismo a ponernos en la cola. Además, de una forma absolutamente decepcionante. Entiendo que por la crisis económica, habrá que priorizar y atender las operaciones de vida o muerte. Pero si existe un signo de repunte, habría que invertir en prevención para no tener que gastar tanto en atención urgente. Esto no se está haciendo así.
Además, hay cosas sorprendentes como que España no acudió a la última reunión de la OMS, hace un año, donde se evaluaba la implementación del convenio marco en cada uno de ellos. Pero la cosa va más allá, porque cuando hay países que han hecho esfuerzos para avanzar en el control del tabaquismo, España ha mostrado oposición. Por ejemplo, cuando un país introduce una ley nueva, tiene que consultar a los demás si tiene alguna oposición a esta medida, aunque no tiene repercusión. Pero los países que tienen ya empaquetado genérico han sufrido la respuesta del Gobierno español que se ha opuesto sistemáticamente a que lo hagan. Es el caso de Irlanda. Entonces, no solamente no avanza sino que intenta que los demás no avancen.
“Sanidad debe imponer sus criterios sobre otros ministerios y tener el peso que debiera en las decisiones de gobierno: la salud debe estar por encima de todo”
¿Se han realizado campañas publicitarias en España después de la entrada en vigor de la ley antitabaco en enero de 2011?Hace muchísimos años que en España no se hace una campaña a nivel nacional desde el Ministerio de Sanidad. Sí se ha hecho a nivel autonómico. Desde el Ministerio nos han dicho que van a intentar a hacer una campaña nacional de prevención del tabaquismo, aunque no han puesto fecha.
Hemos visto en el anuncio de los Presupuestos Generales para 2017 que Sanidad se centraba especialmente en los asuntos sociales, algo que me resulta muy interesante,pero a los que trabajamos en algo relacionado con la sanidad pública nos parece que habría que invertir también más en Sanidad y no polarizarlo tanto en asuntos sociales.
Se trata de un tema, además, sobre el que la opinión pública cada vez está más concienciada. Las instituciones, ¿están aprovechando esta situación?
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) realizó una encuesta entre pacientes, y se evidenció un apoyo masivo al empaquetado genérico, incluso entre los fumadores. Los fumadores, casi todos quieren dejar de fumar pero necesitan ayuda. Entonces, ir creando normas y concienciar sobre el consumo del tabaco es algo que puede ayudar a quien quiere dejar de fumar.
Lo que ocurre es que nosotros, los sanitarios, tenemos la ventaja de que tenemos cierta credibilidad. Nuestro interés es la salud y la población entiende que los sanitarios la defendemos. Sin embargo, enfrente está la industria del tabaco, donde las multinacionales mueven muchísimo dinero y están influyendo sobre algunos sectores de nuestro Gobierno. Lo importante es que la salud esté por encima de todo e importe más y que el Ministerio de Sanidad tenga la capacidad de imponer sus criterios sobre otros, algo que en España no está ocurriendo. No creo que el Ministerio de Sanidad tenga el peso que debiera tener en las decisiones de gobierno.
Por otra parte, ¿están los cigarrillos electrónicos igual de regulados que el tabaco normal?
La directiva europea también regula, aunque poco, el cigarrillo electrónico. Sobre ello hay que decir varias cosas: es un producto nuevo del que se desconoce la toxicidad que puede tener, aunque está claro que es menos tóxico. Y es que los riesgos derivados de la combustión no existen. No obstante, los aerosoles si tienen productos tóxicos. Hay que ser muy prudentes hasta que tengamos más conocimiento de ello.
La reducción de daños se puede utilizar a nivel individual, pero no a nivel global. Por ejemplo, un paciente que quiere dejar de fumar y no lo consigue de ninguna manera, se le puede plantear un tratamiento con cigarrillos electrónicos. Pero de ahí a decir que es mucho mejor que todos los fumadores lo hagan, no. Lo mejor es que todos dejen de fumar, no que se vayan a algo menos malo, pero que sigue siendo malo.
Consideramos que es un tema muy preocupante. Después de haber conseguido en España desnormalizar en consumo de tabaco en España, estamos viendo que volver a introducir una cosa parecida al fumar supone un riesgo. Por eso, en este país hay una opinión prácticamente unánimede todos los profesionales en contra de la generalización de la permisividad.
“Tenemos el objetivo de reducir un 5% el consumo de tabaco para 2040 en Europa y lograr una implementación completa del convenio en 2020”
¿Cuáles son los objetivos que se plantea al frente de la ENSP para los próximos años?Trabajar en red es algo apasionante porque es muy necesaria la participación entre todos. De alguna manera ya lo hacía cuando estaba al frente del CNPT y ayuda a aprender muchísimo del resto. Con todo lo mencionado anteriormente, se está dibujando un escenario positivo en Europa y que permite, según las estimaciones de la Comisión y del Parlamento, que con esa directiva lleguemos a una reducción del 2% de la prevalencia en cinco años. Parece poco pero es muy importante.
Además estamos haciendo algunos trabajos sobre la implementación de la directiva en los distintos países. Como objetivos, tenemos el reto de la reducción del 5% del tabaco para 2040 en Europa y una implementación completa del convenio marco en torno a 2020. Además impulsamos el protocolo de comercio ilícito, que solo ha sido ratificado por cuatro países en Europa entre los que sí se encuentra España.
No se puede hablar de prohibirlo, porque en España lo consumen una de cada cuatro personas, pero hay que intentar cercarlo de alguna manera con concienciación sobre los riesgos, con leyes que lo desnormalicen y con penalizaciones fiscales para que sea difícil el acceso, sobre todo a la gente más vulnerable, a los jóvenes.
Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es