Este martes celebramos el Día mundial del Clima. Una fecha en la que se debe poner de relieve la grave situación que está viviendo la salud del planeta, y con ella la salud de los animales e incluso la nuestra. De hecho, la Agencia Europea del Medioambiente alertaba hace unas semanas sobre el hecho de que Europa no está preparada para los riesgos climáticos.
Esta entidad hacía referencia concretamente a las consecuencias que tendrá esta situación para la salud. Por ejemplo, el calor es el factor de riesgo climático más grave y urgente para la salud humana, y además afecta a algunos grupos poblacionales más concretos. Quienes corren mayor riesgo son los trabajadores al aire libre expuestos a calor extremo, los ancianos y las personas que viven en viviendas mal construidas, en áreas con un fuerte efecto de isla de calor urbano o con acceso inadecuado a refrigeración.
La agencia también alerta de que muchas de las acciones que deben tomarse para paliar estos efectos no pueden limitarse a las políticas sanitarias “tradicionales”. En este sentido, se pone el foco en otras medidas relacionadas con la planificación urbana, las normas de construcción y las leyes laborales. No obstante, y pese a que al parecer los esfuerzos todavía deben redoblarse, cabe preguntarse qué medidas se han tomado hasta este momento en nuestro país.
Muchas de las acciones que deben tomarse para paliar estos efectos no pueden limitarse a las políticas sanitarias “tradicionales”
Una de las más recientes e importantes es la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático. Al tratarse de un problema que requiere medidas transversales y holísticas, ésta es una entidad interministerial, que aglutina a los ministerios de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sanidad y Ciencia, Innovación y Universidades. El Consejo de Ministros dio luz verde a este observatorio en julio del pasado año, y su objetivo es el de crear un sistema de avisos y alertas al respecto de las amenazas para la salud relacionadas con el cambio climático.
En esencia, se trata de "un instrumentopúblico para el cuidado que impulsamos desde el Gobierno y que ha venido para quedarse". Además, "con él queremos contribuir al progreso y al bienestar de las generaciones presentes y futuras". Asimismo, la ministra ha señalado que la aportación de su departamento a esta herramienta, será la de "aportar luz y guía, es decir, conocimiento". Así lo describía la propia ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.
Igualmente, la ministra de Sanidad, Mónica García, se ha referido en numerosas ocasiones a esta herramienta con la que contamos en España para paliar los efectos de la crisis climática en la salud. Según sus palabras “la crisis climática es una crisis de salud pública y los efectos de emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera no sólo aumentan la temperatura del planeta, sino que además crean un clima más hostil para la vida que nos hace enfermar más y tener más mortalidad”.
Una de las medidas más recientes e importantes es la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático
Por otro lado, otro de los grandes compromisos de las políticas que se llevan a cabo en España contra el cambio climático es el de la descarbonización del sector sanitario. Las actividades de este sector representan más del 4% del total de las emisiones de CO2 en el mundo, y por ello desde el Ministerio de Sanidad ya hay un compromiso firme para descarbonizar el sector y optar por energías más limpias. Es más, hace unos días Mónica García anunciaba que se impulsarán “los cambios normativos necesarios para que nuestro sistema de salud sea más resiliente y cero emisiones en carbono antes de 2050".
Si bien todavía es necesario un impulso en estas acciones, España es un ejemplo para Europa. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo ha subrayado este lunes en el Consejo de Medio Ambiente europeo. Nuestro país “es un caso de éxito de transición energética: hemos reducido notablemente nuestras emisiones dejando atrás el carbón”. Además, “el peso de la energía renovable en nuestro sistema eléctrico representa más del 50% del conjunto de la electricidad que consumimos”, ha recalcado. Por ello, “creo que tenemos que seguir en esta en esta dirección, que aunque sigue siendo insuficiente, sabemos que lo que estamos haciendo tiene como horizonte la completa descarbonización de nuestras economías”.
No obstante, nuestro país no está solo en esta lucha contra los efectos del cambio climático, pues también se han puesto en marcha iniciativas a nivel europeo. La más importante hasta el momento ha sido el Pacto Verde, con el que se lucha también por la descarbonización, la contaminación o las sustancias químicas. Igualmente, este mismo lunes se han debatido los nuevos objetivos climáticos para 2040, y una nueva normativa sobre la contaminación por microplásticos.