El Consejo de Ministros ha dado luz verde esta semana a la nueva Estrategia de Inteligencia Artificial 2024. Tal y como explicaba el ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, José Luis Escriva, se trata de un plan que quiere aunar la innovación y el uso ético, pues esta tecnología puede usarse en ámbitos tan sensibles como la Sanidad.
La Estrategia cuenta con varios ejes fundamentales, entre los que se encuentra fomentar una IAtransparente, ética y humanística, con el objetivo de "proteger los derechos fundamentales, la seguridad y la salud de los ciudadanos", explica el Reglamento.
Para que se cumpla esta protección de la ciudadanía, la estrategia española ha tomado como modelo la clasificación europea de riesgos de la IA, recogida en la Ley de Inteligencia Artificial aprobada por el Parlamento Europeo. Esta clasificación diferencia entre riesgo inaceptable, cuyas tecnologías estarían prohibidas; riesgo alto, donde encontramos las aplicaciones sanitarias; sistemas de IA con obligaciones de transparencia específicas; y riesgo mínimo.
La estrategia española ha tomado como modelo la clasificación europea de riesgos de la IA
La hoja de ruta española también incluye la salud en las IAs de alto riesgo. Concretamente, hace referencia a "los sistemas de Inteligencia Artificial que pueden conducir a un riesgo significativo para la salud, la seguridad o los derechos fundamentales". Ejemplo de elllos,la recogida de datos de seguros o de salud o a los dispositivos médicos. "Tenemos que decidir dónde ponemos el límite, determinadas decisiones las tenemos que tomar los humanos y no las máquinas", incidió el ministro de Transformación Digital en Rueda de Prensa.
Para "vigilar" estos riesgos y que se cumplan los requisitos de estas tecnologías, se ha creado la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), que se ha ubicado en A Coruña. Esta entidad se dedicará a "aprovechar todos los beneficios asociados a la IA y generar confianza en el ciudadano, mientras que se procuran mitigar sus riesgos", entre los que se encuentran los asociados a la salud.
Asimismo esta estrategia no busca solo aplicar la tecnología al ámbito puramente médico, también se quiere implantar en los servicios públicos digitales que tienen que ver con la historia clínica digital o la receta electrónica interoperable. En este sentido,España está posicionada como un ejemplo de "gobierno electrónico y servicios públicos digitales en la UE".
La IA también se quiere implantar en los servicios públicos digitales
No en vano, el 83% de la población tiene acceso a los registros médicos electrónicos, por encima de la media de la Unión Europea se encuentra en un 72%, por lo que ya somos un referente en el uso de las tecnologías digitales de la población en temas de sector público, especialmente del SNS. Ante ello, impulsar la IA en el sector público es otro de lso focos en los que se centra el Gobierno y el plan, ya que, en palabras de Escrivá, "es el ámbito donde se dan las mejores condiciones para desarrollar proyectos pilotos, comprobar su potencialidad y controlar riesgos".
En términos generales la Sanidad es uno de los ámbitos en los que más se está implementando la Inteligencia Artificial. Como explicaba el ministerio, hasta el momento se han invertido unos 63,7 millones en 106 proyectos destinados al desarrollo de aplicaciones de IA en el ámbito de la Salud, tanto en lo que se refiere a la gestión de infraestructuras sanitarias y de los servicios de consulta y atención médica, como dirigidos a la investigación médica y científica, diagnóstico clínico, tratamientos médicos, o previsión de contingencias médicas y sanitarias.
También se han invertido ya otros 50 millones en proyectos de I+D+i en IA, entre los que encontramos algunos con temática de salud. Para esta estrategia en concreto se ha aprobado su despliegue durante los años 2024 y 2025 y se ha dado además luz verde a una dotación de 1.500 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y de su adenda.