En 2022 se ponía en marcha el espacio europeo de datos sanitarios. La iniciativa, para la que actualmente se está desarrollando su regulación y marco legal, supondrá “un salto cualitativo” en cuanto a cómo se prestan los servicios de atención sanitarios en la Unión Europea, explicaba en mayo la Comisión Europea. Con el acceso seguro y la utilización de datos fiables como principales limitaciones a las que atender, se formó este “pilar” de la Unión Europea de la Salud que supondrá una gran herramienta para pacientes, profesionales sanitarios, investigadores y políticos.
Desde España, diferentes instituciones, organismos y empresas trabajan en este concepto de Sanidad digital y comunitaria para ponerlo en marcha. Nuestro país, como señala a Consalud.esÁngeles Barrios, directora de Asuntos Públicos de EIT Health Spain, es una superpotencia de datos. “Somos una de las sanidades más digitalizadas, y de alguna manera queremos ser un poco catalizadoras de las actividades e iniciativas que se desarrollarán a partir de este uso de datos”, indica.
“Imagínate que puedes acceder a tu historia clínica aquí, pero también en otro país europeo. Si esto en España es un problema, ¿en la Unión Europea?"
Con la legislación en curso, tocará la parte de aportar datos. Información que se utilizará en uso primario, para la consulta médica y de los pacientes, y en investigación. Situaciones que los expertos consideran especialmente interesante. “Imagínate que puedes acceder a tu historia clínica aquí, pero también en otro país europeo. Si esto en España es un problema, ¿en la Unión Europea? Será interesante ver cómo lo solucionan”, explica Barrios.
EL CAMBIO DEL SISTEMA SANITARIO
Como define la Comisión Europea, el espacio de datos se destinará en una de sus partes a un acceso compartido a datos de pacientes, para que estos puedan ser atendidos en cualquier parte de Europa o los profesionales sanitarios puedan acceder a distintas informaciones que les ayuden en el abordaje médico. Todos estos datos provienen de pacientes que dan su consentimiento, y son utilizados por ellos. Por lo que las asociaciones de pacientes no dudan en señalar que tienen que estar en el centro de la iniciativa de salud digital, como recoge el manifiesto del Foro Europeo de Pacientes (EFP por sus siglas en inglés) en el que también se recogen la importancia de regular el derecho de los pacientes a recibir sus datos, a negarse a darlos o a poder acceder a ellos en cualquier momento.
“Queremos evitar que la burocracia impida a los pacientes acceder a los datos”, matiza Pedro Carrascal, director de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), organización integrada en el EFP. Actualmente los pacientes no tienen una forma sencilla de acceder a sus datos. “Es necesario que se tomen medidas en las partes más éticas y que se doten de capacidades a las cogobernanza”, añade. Pese a todas estas advertencias, el representante de pacientes se muestra “ilusionado” por este espacio que permitirá cambiar el sistema sanitario. “Los cambios son ilimitados e imprevistos. Ayudará no solo a los modelos de cronicidad, sino al mismo sistema de salud, generará nuevas prestaciones en la Cartera de Servicios. Para nosotros es muy relevante por el impacto que actualmente tiene el envejecimiento la situación de la Atención Primaria y la cronicidad, puede darnos unas herramientas que cambie el sistema y lo centre a las necesidades de los pacientes”.
“Para la atención sanitaria, sin duda representa un cambio de paradigma"
El Sistema Europeo de Salud y en concreto este espacio de datos que está en marcha supondrá un cambio del Sistema Nacional de Salud. Temas como la interoperabilidad, actualmente “mejorable”, señalan desde el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), evolucionarán. “Para la atención sanitaria, sin duda representa un cambio de paradigma; la posibilidad de estructurar los datos de salud en contextos extrahospitalarios posibilita la monitorización en remoto de los pacientes, la formulación del llamado hospital en casa, la posibilidad de intervención temprana, formulando la llamada medicina preventiva en detrimento de la medicina reactiva”, añaden.
Además, según señala el secretario General de Salud Pública e I+D+i en Salud de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, Isaac Túnez, permitirá tomar mejores decisiones y desarrollar estrategias políticas. “Poder acceder a estas bases de datos nos ayudará a sacar pautas, poder hacer predicciones y ver qué medidas tenemos que tomar en el ámbito sanitario”, indica. “El hecho de contar con todos esta información permitirá generar un ecosistema en el que trabajar generar diseños de estrategias político-sanitarias, mejorar la atención de los ciudadanos y mejorar al respuesta a las cuestiones que puedan venir”, profundiza Túnez.
“Existen estudios que afirman que los datos generados por las personas en sus entornos cotidianos son capaces de explicar mucho mejor nuestra salud, presente y futura, que la suma de todas las pruebas médicas que aparecen en nuestra historia clínica electrónica. Estos datos exógenos, unidos a los ya existentes en las organizaciones sanitarias, representan una oportunidad clara de obtener perfiles de salud más personalizados y completos que favorezcan el desarrollo de la llamada medicina de precisión, así como la medicina preventiva”, indican desde el IBV. Ante esta situación, los datos a nivel de investigación e innovación representan “una oportunidad inmensa a la hora de profundizar en el conocimiento de las patologías más prevalentes, su repercusión y efectos sobre el día a día de las personas, pudiendo plantear intervenciones más tempranas, que retrasen o eliminen situaciones de cronicidad”.
INVESTIGACIONES EN LA NUEVA ERA
Distintas empresas españoles se han involucrado en el desarrollo del espacio europeo viéndola como una gran oportunidad para la investigación, la innovación, la implantación de nuevas tecnologías... “Debería facilitar la innovación y por ende la oferta de mejores soluciones basadas en Inteligencia Artificial”, dice Roberto Cruz, CDO de idoven.ai, empresa que ha desarrollado la primera plataforma de cardiología basada en Inteligencia Artificial que permite diagnosticar a pacientes a gran escala, a través de los datos del electrocardiograma (ECG).
Para Ana Blanco y Ángel Alberich, de la empresa sanitaria Quibim, el espacio de datos ayudará a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Ellos trabajan en el proyecto EUCAIM (Federated European Infrastructure for Cancer Image Data), que tiene como objetivo crear una infraestructura para gestionar muchos bancos de imágenes médicas europeas. “Recopilamos, analizamos, estandarizamos y armonizamos imágenes para, con inteligencia artificial, obtener modelos predictivos del pronóstico y la respuesta a tratamiento de los pacientes diagnosticados de cáncer”, indican. Este programa también permitirá que los investigadores comprueben sus algoritmos antes de presentarlos a los agentes reguladores. Abiertas las puertas al desarrollo de medical devices como estos, se incrementa la digitalización y la sostenibilidad del sistema sanitario. “Son ayudas a la decisión clínica de los médicos y suportes para dar respuestas más eficientes”, indican Blanco y Alberich.
Se estima que para 2025 estará operativo el espacio de datos sanitarios. Conseguir participantes para nutrir las bases de información es el siguiente punto. Se conseguirán: sistemas sanitarios más operativos, mejores accesos a los datos, más avances en la innovación, resultados más precisos. “La integración de los datos de salud en los procesos nucleares de I+D+i, así como de atención sanitaria, es una realidad que Europa no puede eludir si quiere potenciarse y mantenerse el estado del bienestar y en la competitividad internacional de sus empresas del sector salud”, concluyen desde el IBV.