La Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados es uno de los espacios más importantes donde poder alcanzar acuerdos políticos amplios en el ámbito de la salud nacional. Para conocer mejor cómo es el funcionamiento habitual de este órgano y las estrategias que están por debatirse en el mismo, desde ConSalud.es entrevistamos a Carmen Martínez Ramírez, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja y facultativa especializada en Medicina de Familia y Comunitaria.
¿Cómo valora estos meses -desde junio- en su labor como portavoz socialista de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados?
Deberían ser mis interlocutores quienes valoren mi labor. Personalmente, es un orgullo y responsabilidad poder continuar con la labor que ya hacía en la Comunidad Valenciana como portavoz de Sanidad, ahora a nivel nacional, y representar al Grupo Socialista en un área tan estratégica y fundamental para el desarrollo del Estado del Bienestar.
"Si todos nos pusiéramos en el lugar del otro, en el lugar del paciente, del enfermero, del médico, de los familiares del enfermo... seguro que nos costaría menos llegar a acuerdos"
El Sistema Nacional de Salud (SNS), lleva el sello de Ernest Lluch y de tantos ministros/as socialistas que han contribuido a que sea de los mejores del mundo en universalidad, accesibilidad y equidad. Es muy gratificante poder trabajar en este entorno, sobre todo para una médica de profesión.
¿Qué iniciativa sanitaria sacada adelante en este tiempo destacaría?
Pondría en valor la Ley ELA. Era una deuda que teníamos pendiente. Ahora, la nueva norma construirá una sociedad más justa y evitará demoras en el acceso a las ayudas, servicios y prestaciones públicas. Además, es un orgullo que se haya aprobado con un Gobierno socialista, fruto de un gran trabajo con las asociaciones y que haya contado con el acuerdo de todos los grupos parlamentarios.
Desde fuera puede parecer ‘imposible’ que logren ponerse de acuerdo, dado lo caldeado del ambiente político. Desde dentro, ¿cómo vive usted este escenario en el que hay que alcanzar consensos entre agrupaciones muy divergentes?
La Comisión de Sanidad cuenta con un microclima favorable. Eso no quiere decir que no se debata con vehemencia en muchas ocasiones, aunque generalmente solemos encontrar puntos en común porque trabajamos con un derecho fundamental para las personas, que es la salud. Pero no todos tenemos las mismas sensibilidades ni todos entendemos que la salud debe ser un bien garantizado por el Estado. Si todos nos pusiéramos en el lugar del otro, en el lugar del paciente, del enfermero, del médico, de los familiares del enfermo... seguro que nos costaría menos llegar a acuerdos.
¿Dónde cree que radica la clave para lograr acuerdos dentro de la Comisión, en un ámbito tan importante como el de la sanidad?
Creo que los acuerdos son posibles o no dependiendo del talante de las personas que formamos parte de la Comisión. En general, existe una relación de respeto; coincidimos en muchos eventos con asociaciones y sociedades científicas y eso facilita siempre el diálogo y el consenso.
Nuestro SNS está muy consolidado y si alguien quisiera modificarlo restando prestaciones o derechos tendría muchas resistencias. Acuérdese de las mareas blancas en defensa por la sanidad pública
Además, afortunadamente, nuestro SNS está muy consolidado y si alguien quisiera modificarlo restando prestaciones o derechos tendría muchas resistencias. Acuérdese de las mareas blancas en defensa por la sanidad pública cuando se han propuesto recortes.
¿Cómo valora la situación de nuestro Sistema Nacional de Salud en la actualidad? ¿Es partidaria de replantear el modelo o cree más en la idea de actualizarlo?
Todo siempre es mejorable, pero debemos sentirnos orgullosos. De hecho, nuestros profesionales son de los mejor valorados en toda Europa por la excelente formación que reciben. Por otra parte, nuestro sistema ha sufrido embestidas de las que aún nos estamos recuperando, algunas propias del crecimiento demográfico, y otras, propias de que ha habido gobiernos que no lo han valorado lo suficiente. En cualquier caso, corregir aquello que no funciona y avanzar en su modernización incorporando nuevas herramientas, es una dinámica que no debemos perder.
Me preocupa que el 47% de la población no sepa que los impuestos son los que financian el sistema, que no seamos conscientes que las rebajas de impuestos a los ricos hacen peligrar todo nuestro sistema sanitario
Proteger su universalidad ha de ser una prioridad y es necesario hacerlo más equitativo para todo tipo de pacientes y enfermedades, también a las que afectan a pocas personas y que a veces parecen invisibles. Hay que conseguir que los determinantes sociales no sean un factor que agrave la salud y, sobre todo, tenemos que hacer que nuestra sanidad sea sostenible teniendo en cuenta el envejecimiento de la población. Y esto pasa por invertir en la prevención. También hay que aumentar la trasparencia en la gestión y promover mayor participación de la ciudadanía, de los pacientes y de las asociaciones.
A mí me preocupa que el 47% de la población no sepa que los impuestos son los que financian el sistema, que no seamos conscientes que las rebajas de impuestos a los ricos -que practican muchas CC. AA gobernadas por el PP- hacen peligrar todo nuestro sistema sanitario. El mantenimiento de la sanidad pública ha de verse como un reto colectivo y protegerlo debería hacernos sentir orgullosos, porque es parte de nuestra Marca España. En nuestro país no tienes la salud que te puedes pagar. Nuestro sistema público de salud nos hace ser un país mejor que otros con la salud privatizada. Estoy convencida de ello.
Da la sensación, a veces, de que España tiene 17 sanidades diferentes en muchos aspectos. ¿Considera que aún queda camino por delante para homogeneizar los servicios de salud y que todos los ciudadanos dispongan de la misma asistencia?
No coincido en el argumento de que existan 17 sanidades, una por comunidad. Las diferencias son bastante escasas, sólo que a veces se pone el acento en ellas y no en lo que compartimos y consensuamos en el Consejo Interterritorial. El Estado de las autonomías ha sido bueno para el desarrollo de nuestro país y también para la cogobernanza.
A veces existen diferencias y matices entre las áreas sanitarias dentro de una misma comunidad o una provincia incluso. Se trata de aprender unos de otros y concertar una cartera común de servicios entre todos
También ocurre que a veces existen diferencias y matices entre las áreas sanitarias dentro de una misma comunidad o una provincia incluso. Se trata de aprender unos de otros y concertar una cartera común de servicios entre todos. Las diferencias sustanciales se solucionan con voluntad política, aunque no le negaré que a algunas personas les falta un poco de esa voluntad.
En el horizonte próximo se presentan numerosos retos para la sanidad. Falta de plantillas sanitarias, cronicidad, envejecimiento de la población, salud mental, etc. ¿Seremos capaces de abordarlos? ¿Qué soluciones plantearán desde el Partido Popular ante estos desafíos?
Desde luego los desafíos son importantes, pero creo que estamos dando los pasos necesarios para afrontarlos. Es prioritaria la apuesta por la Atención Primaria y la salud pública, dotándolas de recursos y medios, prestigiándolas como ejes fundamentales de la atención sanitaria. Hay que desarrollar la parte de promoción de la salud comunitaria contando con la farmacia e incidir en las políticas para las personas más vulnerables.
Estamos avanzando en la estrategia de cronicidad y envejecimiento, en la que son fundamentales los cuidados y la coordinación sociosanitaria; una gran asignatura pendiente en nuestro país y actualmente imprescindible
Se han hecho importantes esfuerzos en infraestructuras, en incorporar fármacos innovadores a la cartera. Se está trabajando en un Plan con la Industria Farmacéutica y con la implicación de cuatro ministerios y de la propia Presidencia del Gobierno. Estamos avanzando en la estrategia de cronicidad y envejecimiento, en la que son fundamentales los cuidados y la coordinación sociosanitaria; una gran asignatura pendiente en nuestro país y actualmente imprescindible.
¿Cuáles son las siguientes metas pendientes que se plantearán en la Comisión de Sanidad? ¿Destacaría alguna concreta que considere especialmente necesaria?
Estamos volcados en la salud mental y actualmente trabajamos en la Subcomisión de Salud Mental de la Cámara Baja para poder implementar el Plan de Salud Mental, algo que ya es una urgencia y ojalá vea pronto la luz. Para ello, estamos contando con la opinión y la ayuda de los expertos y de sus distintas visiones de cómo atajar el problema. La Agencia Española de Salud Pública es también una prioridad. ¡Ojalá seamos capaces de sacarla por unanimidad porque hemos visto su necesidad durante la pandemia y hemos de estar preparados ante nuevas emergencias sanitarias!