Un total de seis miembros del Consejo Asesor Presidencial sobre el VIH/Sida de Estados Unidos (PACHA, en sus siglas en inglés), organismo estatal encargado de asesorar al presidente estadounidense en la lucha contra el sida, han presentado su dimisión por el “desinterés” que Donald Trump está mostrando sobre este asunto.
Según ha recogido Agence France Press, los seis expertos han publicado un comunicado en el medio Newsweek en el que cargan contra el actual gobierno de EE.UU. porque “no tiene una estrategia de lucha contra la actual epidemia de VIH/Sida” y por no buscar “ninguna información útil” sobre esta cuestión en las reuniones de expertos de PACHA.
Los firmantes (Scott Schoettes, Lucy Bradley-Springer, Gina Brown, Ulysses Burley, Michelle Ogle y Grissel Granados) manifiestan en dicho escrito que actualmente no pueden combatir “con eficacia” esta enfermedad dentro de este órgano asesor “que simplemente no le importa” al presidente del país norteamericano.
Asimismo, consideran que “lo más preocupante” es que la actual administración de Trump “defiende leyes que perjudicarán a personas portadoras de VIH cuyos avances en la lucha contra la enfermedad se verán interrumpidos o incluso revertidos”. Así, han acusado de “no tomar en serio” la presente epidemia y las necesidades de las personas con VIH.
NI WEB NI DIRECTOR
Estos expertos consideran que “no es aceptable” que el presidente de los Estados Unidos “no sea consciente de estas realidades”: por ejemplo, que sólo el 40% de las personas que viven con VIH en este país, tienen acceso a tratamiento indispensable para su supervivencia. Además, le han recordado que la página web de la Oficina de Política Nacional del SIDA (ONAP, en sus siglas en inglés) lleva sin actualizarse desde que tomó el poder.
Por último, han recriminado a Donald Trump por no haber nombrado aún a nadie para dirigir este organismo en los más de 130 días que lleva en la Casa Blanca, algo perjudicial según los expertos que han renunciado ya que “nadie tiene la tarea de presentar con regularidad al presidente y sus asesores las cuestiones más importantes relacionadas con esta crisis de salud pública”.
Los seis renunciantes recuerdan, además, que el anterior presidente estadounidense, Barack Obama, nombró a un director para la ONAP cuando apenas llevaba 36 días en su cargo. Y su administración elaboró, en un plazo de 18 meses, la “primera estrategia comprensiva de VIH/Sida en los Estados Unidos”.
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