Recientemente se ha dado a conocer el ‘Informe de Progreso de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2023 (EDS 2030)’ de la conocida como Agenda 2030 -pendiente ahora del nuevo Gobierno-. Esta estrategia impulsada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez se define como un plan de acción “a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”. En lo que se refiere a la Sanidad, establece una serie de actuaciones dirigidas a revertir la crisis de los servicios públicos y facilitar su acceso a la población. De este modo, considera que unos recursos sanitarios de calidad no solo salvan vidas, sino que “constituyen una apuesta necesaria para afianzar nuestra democracia”.
En base a esta idea, el documento plantea un análisis de situación del Sistema Nacional de Salud como un "pilares fundamental del estado del bienestar", para lo que insta a reforzarlo con inversión pública para garantizar su calidad, la equidad y la accesibilidad, y proteger así tanto la salud individual como colectiva. Un aumento presupuestario público en Sanidad que presentó el 7,3% del PIB en 2021, todavía por debajo de la media europea (8,1%), pero que muestra una tendencia positiva que reduce la distancia con nuestros países vecinos en comparación con los años previos a la pandemia de Covid-19, según los datos del Ministerio de Sanidad. Esta crisis sanitaria se reflejó también en un aumento de la mortalidad en nuestro país y supuso listas de espera en el SNS más largas.
OBJETIVOS ESTRATÉGICOS
El EDS 2030 focaliza su marco de actuación en Sanidad en 5 principales objetivos: Garantizar el derecho a la salud y al bienestar, reforzar la Atención Primaria, velar por la equidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS), abordar la salud mental y fomentar la alimentación saludable. En este sentido define, en primer lugar, la garantía de blindar los principios de universalidad, equidad y cohesión en los que se sustenta el sistema sanitario nacional; apostando por más recursos e investigación médica, en un trabajo conjunto entre el Gobierno central y las administraciones autonómicas. Así, aboga por reforzar las capacidades del SNS ante los retos que plantea el futuro para la oportuna prestación de asistencia sanitaria de los españoles.
Entre los principales desafíos que enumera el documento encontramos; los demográficos, como el envejecimiento de la población, la creciente cronicidad o la dependencia
Entre los principales desafíos que enumera el documento encontramos; los demográficos, como el envejecimiento de la población, la creciente cronicidad o la dependencia; los sociales y ambientales, como los efectos del cambio climático y la polución en la salud; los económicos, que afectan a la sostenibilidad y eficiencia de los servicios sanitarios; o los tecnológicos. Por tanto, el abordaje de estas realidades marca uno de los objetivos estratégicos en la inversión por parte del Ejecutivo, persiguiendo limar también las desigualdades territoriales entre CC.AA. en relación a la calidad asistencial y el acceso a los servicios.
La Atención Primaria constituye otro importante campo de actuación en la EDS 2030. No en vano, el primer nivel asistencial es el más damnificado por las necesidades derivadas del envejecimiento de los pacientes, el incremento de las enfermedades crónicas o la dependencia. Todo ello en un contexto de creciente necesidad de mejora en las condiciones laborales de sus profesionales y de escasez de efectivos en plantilla de Medicina de Familia y Comunitaria. Unas metas que han tenido respuesta con la aplicación del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, aprobado en el Consejo Interterritorial del SNS, para dotar de más recursos a las CC.AA.
Las líneas maestras de este objetivo pasan por la gestión directa del SNS, limitando la gestión por parte de terceros a limitadas circunstancias
Consolidar la equidad, la universalidad y la cohesión del SNS forma parte también de la política englobada en la Agenda 2030. Una estrategia que el Gobierno socialista ha dejada paralizada tras la imposibilidad de sacar adelante una iniciativa legislativa en el parlamento. Las líneas maestras de este objetivo pasan por la gestión directa del SNS, limitando la gestión por parte de terceros a limitadas circunstancias; una cartera única común de servicios; o blindar la asistencia a los españoles residentes en el extranjero, sus familiares, así como los extranjeros en suelo español.
Del lado de la salud mental, el plan estratégico resalta que en los últimos tiempos viene adquiriendo un mayor peso en el debate social la necesidad de proteger la salud emocional de los ciudadanos. No en vano, tras los estragos de la pandemia estas problemáticas han adquirido mayor visibilidad y relevancia, poniendo de manifiesto las carencias de nuestro sistema en este ámbito. Una prioridad que se ha traducido en la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud 2022-2026, a través del Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024.
Cabe mencionar la puesta en marcha de la Línea 024, un teléfono gratuito enfocado en ayuda y atención a la conducta suicida
Entre las líneas de actuación de este plan encontramos: el refuerzo de los recursos humanos destinados a salud mental; la optimización de la atención integral en todos los ámbitos del SNS; la sensibilización y lucha contra la estigmatización de los afectados; el abordaje de los problemas mentales en contextos de mayor vulnerabilidad; entre otros aspectos que inciden en la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida. En este último aspecto, cabe mencionar la puesta en marcha de la Línea 024, un teléfono gratuito enfocado en ayuda y atención a la conducta suicida.
Un último elemento en el que la EDS 2030 plantea avanzar para la mejora de la salud de la población está centrado en la alimentación. Una circunstancia que tiene gran influencia desde temprana edad. En esta línea, según los datos facilitados desde el Ministerio de Sanidad, cuatro de cada diez niños y niñas, y tres de cada diez adolescentes en España presentan sobrepeso, lo que multiplica el riesgo de que puedan desarrollar enfermedades crónicas en edad adulta. Ante esta alarmante realidad, se han planteado actuaciones como Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil, o el Plan Estratégico de Seguridad Alimentaria y Nutrición 2023-2030, así como otras iniciativas europeas por desplegar en la próxima década.