Desde 2005, todas las formas de amianto están prohibidas en la Unión Europea. Sin embargo, existen un número importante de edificios en los que este componente está presente, especialmente en los más antiguos. Por ello, y para tratar de paliar los daños que provoca esta sustancia cancerígena, la Comisión Europea ha impulsado esta semana dos acciones como parte de un “enfoque global”.
El objetivo de estas dos medidas, según destaca la institución que lidera Ursula von der Leyen, es “proteger mejor contra el amianto a las personas y al medio ambiente y garantizar un futuro sin amianto y al mismo tiempo unas condiciones de vida y de trabajo dignas”.
La Comisión propone reducir “significativamente” el valor límite de exposición profesional al amianto: desde 0,1 actual hasta 0,01 fibras por centímetro cúbico (f/cm³)
Por un lado, se ha emitido una Comunicación que aborda el amianto de manera global “desde la mejora del diagnóstico y el tratamiento de enfermedades provocadas por el amianto, pasando por la detección y la eliminación segura, hasta el tratamiento de residuos que lo contengan”. Por otro, han planteado una modificación de la Directivasobre el amianto en trabajo “a fin de mejorar la protección de los trabajadores reduciendo significativamente el límite de exposición profesional”.
ACCIONES CONCRETAS
El establecimiento de un “enfoque global” supone, entre otras medidas específicas, la consulta sobre la inclusión de más enfermedades relacionadas con el amianto en el listado de enfermedades profesionales o la propuesta para reducir “significativamente” el valorlímitedeexposición profesional al amianto (desde 0,1 hasta 0,01 fibras por centímetro cúbico (f/cm³).
Otra acción significativa será presentar una propuesta legislativa sobre el cribado y el registro de amianto en los edificios, así como un enfoque normativo “para introducir registros digitales de edificios” con datos “desde el diseño hasta la construcción y la demolición”. Para garantizar su eliminación segura, se revisará el protocolo de gestión de residuos y se estudiarán las prácticas de esta gestión. Igualmente, pondrán en marcha una campaña de sensibilización.
Una vez sea aprobada la modificación de la Directiva, los Estados tendrán un plazo de dos años para transponerla a su ordenamiento jurídico
Todas estas iniciativas, junto a otras acciones aprobadas por la Comisión relacionadas con la prevención y el tratamiento de enfermedades, tienen como fin “acercarnos al objetivo de luchar contra el cáncer”. Además, destacan, creará “unas condiciones de competencia equitativas para las empresas que operan en toda la UE” y la reducción de los costes de asistencia sanitaria.
CONTRA EL CÁNCER LABORAL
Según subraya la Comisión Europea, hasta el 78% de los casos de cáncer profesional reconocidos en la UE tienen relación con el amianto. “Las fibras de amianto suspendidas en el aire, cuando se inhalan, pueden provocar, por ejemplo, mesotelioma y cáncer de pulmón, con un periodo medio de treinta años entre la exposición y los primeros signos de enfermedad”, exponen.
Y con el propósito de acelerar la implementación de estas actuaciones, la Comisión ha anunciado que solicitará la “aprobación rápida” de la propuesta de modificación de la Directiva sobre el amianto en el trabajo. Antes de eso, deberá ser debatida por el Parlamento Europeo y por los Estados miembros. Una vez que sea aprobada, los Estados tendrán un plazo de dos años para transponerla a su ordenamiento jurídico.
“La Directiva que proponemos hoy reducirá drásticamente los niveles de exposición de los trabajadores y ofrecerá formación y orientación a los empresarios”, ha declarado el comisario de Empleo y Derechos Sociales de la UE, NicolasSchmit. Mientras, Stella Kyriakides, comisaria de Salud, ha apuntado que las propuestas anunciadas “son otro resultado importante de nuestro Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer”.