Cada 9 de mayo los europeos recordamos la paz y la unidad en Europa. Una fecha clave en nuestra historia, que conmemora la firma, hace ya 73 años, de la Declaración de Schuman. Tras la Segunda Guerra Mundial, este tratado prometió traer la armonía a los países europeos y comenzar un camino de mayor cooperación entre las distintas naciones. Siete décadas después, esta coordinación se ha evidenciado durante la última crisis sanitaria con la gestión del coronavirus, y Europa va encaminada a su nuevo reto: fomentar una Unión Europea de la Salud.
“Construiremos los cimientos de una Unión Europea de la Salud más fuerte en la que 27 países trabajen juntos para detectar, prepararse y responder colectivamente”. Este, según declaraba Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, es el compromiso de la unión con la salud de los europeos.
Para alcanzar estas metas, la Comisión Europea “está construyendo una Unión Europea de la Salud fuerte, en la que todos los países de la UE se preparen y respondan juntos a las crisis de salud, los suministros médicos estén disponibles, sean asequibles e innovadores, y los países trabajen juntos para mejorar la prevención, el tratamiento y el cuidado posterior de enfermedades como el cáncer”.
La Comisión Europea está construyendo una Unión Europea de la Salud fuerte, en la que todos los países de la UE se preparen y respondan juntos a las crisis de salud
Estas tres últimas cuestiones son, precisamente, las acciones clave para la UE en materia sanitaria. La primera de ellas, preparación para crisis, se centra en la planificación para futuras amenazas transfronterizas para la salud. En este sentido, la comisión aprobó a finales del pasado año el Reglamento sobre amenazas transfronterizas graves para la salud.
Con esta normativa se garantiza una sólida planificación de la preparación y un sistema de vigilancia más integrado, una mejor capacidad para una evaluación precisa del riesgo y una respuesta específica, mecanismos sólidos para la adquisición conjunta de contramedidas médicas, y la posibilidad de adoptar medidas comunes a nivel de la UE para hacer frente a futuras amenazas transfronterizas para la salud.
La comisión aprobó también en este sentido nuevos reglamentos para el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA). Así, el ECDC ya no solo emitirá recomendaciones a los estados, también albergará una nueva red de laboratorios de referencia de la UE y establecerá un grupo de trabajo de salud de la UE para poder intervenir con rapidez ante alertas. En cuanto a las novedades en HERA, el nuevo reglamento establece la creación de una Junta de Crisis de Salud que coordinará el suministro y el acceso a las contramedidas médicas. El reglamento también permite la activación de las instalaciones de la UE, los planes de investigación e innovación de emergencia y el acceso a la financiación de emergencia.
Con esta normativa se garantiza una sólida planificación de la preparación y un sistema de vigilancia más integrado
La comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, aseguraba que, con estos reglamentos, “los pilares centrales de nuestra Unión Europea de la Salud ya están establecidos”.
La segunda acción clave de la UE en cuanto a Salud está centrada en materia farmacéutica. De hecho, recientemente se ha presentado la mayor reforma de la legislación farmacéutica en los últimos 20 años. Esta estrategia pretende la creación de un mercado único de medicamentos, reducir la carga administrativa para que lleguen antes, que sean más asequibles y que no haya escasez, hacerlos más sostenibles y reducir la resistencia a los antimicrobianos.
Con estos reglamentos, los pilares centrales de nuestra Unión Europea de la Salud ya están establecidos
La tercera de las claves tiene que ver con la lucha contra el cáncer. Para ello, la comisión ha creado el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. Este plan incluye un nuevo enfoque de la UE en cuanto a prevención que “ayudará a los Estados miembros a lograr, de aquí a 2025, que el 90% de la población de la Unión que cumpla los requisitos, pueda someterse a un cribado de cáncer de mama, de cuello del útero o colorrectal”. El plan también amplía los cribados para incluir el cáncer de pulmón, de próstata y, en determinadas circunstancias, el gástrico.
Dentro del plan también destaca también la atención a los factores prevenibles como lograr una generación sin tabaco, reducir el consumo nocivo de alcohol, disminuir la contaminación ambiental y mejorar los conocimientos y la alfabetización en materia de salud para promover estilos de vida más saludables. Además, el plan se centra también en la igualdad de acceso al diagnóstico y al tratamiento.
SEGURIDAD SANITARIA MUNDIAL
Más allá de todos estos retos y objetivos, la Unión Europea de la Salud también contempla una Estrategia de Salud Global. “La estrategia Global Gateway es un modelo de cómo Europa puede construir conexiones más resistentes con el mundo”, afirmaba Von der Leyen.
Esta estrategia reemplaza la anterior normativa de 2010 y establece tres prioridades para hacer frente a los desafíos de salud global: mejorar la salud y el bienestar de las personas a lo largo del curso de la vida, fortalecer los sistemas de salud y promover la cobertura universal de salud y prevenir y combatir las amenazas para la salud, incluidas las pandemias, aplicando un enfoque deOne Health.