La evidencia científica ha demostrado que practicar actividad física de forma regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles como las cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes e incluso varios tipos de cáncer. El ejercicio previene además la hipertensión, contribuye a mantener un peso corporal saludable y es bueno para mejorar la salud mental y la calidad de vida.
La actividad física es fundamental en el mundo cada vez más sedentario en el que vivimos, más si tenemos en cuenta que cada dos segundos muere una persona como consecuencia de una enfermedad no transmisible y que el sobrepeso y la obesidad se han convertido ya en la “pandemia silenciosa” del siglo XXI. Hechos que no solo tiene importantes consecuencias para la salud de la población, sino que además impactan de forma cada vez más feroz en los sistemas sanitarios y economías.
En el caso concreto de la Unión Europea (UE) el 45% de las personas declara que nunca realiza ningún tipo de actividad física o deporte. Una de cada tres personas reporta niveles insuficientes de actividad física de acuerdo con la última encuesta específica del Eurobarómetro. Una situación acuciante que está empeorando la salud de millones de personas y que sobrecarga de forma significativa las economías del viejo continente.
Razón por la que la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, en colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE”, ha lanzado el informe “¡Demos un paso adelante! Abordar la carga de la actividad física insuficiente en Europa”. Un documento focalizado en cómo aumentar los niveles de actividad física de los europeos hasta los umbrales recomendados y prevenir miles de muertes prematuras, así como permitir el ahorro de miles de millones de euros en gastos de atención sanitaria.
“La actividad física regular es una de las cosas más importantes que las personas pueden hacer para tener una vida saludable. No solo reduce significativamente el riesgo de numerosas enfermedades no transmisibles, sino que también mejora la salud mental y aumenta el bienestar”, declara a través de un comunicado el doctor Kremlim Wickramasinghe, jefe de la Oficina Europea para la Prevención y el Control de Enfermedades No Transmisibles de la OMS.
Alemania, Italia y Francia tienen la mayor carga de actividad física insuficiente en el gasto sanitario de la Unión Europea
“La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana y cada movimiento cuenta para una mejor salud. Nuestro último informe muestra que si todos en la Unión Europea cumplieran con los niveles de actividad física recomendados por la OMS se podrían evitar más de 10.000 muertes prematuras cada año”, añade.
Ahondando en los datos del referido informe vemos que incrementar la actividad física hasta los mínimos fijados por la OMS podría evitar en la Unión Europea 11,5 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles para el año 2050, incluyendo 3,8 millones de casos de enfermedades cardiovasculares, 3,5 millones de casos de depresión, casi un millón de casos de diabetes tipo 2 y más de 400.000 casos de diferentes tipos de cáncer. En este sentido la OMS Europa incide en que si se alcanzase la meta de los 300 minutos de actividad física semanales se podrían evitar otros 16 millones de casos de enfermedades no transmisibles.
El informe plantea también los beneficios económicos potenciales que supondría llegar a los umbrales mínimos de actividad física. Estos se han calculado en base al aumento de la actividad física en paridades de poder adquisitivo (PPA, por sus siglas en inglés), las tasas de conversión de moneda que intentan igualar el poder adquisitivo de diferentes divisas eliminando las diferencias en los niveles de precios entre países.
De este modo se observa que Alemania, Italia y Francia tienen la mayor carga de actividad física insuficiente en el gasto sanitario de la Unión Europea. El informe estima que estos tres países gastarán una media de 2.000 millones de euros PPA, 1.300 millones y 1.000 millones, respectivamente, en el tratamiento de enfermedades con una actividad física insuficiente entre los años 2022 y 2050.
“Nuestro estudio de modelado muestra claramente que aumentar los niveles de actividad física no solo es excelente para la salud, sino que creará un efecto positivo para la economía de cualquier país, generando 1,7 euros en beneficios económicos por cada euro invertido”, ha afirmado Michele Cecchini, directora del Programa de Trabajo de la OCDE sobre Salud Pública.
En general, si los países de la Unión Europea abordasen la inactividad física en toda la población podrían ahorrarse un media del 0,6% de su presupuesto sanitario. Cifra que supone cerca de 8.000 millones de euros PPA anuales. Esto supone más del gasto total anual en atención médica de Lituania y Luxemburgo combinados.
“Muchos países ya han dado pasos prometedores en esta dirección. Pero todavía hay muchas oportunidades para aprender de los éxitos de los demás. Por ejemplo, los programas que promueven los viajes activos a la escuela o el trabajo tan sólo están presentes en 14 y 17 Estados miembros de la Unión Europea, respectivamente.