La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) ya ha comenzado oficialmente. Se espera que esta cumbre mundial traiga nuevas líneas de acción para paliar las consecuencias del cambio climático y la primera de las medidas que ya se han adoptado tiene que ver con el fondo de pérdidas. Concretamente, la presidencia española de la UE ha anunciado que los países miembros de la Unión aportarán, al menos, un total de 225 millones de euros a este fondo. Se trata de un fondo para los daños y las pérdidas que se derivan de la situación climática y afectan a los países vulnerables que además no son responsables de la propia crisis.
Con este comienzo parece que el encuentro de este año tendrá un calado trascendental. Tanto es así, que este año, y por primera vez en la historia, se va a celebrar un Día de la Salud en esta cumbre. Esta cita, que tendrá lugar este domingo 3 de diciembre, servirá para enfatizar los riesgos que tiene para la salud el cambio climático, teniendo en cuenta la calidad del aire o la pérdida de la biodiversidad, así como la necesidad de reducir la huella de carbono del sector y construir sistemas de salud resilientes frente a los desastres relacionados con el clima.
Según se explica desde la propia COP28, El Día de la Salud se centrará en 5 temas clave. El primero de ellos se centrará en mostrar una base de evidencia y vías de impacto claras entre el cambio climático y la salud humana. También se buscará abordar la promoción de "argumentos de salud para la acción climática" y señalar los beneficios colaterales de la mitigación para la salud. La tercera de las claves será destacar necesidades, barreras y mejores prácticas para fortalecer la resiliencia climática de los sistemas de salud. Igualmente, se quiere poner sobre la mesa la identificación y ampliación de medidas de adaptación para abordar los impactos del cambio climático en la salud humana a través de One Health. Finalmente, se tomarán también medidas en el nexo entre salud y socorro, y recuperación y paz.
“La estabilización y reducción de los gases de efecto invernadero promoverá la salud"
“La estabilización y reducción de los gases de efecto invernadero promoverá la salud y resultados positivos, incluso en materia de seguridad alimentaria y nutrición, agua, saneamiento e higiene, calidad del aire y exposición a contaminantes. Cuando se diseñan bien, las políticas climáticas pueden desempeñar un papel importante en la protección y promoción de la salud pública”, se explica desde la COP28.
En la primera sesión de apertura se espera que se anuncien nuevosprogramas de financiación para la salud y el clima en respuesta a las prioridades y necesidades de los países. “Se mostrarán los compromisos y avances concretos por parte de gobiernos, organizaciones internacionales, bancos de desarrollo, organizaciones filantrópicas y el sector privado. Además, el evento también promoverá una comprensión común de lo que constituye la financiación de salud y clima y mejorará la coordinación de los esfuerzos de financiación de la salud y el clima”, se ha explicado.
No en vano, son muchas las entidades internacionales que alertan de los efectos que el cambio climático puede tener en la salud. Uno de sus efectos adversos más peligrosos es el del aumento de la temperatura. Desde el Observatorio Europeo de Clima y Salud se alerta de que es probable que los aumentos de la temperatura, y la intensidad y la duración de las olas de calor tengan graves repercusiones en la salud pública. Un peligro aún mayor entre las personas de edad avanzada. De hecho, a nivel mundial, durante los últimos 20 años, la mortalidad relacionada con el calor en personas mayores de 65 años casi se ha duplicado y llegó a alcanzar las 300.000 muertes en 2018. Desde entonces, las muertes han aumentado en más de un 30%. Esta entidad también explica que la exposición al calor puede tener efectos directos, como el estrés por calor o la deshidratación, pero también efectos indirectos, como un empeoramiento de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, enfermedades renales o trastornos electrolíticos.
Ya hemos alcanzado las temperaturas globales más altas en más de 100.000 años
Igualmente, un reciente estudio de The Lancet, el “Lancet Countdown”, ha supervisado la evolución de los efectos del cambio climático en la salud, revelando tendencias alarmantes en el año 2023. Además, estos efectos que de por sí ya son negativos, podrían empeorar en los próximos años si no se toman medidas. La salud de las personas “está a merced” de los combustibles fósiles, se explica. Así, y con las temperaturas globales más altas en más de 100.000 años, los grupos vulnerables como los ancianos y los niños pequeños se enfrentan a una mayor exposición a las olas de calor, sequías y enfermedades infecciosas que se propagan. Además, las pérdidas económicas y el colapso de los sistemas de salud “comprometen nuestra resiliencia y amplifican las desigualdades sanitarias mundiales”.
Según el informe, en el último año ha aumentado la superficie terrestre mundial afectada por sequías extremas desde el 18% en los años 1951–60, hasta el 47% en los años 2013–22. Esto pone en peligro la seguridad hídrica, sanitaria y alimentaria de toda la población. En este sentido, la mayor frecuencia de olas de calor y sequías se asoció en el año 2021 con 127 millones de personas en riesgo de desnutrición y efectos irreversibles en la salud. Además, las temperaturas también fomentan el riesgo de contraer enfermedades infecciosas potencialmente mortales como el dengue, la malaria, o la fiebre del Nilo Occidental.
Esto también provoca que los sistemas de salud se sobrecarguen, especialmente en los países más vulnerables. En consecuencia, aquellos países que históricamente son los que menos han contribuido al cambio climático están soportando la peor parte de sus impactos en la salud. “Los riesgos para la salud de un mundo 2°C más cálido subrayan el imperativo sanitario de acelerar la acción contra el cambio climático”. The Lancet también lamenta que “años de advertencias científicas sobre la amenaza a la vida de las personas se han topado con acciones tremendamente insuficientes, y las políticas aplicadas hasta la fecha han encaminado al mundo hacia casi 3°C de calentamiento”. Con estas perspectivas, se espera que los avances sean más ambiciosos en los próximos años.