La portavoz socialista de Consumo, Begoña Tundidor, la portavoz de la Comisión mixta para el estudio del problema de las Drogas, María Aurora Flórez, y la portavoz adjunta de Sanidad, Miriam Alconchel, han presentado en el Congreso una proposición no de ley relativa a la adición a los videojuegos, junto a representantes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar).
Los socialistas instan al Gobierno, en el marco de sus competencias y en colaboración con las comunidades autónomas, a "realizar estudios para conocer la incidencia real del problema y los datos de prevalencia que permitan un diagnóstico e intervención precoz".
Asimismo, proponen realizar campañas de sensibilización y formación para padres, tutores y educadores sobre los diversos riesgos, especialmente para los menores, en relación con las adicciones a los videojuegos. También, promover el fomento de actividades alternativas.
Algunos estudios universitarios sobre el abuso de Internet han señalado una tasa de prevalencia entre el 3,7% y el 9,9%, así como que entre el 6,1% y el 8,2% de los adolescentes españoles podrían ser adictos a los videojuegos
La iniciativa contempla también la obligación de que se indique expresamente en el etiquetado y la publicidad si los videojuegos llevan asociados micropagos. Además, se reclama que, en la clasificación por edades del código del sistema Pan European Game Information (Pegi) se establezca expresamente que los videojuegos con micropagos asociados tengan clasificación para mayores de 18 años.
Con esta iniciativa, los socialistas se hacen eco de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud, que recientemente ha incluido el trastorno del videojuego y el juego nocivo en el borrador de su Clasificación Internacional de Enfermedades como un trastorno por comportamiento adictivo.
En España, aun cuando existe un déficit de conocimiento sobre la magnitud del problema, algunos estudios universitarios sobre el abuso de Internet han señalado una tasa de prevalencia entre el 3,7% y el 9,9%, así como que entre el 6,1% y el 8,2% de los adolescentes españoles podrían ser adictos a los videojuegos.