El Parlamento Europeo ya ha dado luz verde al informe sobre la posición del Consejo acerca de los presupuestos generales de la Unión Europea para el año 2024. La resolución se ha aprobado con 424 votos a favor, 101 en contra y 102 abstenciones. Durante estos meses, las comisiones han ido aprobando también sus aportaciones, ejemplo de ello es la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.
Desde el grupo se han formalizado algunas aportaciones que, a ojos de sus miembros, sería deseable incluir en estos presupuestos. Así, la comisión subraya la necesidad de “acelerar la transición ecológica”. De hecho, afirma que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son la mayor amenaza múltiple para la seguridad a largo plazo de la unión, por lo que esta aceleración “reforzará la autonomía estratégica, la seguridad económica y la resiliencia de la unión a largo plazo, mejorando el bienestar de sus ciudadanos”.
También en este sentido solicitan la integración del cambio climático en todas las políticas y los programas que financie la unión “para permitir una respuesta rápida a emergencias como las recientes inundaciones, incendios, pandemias y otros acontecimientos imprevistos”. Igualmente, piden la plena ejecución del plan REPowerEU y del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Como se desprende del informe, desde la comisión de salud pública se da una importancia especial a la transición ecológica, y piden también un compromiso para que la unión sea climáticamente neutra a más tardar en 2050, y se lleven a cabo el Acuerdo de París, el Acuerdo de Kunmin-Montreal, el Pacto Verde Europeo y Octavo Programa de Acción en materia de Medio Ambiente.
La comisión subraya la necesidad de acelerar la transición ecológica
Por otro lado, la comisión solicita que se eliminen “las subvenciones perjudiciales”, es decir, las que no sean “coherentes” o sean “incompatibles” con el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 °C. Asimismo, subrayan que el presupuesto para 2024 debe incluir “esfuerzos adicionales” para que se cumpla el objetivo de gasto establecido para la biodiversidad, puesto que desde el 2021 se ha producido un déficit de financiación en este ámbito de unos 18.690 millones al año, “situación que debe remediarse cuanto antes”. Esta comisión también “espera” que la UE lleve a cabo un seguimiento de los gastos relacionados con el clima y que “se siga trabajando para diferenciar entre mitigación del cambio climático y adaptación al mismo”. Así, instan a que, cuando se presente el presupuesto se publiquen los importes y los porcentajes de los gastos que contribuyan a los objetivos del medio ambiente y del clima.
Igualmente, desde la Comisión de Salud Pública, si bien se “acoge con satisfacción la revisión de la legislación farmacéutica de la unión”, también “recuerdan” que la UE “debe hacer frente a la escasez de medicamentosy a los cuellos de botella de la cadena de suministro”. También han resaltado que se debe tener en cuenta que los sistemas sanitarios de los países miembros están sobrecargados por los años de pandemia, y por ello piden que se incremente la inversión pública “para hacer frente a las necesidades médicas no satisfechas en la Unión y desarrollar antibióticos de próxima generación”.
También apremian a que los presupuestos sigan apoyando algunas agencias “cuyas funciones se están incrementando en estos tiempos de circunstancias sin precedentes”. Estas entidades serían la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Todas ellas, “deben” contar con una financiación y un personal adecuados. De lo contrario, advierten, “se podría poner en peligro, entre otras cosas, la salud pública y la creación de la Unión Europea de la Salud apuntalada por el Espacio Europeo de Datos Sanitarios”.
“La UE debe hacer frente a la escasez de medicamentos y a los cuellos de botella de la cadena de suministro”
En su informe, la comisión destaca la importancia de reforzar la sostenibilidad y la resiliencia de los sistemas sanitarios, “reduciendo al mismo tiempo las disparidades en el acceso igual y equitativo a la atención sanitaria y a los medicamentos”. Para ello hace hincapié en que los gastos relacionados con la salud deben seguir los conceptos “Una sola salud” y “La salud en todas las políticas”. Uno de los programas que se destaca en este ámbito es el Plan contra el Cáncer, para el que se debe “garantizar una financiación adecuada”. Se reivindican además nuevas medidas y financiación para abordar las cuestiones relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos.
En cuanto a la Unión Europea de la Salud y el programa UEproSalud, se pide también un incremento de la aportación en los presupuestos 2024. “Deben destinarse recursos suficientes para aumentar las inversiones en investigación y desarrollo, y en la mejora de la preparación ante las pandemias y su gestión”. La comisión además ha dejado patente su “preocupación” por el hecho de que más del 50 % del presupuesto de UEproSalud se asignara a gastos operativos de la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (DG HERA) de la Comisión, y “lo lamenta”. En este ámbito también destacan la importancia de mejorar los recursos propios de la UE para financiar los objetivos en materia de salud y “contribuir a la recuperación de la deuda correspondiente a NextGenerationEU”.
Finalmente, instan a estudiar nuevas medidas de apoyo para reforzar laindependencia estratégica de la unióny reducir su dependencia de terceros países en relación con la producción de medicamentos esenciales. Concluyen afirmando que “el presupuesto de la Unión ocupa un lugar central en la transición y es un factor clave para una Unión más ecológica, sostenible, más resiliente, competitiva y más socialmente inclusiva en la que el acceso a la asistencia sanitaria sea equitativo y universal”.