Hace ya varios años, antes incluso de tomar conciencia de las carencias que florecieron con la irrupción de la pandemia del Covid-19, que las instituciones europeas llevan impulsando medidas centradas en avanzar en la digitalización de todos los sectores, incluido el sector sanitario. No obstante, la propia crisis del coronavirus ha frenado la puesta en marcha de estos avances.
Es por ello por lo que el Consejo Europeo ha redoblado los esfuerzos para agilizar la transformación digital de la UE. Y lo ha hecho adoptando recientemente el programa estratégico ‘Itinerario hacia la Década Digital para 2030’, donde establece metas concretas en el ámbito de la digitalización con el ánimo de que tanto la propia UE como los Estados miembros las alcancen antes de ese fecha.
Las instituciones europeas instan a lograr que de aquí a 2030 “el 100% de los ciudadanos de la UE tenga acceso a sus historiales médicos electrónicos
Dentro de las áreas de actuación, hay una sobre la digitalización de los servicios públicos que incumbe en parte a los sistemas sanitarios de todos los países europeos. Por ahora, y más allá de medidas concretas que se reflejen sobre una estrategia final, las instituciones europeas se han marcado dos grandes objetivos que beneficiarán al conjunto de la sanidad y a sus usuarios.
Por un lado, en una decisión conjunta del Parlamento Europeo y del Consejo, instan a que se dé una prestación “del 100% accesible en línea” de los servicios públicos esenciales, entre los que se ubica la sanidad, y “cuando sea posible” que los ciudadanos interactúen con las administraciones públicas. Y, por otro lado, se proponen que de aquí a 2030 “el 100% de los ciudadanos de la UE tenga acceso a sushistoriales médicos electrónicos”.
GUIÑO A LA SANIDAD RURAL Y A LA BRECHA DIGITAL
Sobre el primer objetivo, la decisión de las instituciones europeas subraya que se ha de garantizar “que todas las personas puedan participar en línea en la vida democrática, y que los servicios públicos, los serviciossanitarios y los servicios asistenciales también sean accesibles en un entorno en línea fiable y seguro para todos”.
De forma particular se refieren a beneficiar a “los grupos más desfavorecidos, incluidas las personas con discapacidad y las personas en zonas rurales y remotas”, a través de “la oferta de servicios y herramientas inclusivos, eficientes, interoperables y personalizados con altos niveles de seguridad y privacidad”. Además, apuestan por que todos los ciudadanos “puedan interactuar digitalmente con las administraciones públicas”.
Apuestan por reforzar el acceso en línea a servicios sanitarios para personas en zonas rurales y se propone que un mínimo del 80% de personas de 16 a 74 años tenga capacidades digitales básicas
Con respecto al segundo de los objetivos, tanto el Parlamento como el Consejo afirman que los servicios públicos esenciales, incluidos los mencionados historiales médicos electrónicos, “deben ser plenamente accesibles, con carácter voluntario, y constituir un entorno digital de la mejor calidad que preste servicios y herramientas de fácil uso, eficientes, fiables y personalizados, con altos niveles de seguridad y privacidad”.
Por otro lado, estos órganos europeos también quieren combatir la llamada brecha digital, que afecta de forma considerable en España a los usuarios de los servicios sanitarios, principalmente a las personas mayores. Para tratar de reducir las dificultades en el acceso a los procedimientos digitales sanitarios, se han propuesto que para el 2030 “un mínimo del 80% de las personasde entre 16 y 74 años tenga al menos, capacidades digitales básicas”.
PASOS A SEGUIR
Tras tomarse esta decisión por la que se ha establecido el programa estratégico de la Década Digital para 2030, el próximo paso será su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea “en los próximos días” y su entrada en vigor “a los veinte días de su publicación”.
Al margen de ello, la Comisión Europea tiene el encargo de “colaborar con las partes interesadas”, incluyendo a la sociedad civil, los agentes públicos y privados o los organismos de derecho público de sectores como la sanidad, la educación o la formación, para “consultarles sobre las medidas que permitan acelerar la transformación digital”.
Además, la institución que actualmente dirige Ursula von der Leyen deberá revisar las metas digitales definidas “a más tardar el 30 de junio de 2026”. Tras ello, presentará un informe con los resultados de la revisión y presentar una propuesta legislativa de modificación de dichas metas “cuando lo considere necesario”. Aún así, anualmente deberá exponer al Parlamento Europeo y al Consejo un “informe exhaustivo sobre el estado de la Década Digital” con las avances identificados.