Hacía años que el Ministerio de Sanidad no lideraba una campaña informativa de prevención del tabaquismo. De 2007 a 2017 esta labor quedó paralizada. La última, ‘El tabaco ata y te mata. En todas sus formas’ presentada el pasado mes de septiembre por María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad en funciones, que tenía como objetivo alertar del riesgo para la salud que supone cualquier forma de tabaco, entre ellas, los cigarrillos electrónicos, sigue trayendo cola.
Pese a que en muchas ocasiones se ha asociado este método a una nueva forma de dejar de fumar o a una alternativa más saludable, Sanidad insiste en que “su seguridad y eficacia como ayuda para dejar de fumar no han sido demostradas”.
En este sentido, desde el departamento que lidera Carcedo la han emprendido contra el cigarrillo electrónico y han tratado de equipararlo a consumir tabaco convencional, redundando en que “aunque puedan parecer diferentes, están asociados a los mismos efectos perjudiciales para la salud que los cigarrillos convencionales”.
El Ministerio ha reconocido el "error" cometido en su campaña contra el tabaco al incluir el vapeo como un modo más de fumar
Ahora, en medio de la polémica, el Ministerio ha reconocido el "error" cometido en su campaña contra el tabaco al incluir el vapeo como un modo más de fumar.
Precisamente, desde el propio Ministerio al difundir la campaña y en la presentación de la misma, por parte de la ministra de Sanidad en funciones, se puso el acento en destacar el “grave error y la falsedad de comparar vapear con fumar”.
Aún así, el gobierno de Pedro Sánchez se ha negado a retirar o modificar la campaña y ha optado por beneficiar a gigantes farmacéuticas como Pfizer, farmacéutica encargada de producir Champix, uno de los fármacos que hay en el mercado para ayudar a dejar de fumar y que el Sistema Nacional de Salud financiará a partir del próximo 1 de enero de 2020.
De esta forma, Sánchez inyectará millones de euros públicos y privados que, en lugar de poner en la diana al tabaco, tienen como objetivo el cigarrillo electrónico.
Pero, además, la decisión del Ministerio de Sanidad no solo beneficia en exclusividad a Pfizer durante los dos próximos años, sino que tendrá un doble impacto en el 2021, año que expira la patente de Champix y se convertirá en un genérico. Con esto, Pfizer se asegura exprimir al máximo los beneficios en los últimos años de la citada patente.