La pandemia del coronavirus ha lastrado de alguna u otra manera las estrategias políticas de prácticamente todos los países a nivel mundial. Igualmente ha ocurrido así con otros organismos supranacionales, como la Unión Europea, cuyo brazo ejecutivo, la Comisión, ha tenido que modificar parte de su programa con el que inició su nuevo mandato en el año 2019. Pese a ello, entre los propósitos de este ente se encuentran nuevas medidas relacionadas con la sanidad.
Precisamente esta semana, la Comisión Europea ha presentado el programa de trabajo que prevé desarrollar para el año 2021, una estrategia muy marcada por la crisis sanitaria, social y económica derivada por la pandemia de la Covid-19 pero llena de nuevas iniciativas, algunas de ellas relacionadas con el ámbito de la salud, y de revisiones legislativas con el fin de “impulsar la mayor transformación de Europa en más de una generación”.
La Comisión Europea plantea una "Unión Europea de la Salud más fuerte" reforzando el marco de la UE así como las funciones de sus agencias
Entre las más destacadas se encuentra la propuesta de creación de “una Unión Europea de la Salud más fuerte”. Y es que, a juicio del organismo que dirige Ursula von der Leyen, “la actual crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer nuestra preparación para crisis y la gestión de las amenazas sanitarias transfronterizas”. Para ello, indican que propondrán “reforzar el marco de la UE” así como “las funciones de las agencias existentes”.
Asimismo, han anunciado la creación para finales del próximo año de dos nuevas herramientas o instituciones . Por una parte, una nueva agencia europea de investigación y desarrollo biomédico y, por otra, la instauración de un Espacio europeo de datos sanitarios, con el se proponen “aprovechar los datos para una mejor atención sanitaria, una mejor investigación y una mejor formulación de políticas en beneficio de los pacientes”.
Al margen de estas nuevas iniciativas, desde la Comisión Europea darán continuidad a objetivos planteados el pasado año como una nueva estrategia farmacéutica para la UE que estará centrada “en la seguridad de la cadena de suministro de Europa” y con la que esperan garantizar “que los ciudadanos puedan confiar en medicamentos seguros, asequibles y de alta calidad”.
IMPULSAR REFORMAS EN LA OMS
Junto a estas novedosas propuestas y su idea de reforzar “el modo de vida europeo”, la Comisión Europea también se marca como objetivo establecer “una Europa más fuerte en el mundo”. En esta línea, defienden tomar dos vías: “liderando la respuesta mundial para garantizar una vacuna segura y accesible para todos o fortaleciendo el sistema multilateral global basado en normas y el bilateral asociaciones regionales y mundiales”.
La Comisión revisará la directiva europea sobre fiscalización del tabaco y evaluará la aplicación de los derechos del paciente en la asistencia sanitaria transfronteriza
Con respecto a esta última opción, desde Bruselas trasladan la “necesidad” de “liderar las reformas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) para adaptarlas a las nuevas realidades”. Así, defienden su creencia “en la fuerza y el valor del multilateralismo y la cooperación en instituciones globales”.
REVISIONES LEGISLATIVAS
En otro apartado del programa de trabajo, la Comisión enumera las iniciativas que conforman una revisión, evaluación o control de adecuación de políticas actuales y algunas de ellas están relacionadas con la sanidad. Un ejemplo es la revisión sobre la Directiva Europea sobre fiscalización del tabaco, que concluirá en el tercer trimestre de 2021 y que está enmarcada dentro de la política de “impuestos especiales”.
También está previsto que se revise el reglamento europeo sobre aditivos para su uso en la alimentación animal. Desde las instituciones europeas plantean en este sentido, crear “mecanismos para promover la innovación en aditivos para piensos, en particular aquellos que contribuyan a reducir el uso de antibióticos, mejorar el bienestar animal y mitigar los efectos del cambio climático”.
Al mismo tiempo, la Comisión asegura que evaluará la directiva 2011/24 sobre la aplicación de los derechos del paciente en la asistencia sanitaria transfronteriza con el propósito de comprobar si el acceso a dicha asistencia se ha realizado de forma “segura y de alta calidad” en otro país. Además, analizarán “los enfoques implementados por los Estados miembros en la práctica, la eficacia con la que funcionan y las áreas que todavía actúan como barreras para los pacientes que buscan atención médica a través de las fronteras”.