Esta semana se ha cumplido el cuarto aniversario de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, es decir, ese proceso conocido como el “Brexit”. Cuatro años que han servido para que el país note este cambio en materia sanitaria. Un cambio, sin embargo, que no ha sido del todo positivo según la publicación The Lancet. De hecho, un nuevo estudio de la entidad, apunta que “en definitiva, el Brexit ha sido un fracaso desde el punto de vista sanitario. Algunos de los daños causados pueden limitarse, pero otros no”.
La propia publicación hace referencia a que, además, la sanidad se utilizó como uno de los temas que se arrojaron en la campaña de salida de la UE. Concretamente, una de las campañas hacía referencia a que el país enviaba a la Unión Europea 350 millones de libras a la semana. “En su lugar, financiemos nuestro sistema sanitario”, alegaban. La Autoridad de Estadísticas del Reino Unido, no obstante, ya explicó que esta cifra no era real. Es más, la entidad apunta a que, pese a que la salida de la unión planteaba un riesgo para el sistema sanitario, “el voto a favor de salir de la UE fue mayor en aquellas comunidades cuya salud había sufrido más en los años previos al referéndum”.
Es necesario recordar que después del Brexit se produjo también la pandemia de la Covid-19 y más recientemente la invasión de Ucrania, por lo que se cortaron muchos suministros sanitarios. “Los defensores del Brexit tienen muchas opciones cuando buscan explicaciones alternativas de por qué al Reino Unido le está yendo mucho peor”, se apunta. Y es que, es difícil separar estos aspectos coyunturales de la situación sanitaria del país. No obstante, sí que se puede observar, por ejemplo, la esperanza de vida de la población, que apunta a que “la salud de la población del Reino Unido está empeorando”.
“La salud de la población del Reino Unido está empeorando”
En este sentido, se explica que el “efecto desalentador” de esta salida de la Unión en cuanto a la economía del país se refiere, ha hecho que se opte por políticas más austeras, con una consiguiente reducción en la financiación de los servicios sociales y sanitarios. A esto se suma que se han perdido oportunidades de financiación con fondos europeos de distintos proyectos sanitarios. En nuestro caso, por ejemplo, con los fondos de recuperación de la UE hemos financiado el Plan INVEAT (de renovación tecnológica) o el PERTE de Salud de Vanguardia.
The Lancet también apunta que, a pesar de esta dificultad de vincular la salida de la UE con el empeoramiento del sistema, sí que estamos viendo que las listas de espera se han duplicado desde antes de la salida. Con datos de octubre del pasado año, 7,71 millones de ciudadanos del Reino Unido están en lista de espera. Los datos de la Asociación Médica Británica (BMA) son igualmente esclarecedores. En noviembre de 2023, más de 355.000 de estos pacientes han estado esperando más de un año para recibir tratamiento, y el tiempo de espera medio para el tratamiento es de 14,4 semanas, casi el doble que antes de la pandemia.
Igualmente, debemos recordar que a comienzos de este mes se convocó una huelga de médicos que protestaron por las condiciones salariales y profesionales en las que se encuentran. El propio servicio nacional de salud (NHS, por sus siglas en inglés), reconocía que “se está trabajando arduamente para garantizar una dotación de personal adecuada en todas las vías de atención de urgencia” y que “trabajaría estrechamente con los sindicatos”. No obstante, este conflicto viene ya desde el 2022, y el pasado año, en octubre, ya se produjo otra huelga que provocó, según datos del NHS, la interrupción de 86.000 citas hospitalarias. Durante este tiempo el sistema de salud británico ha tenido también huelgas de enfermeras y del servicio de ambulancias.
“Quizás el impacto más obvio que ha tenido el Brexit sea en la fuerza laboral del NHS”
Además, “quizás el impacto más obvio que ha tenido el Brexit sea en la fuerza laboral del NHS”, se explica, ya que se tienen más dificultades para reclutar trabajadores. De hecho, hace tan solo unos días el alcalde de Londres, Sadiq Khan, político laborista contrario al Brexit desde un principio, pedía que los jóvenes pudieran moverse libremente entre la UE y el Reino Unido, e incluso proponía la creación de un acuerdo con los demás países para favorecer el movimiento de trabajadores tras la pérdida de talento de los anteriores años. Y es que, de septiembre de 2016 a septiembre de 2021, el número de enfermeras formadas en el Espacio Económico Europeo y registradas en el Reino Unido cayó un 28%, de las 38.992, a las 28.007.
El estudio abre además la posibilidad de que el proceso haya contribuido de alguna manera a la escasez de medicamentos. Concretamente, la escasez se ha duplicado desde enero de 2022 hasta enero de 2024. Si bien esto puede explicarse por los condicionantes externos mundiales de las guerras y la pandemia, y además está pasando también en otros países, sí que se alerta de que las cifras en UK parecen ser más graves. La causa podría ser que las regulaciones y nuevas normativas de suministros hayan empeorado la situación.
Además, si la UE lleva a cabo medidas de autonomía estratégica en este sentido y el país queda fuera, la situación podría incluso ir a peor. Igualmente, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido recibía financiación de la UE, de la cual ya no dispone. En definitiva, se expone, “el Brexit ha sido un fracaso desde el punto de vista sanitario” y “los daños a la salud y la economía en el Reino Unido siguen acumulándose”. Y con ello el país y la salud de su ciudadanía están viendo las consecuencias negativas. En cualquier caso, para fortalecer nuevamente la salud y el sistema, el país “debe acercarse a la UE”, se concluye.