Brasil está acaparando en los últimos días las noticias de medio mundo. El hecho no es otro que la investidura del político de extrema derecha, Jair Bolsonaro, como nuevo presidente del país.
Sin embargo, hay vida más allá de la política y las noticias que llegan relacionadas con el ámbito sanitario son positivas. Casi el 50% de la producción científica en materia de salud que se realiza en los países de Latinoamérica y el Caribe se obtiene en Brasil, con más de 18.000 artículos publicados en 2016. Esta cifra prácticamente dobla a la obtenida durante la década anterior.
Brasil ha duplicado en la última década los artículos científicos publicados
Este aumento de la producción científica sobre salud “debe ir alienado con las políticas nacionales y el apoyo transnacional para garantizar que este esfuerzo que se realiza en la investigación para la salud se traduzca en ganancias de salud y bienestar para todas las poblaciones”, afirma Luis Gabriel Cuervo, de la Unidad de Servicios y Acceso de la Organización Panamericana de la Salud a Gaceta Sanitaria.
¿Hacia dónde se dirigen los esfuerzos de investigación en materia de salud pública en los países de Latinoamérica y el Caribe? Lograr la cobertura universal a la atención sanitaria de manera justa y progresiva, fortalecer los servicios de salud materno-infantiles, aumentar la atención de problemas de salud mental, prevenir y mejorar el manejo clínico de las enfermedades crónicas…
Otro indicador que demuestra el impulso de la investigación para la salud es el incremento del número de países latinoamericanos y caribeños que han definido agendas nacionales y políticas de investigación para la salud. Algunas tienen enfoques amplios y participativos que dan una mirada integral a los temas de salud, pero otras no extienden el conocimiento a atender las necesidades de implementación y escalamiento para llegar a la población, para que las intervenciones sobre salud sean coste-efectivas, para que incorporen innovaciones y abordajes que atiendan los determinantes sociales y ambientales de la salud, y para que atiendan los desenlaces que son importantes para los beneficiarios finales. “Es importante que la perspectiva de la comunidad de beneficiarios finales de la investigación participe y se apropie de estos procesos”, concluye Luis Gabriel Cuervo.