Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, se enfrenta a una nueva polémica. Esta vez, la Policía Federal del país sudamericano lo acusa, junto a otras 16 personas, de participar en una trama de falsificación de los registros oficiales de vacunación frente a la COVID-19. En concreto, los investigadores han llegado a constatar que esta red falsificó el registro no solo de Bolsonaro, sino también de otras seis personas más.
Asociación criminal, inserción de datos falsos… son algunos de los delitos en los que habría incurrido el que era máximo mandatario de Brasil hasta el pasado mes de enero del 2023, y que se sumarían a los múltiples frentes judiciales que tiene abierto a día de hoy. Además, recuerda Europa Press, Bolsonaro siempre se había mostrado reacio a vacunarse, y agitó sin pruebas teorías de la conspiración.
"Al final, han sido 17 las personas señaladas por la Policía, en una decisión preliminar que ahora debe examinar la Fiscalía"
Así, como informan las fuentes citadas por el portal G1, la modificación de Bolsonaro se produjo pocos días antes de que viajase en diciembre de 2022 a Estados Unidos, un país que exigía una prueba de vacunación dentro de sus medidas contra la pandemia. Al final, han sido 17 las personas señaladas por la Policía, en una decisión preliminar que ahora debe examinar la Fiscalía, órgano competente para formalizar una denuncia ante el Tribunal Supremo o archivar la investigación.
RESTO DE IMPUTADOS
Entre los imputados figuran personas del entorno de Bolsonaro, entre ellas Mauro Cid, un antiguo asesor que ahora se ha ofrecido a colaborar con las autoridades. De hecho, Cid ha asegurado ante la Policía que emitió certificados de vacunación falsos a nombre de Bolsonaro y de su hija de doce años, dentro de un acuerdo que supuestamente le permitirá recibir una condena menor.
El asesor ha afirmado que fue el expresidente quien dio la orden y que los documentos se imprimieron en la residencia oficial. Como se mencionaba anteriormente, Bolsonaro tiene también otras causas abiertas por supuestos planes golpistas tras su derrota en las elecciones de 2022 y por no declarar ante las autoridades del gigante sudamericano un lote de joyas que había recibido del Gobierno de Arabia Saudí.