Las sociedades científicas deberían ser una voz fundamental en política sanitaria. Los diferentes artículos científicos, proyectos y estudios, sobre todo aquellos en resultados en salud, además de la experiencia profesional en el día a día, son una fuente de información sobre la calidad y eficiencia del sistema sanitario pero sus conclusiones y propuestas no siempre son considerados en el proceso de toma de decisiones sobre política sanitaria. Alrededor de esa cuestión han debatido representantes de las fuerzas políticas mayoritarias en la IV Jornada Facme sobre Gestión Clínica, centrada este año en la Política Sanitaria y Sociedades Científicas.
Los portavoces de los diferentes partidos políticos nacionales han reflexionado sobre el papel que deben cumplir las sociedades científicas en la formulación de las políticas sanitarias y la toma de decisiones sobre ordenación de recursos, estándares de calidad, desarrollo de sistemas de información, entre otras cuestiones. Todos los partidos han coincidido en la necesidad de basar las decisiones políticas en la colaboración con las sociedades científicas. Jesús María Fernández, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso apuesta en basar “las decisiones científicas en política en la evidencia. La política sanitaria no debe basarse exclusivamente en información, se tienen que conciliar intereses muchas veces diferentes”, señala.
Por su parte, Francisco Igea, portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Congreso, ha señalado que “es necesario intentar mejorar los indicadores claves de resultados”, para lo que propone “una auditoría externa al sistema”.
El portavoz de la Comisión de Sanidad en el Senado del PP, Antonio Alarcó, lamenta “seguir cayendo en el mismo error” de no asumir que “los políticos representamos a las sociedades científicas”, y ha destacado la necesidad de seguir haciendo sostenible a “uno de los sistemas sanitarios más importantes del mundo”. Para ello, añade, “es imprescindible llegar al pacto político por la sanidad. Sin ese pacto no se puede hacer nada”, insiste.
Creo que hay un divorcio entre las políticas y las sociedades científicas. Las decisiones políticas no las evaluamos, las tomamos sin tener ninguna evidencia de que van a tener un resultado en salud
Para Mónica García, portavoz de Sanidad de Podemos en la Asamblea de Madrid, es imprescindible que haya una especie de entendimiento entre las sociedades científicas y los políticos. “La respuesta es ¿qué no se hace? Nosotros defendemos un programa político basado en la evidencia. Creo que hay un divorcio entre las políticas y las sociedades científicas. Las decisiones políticas no las evaluamos, las tomamos sin tener ninguna evidencia de que van a tener un resultado en salud”. Por eso, insten, “estamos en un sistema de salud basado en el conocimiento, y lo tienen las sociedades científicas. Los políticos tenemos que ser permeables para hacer una política sanitaria basada en la evidencia”.
"Hace falta gestión clínica, y para la gestión hace falta indicadores, rendición de cuentas, en definitiva, criterios objetivos de aquellos agentes que más conocimiento tienen que son las sociedades científicas”
¿QUÉ DEMANDAR A LAS SOCIEDADES CIENTÍFICAS?
En el proceso opuesto, también se ha hecho referencia a las demandas del sistema a las sociedades científicas. En este sentido Fernández solicita “políticas de buen gobierno”, y aboga por la someter todas aquellas decisiones importantes en materia sanitaria a un debate público y profesional. "Creo que hay que conciliar esa participación profesional en el ámbito científico, corporativo y sindical para trabajar cada uno de esos ámbitos de representación”, ha resaltado. Por su parte, Francisco Igea ha añadido que, “les pediríamos algo que ya tienen, compromiso con la calidad y la sosteniblidad del sistema. Hace falta gestión clínica, y para la gestión hace falta indicadores, rendición de cuentas, en definitiva, criterios objetivos de aquellos agentes que más conocimiento tienen que son las sociedades científicas”.
El representante del PP, en cambio, pide que estén “en el centro” para hacer sostenible el sistema, “introduciendo criterios de sanidad y poniendo al ciudadano en el centro del sistema y no al profesional como se hace hasta ahora”, aunque ha alertado de la “proliferación de las pseudociencias que se parapetan dentro de algunas sociedades científicas”. A estas pseudociencias se ha referido igualmente Mónica García, argumentando que “no hay mayor pseodociencia que la política. En base a que hemos introducido copagos, y otras medidas no basadas en la evidencia científicas”. En cuanto a las demandas a las sociedades científicas, la representante de Podemos resalta “independencia, transparencia y ningún conflicto de interés”. En definitiva, concluye, “yo les exigiría a las sociedades científicas que hagan política y que velen por la sostenibilidad del sistema y el interés general”.