El Grupo Parlamentario socialista ha presentado hoy una proposición no de ley relativa al derecho al olvido de las personas con cáncer. En palabras de la portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Salud del Congreso, Ana Prieto, en un desayuno informativo con Consalud.es, “todos los ciudadanos tenemos el derecho a que las entidades se olviden de la enfermedad que hemos padecido, pero de la cual nos hemos curado” poniendo la tilde también en que “no se puede ser discriminado o simplemente que no te den un crédito bancario por haber podido superar una enfermedad tan dura como el cáncer”
Esta nueva PNL va de la mano con la resolución del parlamento europeo del pasado mes de febrero, donde se destacaba que el Plan de Lucha contra el Cáncer debe responder “a las legítimas expectativas de más de 12 millones de supervivientes de cáncer y sus familias”
“No se puede ser discriminado o simplemente que no te den un crédito bancario por haber podido superar una enfermedad tan dura como el cáncer”
Por este motivo se pide una directiva contra la discriminación, así como la aplicación justa e igualitaria de las Directivas sobre servicios financieros, como la Directiva sobre créditos al consumo sin descremación contra los pacientes y supervivientes del cáncer. Entre las medidas destaca la eliminación de la consideración del historial médico por parte de las aseguradoras y los bancos, así como que se garantice el derecho al olvido de todos los pacientes diez años después del final de su tratamiento para los mayores de edad y cinco para los que no superan los 18 años.
Prieto ha destacado que es necesario que “se olvide el estigma y la discriminación”, asegurando también que es una medida muy necesaria y que espera “que sea aceptada por unanimidad”. Cabe recordar que en nuestro país no hay ninguna legislación específica en cuanto al derecho al olvido de los pacientes que han padecido cáncer, la ley 4/2018, del 11 de junio, eliminó del ordenamiento jurídico aquellos aspectos que promueven la discriminación hacia las personas con VIH en el acceso a la contratación o la imposición de condiciones más onerosas.
Una ley que cuenta con el compromiso de determinar la aplicación de los mismos principios de la ley a enfermedades a las que se pueda considerar que se aplican los mismos efectos discriminatorios. La PNL deberá pasar por el congreso y en palabras de la portavoz, “están abiertos a enmiendas, y a posibles propuestas de otros grupos parlamentarios que aporten a poder combatir esta realidad”
El CÁNCER EN ESPAÑA
El cáncer es una de las enfermedades con mayor relevancia a nivel mundial. La OMS señala que es la principal causa de muerte en el mundo, y se calcula que a lo largo del año 2018 se diagnosticaron más de 18 millones de cánceres.
En España, el cáncer continúa siendo una de las enfermedades con mayor relevancia en salud pública, ya que es una de las principales causas de morbi-mortalidad. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, el número de cánceres diagnosticados en el año 2022 alcanzará los 280.100.
Sin bien es cierto, las mejoras en la investigación, en el diagnóstico precoz y en los tratamientos disponibles, están permitiendo mejorar la supervivencia de las personas que padecen cáncer en prácticamente todos los tumores.
Estas mejoras unidas al aumento de la longevidad de la población han incrementado el número de supervivientes de cáncer en las últimas décadas en Europa y España. Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, hay un aumento de la supervivencia desde el año 2016 en nuestro país, 3,3 puntos en hombres y 2,6 en mujeres.
El Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer puesto en marcha en el año 2021, constituye un compromiso político de primer orden en la lucha contra el cáncer. Tiene entre sus objetivos hacer frente a todas las etapas de la enfermedad, incluida la atención al largo superviviente.
En nuestro país, se ha actualizado en el año 2021 la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS) para adecuarla al Plan Europeo, con el objetivo de mejorar la calidad de la atención sanitaria y social que reciben las personas enfermas de cáncer y sus familias. Y entre otras cuestiones, incorpora la evaluación de las necesidades de los pacientes que han sobrevivido al cáncer.