Desde este lunes 1 de abril ya es legal la posesión y el consumo de marihuana en Alemania, aunque sólo de manera parcial. Después de un “largo debate político”, a finales de febrero el Bundestag aprobó el proyecto de ley del gobierno federal "sobre la manipulación controlada del cannabis", como informa el propio ejecutivo alemán.Con 404 votos a favor, 226 en contra y cuatro abstenciones, esta nueva ley promovida por el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, ha visto la luz.
Pese a haber salido adelante, la iniciativa ha tenido sus firmes detractores. Partidos de la oposición como CDU/CSU o AfD (el partido conservador y la ultraderecha), pidieron que se detuviera la legalización, pero no obtuvieron el apoyo parlamentario necesario. Con la aprobación, los ciudadanos alemanes pueden poseer hasta 50 gramos de cannabis para su consumo privado, siendo el límite de 25 gramos en espacios públicos.
Esta ley, que prevé no sólo la posesión y el consumo, sino también el cultivo y la distribución controlada por parte de asociaciones de cultivadores, “tiene como objetivo contribuir a mejorar la protección de la salud”. El Gobierno alemán explica en este sentido que, al estar prohibido el consumo, lejos de reducirse, la ciudadanía opta por el mercado ilegal, lo que “a menudo se asocia con un mayor riesgo para la salud porque se desconoce el contenido del ingrediente activo tetrahidrocannabinol (THC) y puede contener aditivos tóxicos, impurezas y cannabinoides sintéticos”.
La legalización “tiene como objetivo contribuir a mejorar la protección de la salud”
Igualmente, la distribución de cannabis a adolescentes de entre 18 y 21 años está permitida pero sólo a razón de 30 gramos por mes con un límite de contenido de THC del 10%. Además, no se podrá consumir a menos de 100 metros de escuelas, instalaciones para niños y jóvenes, parques infantiles e instalaciones deportivas de acceso público. La publicidad, por otro lado, está prohibida. El requisito de prescripción médica para el cannabis medicinal sigue vigente. En ese caso, desde el 2017, es el médico el que determina la dosis y el tipo de aplicación, y decide si se consume como flores o medicamentos de formulación con dicha sustancia. Si bien Alemania ha tomado estas medias en favor de la salud pública, o al menos con esa intención, cabe preguntarse cómo está la situación en España y si sería posible tomar medidas similares.
En nuestro caso, el Ministerio de Sanidad también está abierto a una regulación del cannabis, pero sólo del medicinal. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha reiterado en numerosas ocasiones su voluntad de dar pasos en este sentido. “Lo que hemos hecho es algo que teníamos pendiente, que es la regulación del cannabis medicinal, que tiene toda la evidencia científica detrás”, decía hace unas semanas. Concretamente, este paso al que se refiere la ministra es el Real Decreto con el que prevé aprobar la regulación del cannabis para su uso medicinal en España, “una vez iniciadas las conversaciones con los colectivos implicados y tras obtener valoraciones previas al borrador presentado por la Agencia Estatal de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)".
Por el momento, y tras haberse anunciado el comienzo de los trámites para llevar a cabo la iniciativa, el texto para la regulación se encuentra en "fase de diálogo y discusión" con la sociedad civil para recibir sus aportaciones. En paralelo, se abrió también a consulta pública el texto a debatir, para recabar la opinión de la ciudadanía. Asimismo, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ya se ha reunido con el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis y con colegios profesionales y sociedades científicas. Todos ellos habían participado en su momento en la Subcomisión del Congreso de los Diputados de análisis de experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal.
Una parte del gobierno de coalición no está del todo satisfecha con las medidas que se han llevado a cabo hasta este momento
Pese a que ya se han dado estos pasos hacia la regulación del cannabis medicinal, parece que una parte del gobierno de coalición no está del todo satisfecha con las medidas que se han llevado a cabo hasta este momento. Cabe recordar que, precisamente, el Ministerio de Sanidad está en manos de Sumar. De hecho, hace apenas unos días, dos diputados del Grupo Plurinacional de Sumar registraron una iniciativa para que el Gobierno se pronuncie sobre la “posibilidad de despenalizar y regular la tenencia para consumo de marihuana” y sobre si considera que “esa despenalización y regulación podría ser un instrumento para luchar con mayor efectividad contra las mafias y el tráfico de drogas”.
Así lo explican Fèlix Alonso y Enrique Santiago, diputados del grupo por parte de Izquierda Unida. La iniciativa critica que “en realidad, se mantiene una actitud un tanto hipócrita cuando se acepta el consumo de algunas drogas como el alcohol y el tabaco, se permite la dispensa con consentimiento sanitario de otras, como la metadona, pero se impide a la ciudadanía decidir sobre una cuestión estrictamente privada, como es el consumo regulado de marihuana”. Igualmente, este mismo martes ha sido calificada una pregunta oral al Gobierno en la Comisión de Sanidad, de parte también de Sumar, concretamente del diputado Rafael Cofiño, en la que se solicita información sobre los “planes del Ministerio de Sanidad en relación con la tramitación del uso de cannabis terapéutico”.
García y su grupo no son los únicos que defienden esta regulación, pues el debate viene de anteriores legislaturas, pero desde el PSOE se ha actuado con mayor recato y es por ello que ha recibido las críticas anteriormente expuestas. “Seguimos trabajando y vamos a seguir avanzando”, decía el exministro de Sanidad, José Manuel Miñones, el pasado año. En su caso, Miñones se mostraba algo más cauto y pedía establecer cuál es el encaje normativo” de este uso medicinal, “según su seguridad y eficacia”.
Esta medida también ha tenido sus detractores, especialmente desde el Partido Popular y desde Vox. En el caso del PP, la diputada Elvira Velascoalertó en la última Comisión de Sanidad de que la aprobación del cannabis medicinal "puede ser potencialmente negativo" porque podría fomentarse el consumo. Así las cosas, y si bien nuestro país parece abierto al uso del cannabis medicinal, una ley como la alemana no parece viable por el momento.