En 2019, la ComisiónEuropea inició el proyecto de implantación de la receta electrónica interoperable en todo el territorio comunitario. Sin embargo, la irrupción de la pandemia del Covid-19 y sus consecuencias sobre los sistemas sanitarios nacionales alteró el cronograma previsto. En un principio, previo a la crisis sanitaria, se fijó 2022 como meta. Ahora, pasado lo más urgente, se marcan como objetivo el 2025.
En su propósito de potenciar los servicios de sanidad transfronteriza y de consolidar la digitalización, la UE puso en marcha la infraestructura de servicios digitales de sanidad electrónica (eHDSI), mecanismo ideado para garantizar la continuidad de la atención sanitaria a los ciudadanos europeos en cualquier país de la UE a través del intercambio de datos.
A día de hoy, ya hay cuatro países conectados con la receta electrónica interoperable: Croacia, Estonia, Finlandia y Portugal; otros ocho pueden intercambiar historiales de pacientes
Y dentro de esta acción están contemplados tanto el intercambio de recetas electrónicas como de datos de pacientes entre los sistemas sanitarios de los distintos Estados miembros. Junto a ello, la previsión de la Comisión es habilitar también un intercambio de historias clínicas electrónicas, así como capacitar a los ciudadanos en el uso de estos servicios digitales.
Así, la previsión de la UE es que de aquí a finales de 2025, ambos servicios se implanten gradualmente en 25 países de la UE: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chequia, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal y Suecia.
LA RECETA ELECTRÓNICA, OPERATIVA EN CUATRO PAÍSES
La receta electrónica interoperable permitirá a los ciudadanos de la Unión Europea a obtener su medicación en las farmacias de otros países europeos distintos al de su residencia. Para ello, es fundamental la labor de coordinación entre los ministerios de Sanidad de los Estados miembros y las oficinas de farmacia.
A día de hoy, ya hay cuatro países conectados con este servicio: Croacia, Estonia, Finlandia y Portugal. En concreto, las recetas electrónicas de los ciudadanos de Croacia pueden recogerse en las farmacias de Finlandia, Estonia y Portugal; las de los residentes en Estonia, pueden recogerse en Finlandia y Croacia; las de los finlandeses, pueden retirarse en las farmacias de Estonia, Croacia y Portugal; y las de los portugueses, en Estonia, Finlandia y Croacia.
En España, el Ministerio de Sanidad ha validado los trabajos preparatorios para realizar esta operación con País Vasco, Canarias, Cataluña, Extremadura y Madrid
Por su parte, algo más se ha avanzado en el intercambio de datos sanitarios. Esta herramienta permite acceder desde otros países a los historiales resumidos de los pacientes, con informaciones básicas sobre alergias, medicación, enfermedades previas o intervenciones quirúrgicas realizadas. A largo plazo, está previsto el acceso a imágenes médicas, resultados de laboratorio e informes de altas hospitalarias.
Por ahora, hay distintasconexiones para acceder a estos historiales resumidos por parte de los profesionales sanitarios de Croacia, Luxemburgo, Malta, Portugal, República Checa, Francia, España y los Países Bajos.
¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO EN ESPAÑA?
En el caso de España, son ya varios los servicios de salud de diferentes comunidades autónomas los que están culminando los trabajos previos de pruebas técnicas y funcionales para poder llevar a cabo la interoperabilidad de la receta electrónica con otros Estados miembros para que una persona española pueda retirar sus medicamentos prescritos en cualquier farmacia europea.
Recientemente, el Ministerio de Sanidad ha informado que ha validado ya los trabajos preparatorios para realizar esta operación con País Vasco, Canarias, Cataluña, Extremadura y Madrid, regiones que “empezarán en breve a ofrecer este servicio de receta”. De momento, el país con el que se podrá interoperar será Portugal, a la espera de nuevas incorporaciones.
Por su parte, también se está trabajando en el intercambio de la historia clínica. En octubre, la Comunidad Valenciana fue la primera administración autonómica en cubrir todos los requisitos exigidos para comunicar la historia clínica-EUPS, pudiendo interoperar actualmente con Portugal. Y ahora, el País Vasco se incorpora al proyecto, tras haber ultimado todos los trabajos preparatorios.