Sanidad alerta de una mayor vulnerabilidad de la población frente al frío extremo que al calor

En el Plan Nacional de actuaciones preventivas por bajas temperaturas, el Ministerio de Sanidad subraya que los datos históricos muestran una mortalidad invernal “superior a la estival”.

Un hombre mayor pasea por la calle durante una jornada de frío (Foto: Freepik)
9 diciembre 2022 | 00:00 h

Después de un verano con unas altas temperaturas sin precedentes y un exceso de mortalidad asociado, entre otras causas, al calor extremo, España vive actualmente una caída de losgrados propia del periodo invernal. Sin embargo, pese a esta aparente normalidad, las autoridades sanitarias quieren reforzar los mensajes de prevención frente a situaciones de fríoextremo.

Por esta razón, el Ministerio de Sanidad ha activado el Plan Nacional de actuaciones preventivas por bajas temperaturas con el objetivo de “reducir el impacto sobre la salud” de este tipo de circunstancias. Y es que, según advierte el propio Gobierno en este documento consensuado con las comunidades autónomas, históricamente “la vulnerabilidad de la población es superior al frío extremo que al calor extremo”, llevando a una mortalidad invernal superior a la estival.

El riesgo de mortalidad atribuible al frío extremo crece, con una probabilidad del 95%, entre un 9,1% y un 13,8% por cada grado que la temperatura ambiente desciende

En el mismo Plan, Sanidad apunta a que hasta ahora “no se ha experimentado para las olas de frío un evento que presione al sistema sanitario”. No obstante, sí que ha alertado de que se trata de “un factor de riesgo ambiental que no puede ser despreciado y cuyos impactos en salud pueden ser incluso superiores a los del calor extremo”.

EL FRÍO DEJA PEORES DATOS QUE EL CALOR

Esta llamada de atención, tanto a la población como a la propia administración sanitaria, se sustenta en los datos recabados hasta ahora. Como ejemplo, citan el informe del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) que analiza la serie temporal 2000-2009 en la provincia de Madrid y que muestra que aunque la mortalidad crece por ambos extremos, “hacia el extremo de las bajas temperaturas es donde se alcanzan cotas de mortalidad más elevadas”.

Según este documento, “el riesgo de mortalidad atribuible al frío extremo crece, con una probabilidad del 95%, entre un 9,1% y un 13,8% por cada grado que la temperatura ambiente desciende bajo el umbral de impacto en la salud por bajas temperaturas en las provincias de España”.

Entre 2000 y 2009, la mortalidad asociada a las bajas temperaturas fue de 10.460 muertes atribuibles al frío extremo, es decir, unas 1.050 muertes/año

Del mismo modo, la mortalidad asociada a las bajas temperaturas en este estudio fue de 10.460 muertes atribuibles al frío extremo, es decir,unas 1.050 muertes/año”. En el periodo estudiado en toda España se registraron 3.000 días de frío extremo, de forma que “cada día que hay un episodio de frío extremo la mortalidad se incrementa, de media, en 3,5 muertes/día”, por una media 3 para los días de calor extremo.

ENFERMEDADES ASOCIADAS AL FRÍO EXTREMO

En este contexto, las autoridades sanitarias advierten de cómo el frío intenso puede afectar negativamente a la salud. Únicamente en los casos más extremos, la exposición de una persona a bajas temperaturas puede conducir a cuadros de hipotermia y de congelación. Pero esta es una “pequeña proporción” del total de la morbi-mortalidad asociada.

Hipotermia, congelación, enfermedades infecciosas, efecto sobre las patologías cardiacas y respiratorias, esquizofrenia o el aumento de la depresión o la ansiedad, el impacto más común del frío sobre la salud

Según apunta Sanidad en el Plan Nacional, la caída de los termómetros “también debilita la respuesta defensiva del organismo”, dando paso a la aparición de enfermedades infecciosas “principalmente por agentes como el virus de la gripe o el neumococo”. Pero no se queda ahí la incidencia.

Junto a estas patologías, las bajas temperaturas también están relacionadas con “un sobre-estrés del organismo que puede dar lugar a una descompensación orgánica que agrava enfermedades crónicas en población vulnerable” con un especial efecto “sobre las patologías de tipo cardiaco y respiratorio”. Además, también pueden darse complicaciones como “el aumento de los diagnósticos por depresión o ansiedad y esquizofrenia o complicaciones durante la gestación”.

Por todo ello, los grupos de especial susceptibilidad en relación a los impactos del frío sobre la mortalidad son especialmente los mayores de 65 años. Es este grupo de población el que tiende a “acumular diversas condiciones crónicas y, además, presentan una función termoreceptora y termorreguladora menos eficaz que en los grupos de menor edad”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.