Este martes Estados Unidos vivirá un día histórico con sus elecciones presidenciales. La demócrata Kamala Harris, que recoge el testigo de Joe Biden, actual presidente, para esta candidatura, y el republicano Donald Trump se miden en unos comicios muy reñidos. La sanidad, como no podía ser de otra manera, ha estado muy presente durante la campaña, una cuestión que va unida a la actual crisis de salud pública que se cierne sobre el país por el consumo de fentanilo y otras drogas.
Las cifras son tan rotundas como dramáticas: unas 108.000 personas murieron por sobredosisrelacionadas con las drogas en 2022, la cifra más alta de la serie histórica del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE.UU. Más de 70.000 de esas muertes se relaciona directamente con el fentanilo.
Con estos datos que apuntan a una verdadera epidemia, el gran reto para los candidatos será el de abordar esta situación. Para Harris la clave estaría en ayudar a los ciudadanos a acceder al tratamiento. La todavía vicepresidenta del país afirmaba en su campaña que, en su actual puesto, ya ha ayudado a destinar más de 160.000 millones de dólares para interrumpir el flujo de drogas ilícitas y evitar que cantidades récord de fentanilo crucen sus fronteras.
Unas 108.000 personas murieron por sobredosis relacionadas con las drogas en 2022
Por su parte, Trump parece tener una visión similar, pues abogaría por desplegar a la Marina de los EEUU "para imponer un bloqueo total del fentanilo en las aguas de la región, abordando e inspeccionando los barcos en busca de esta droga". Si bien este es una gran problema para el país, lo cierto es que ninguno de los candidatos ha puesto sobre la mesa mayores medidas al respecto.
Pese a tratarse de un gran reto para los sistemas sanitarios de Norteamérica, no es el único. La cuestión del acceso a los servicios sanitarios también es prioritaria. En este sentido, Harris defendía que, si bien desde la aprobación de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), "hemos logrado avances espectaculares en la expansión de la cobertura", la atención médica asequible "sigue estando fuera del alcance de demasiados estadounidenses".
La candidata ofrece algunos datos al respecto, asegurando que todavía un 41% de los adultos estadounidenses "están agobiados" por una deuda médica, lo que representa un total de 220.000 millones de dólares en gastos médicos impagados. Por ello, propone ampliar y hacer permanentes las ayudas para los planes de seguros de salud.
Un 41% de los adultos estadounidenses "están agobiados" por una deuda médica
Para fortalecer el sistema sanitario, Trump propone "proteger el sistema de decenas de millones de nuevos inmigrantes ilegales que se suman a las listas de la sanidad". La fórmula pasaría por endurecer las fronteras y evitar así la inmigración.
Los costes de los medicamentos recetados también están en ambas agendas políticas. "Ningún estadounidense debería tener que elegir entre comprar una receta y poner comida en la mesa", asegura Harris. Es más, casi 10 millones de estadounidenses afirman que no toman sus medicamentos según lo prescrito debido a sus precios. Por ello, las tres grandes líneas de actuación de Harris serán extender el límite de 35 dólares mensuales para la insulina y el límite de 2.000 dólares para los gastos de bolsillo a todos los estadounidenses; reducir el precio de otros medicamentos de uso común; y aumentar la competencia y exigir transparencia en el sector sanitario.
Por su parte, el Partido Republicano defiende un aumento en la transparencia de las farmacéuticas; promover la elección y la competencia en este sector; y ampliar el acceso a nuevas opciones de atención médica y medicamentos recetados asequibles. En definitiva, todavía queda por conocer qué programa se acabará imlpementando en el país, aunque lo grandes retos sanitarios requerirán medidas en cualquier caso.