Este año 2023 nos ha servido para dejar a un lado la pandemia del coronavirus. Si bien los contagios siguen existiendo y los hospitales continúan sufriendo la presión asistencial de la Covid-19, con la ayuda de la vacunación ya no estamos ante una emergencia de salud pública mundial.
Concretamente, este recién acabado año hemos sido precisamente testigos del fin de la emergencia mundial. Fue a comienzos de mayo cuando el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunciaba este fin. "Declaro con gran esperanza el fin de COVID-19 como emergencia sanitaria internacional", anunciaba, pese a que “esto no significa que COVID-19 haya dejado de ser una amenaza para la salud mundial”.
Pese a que el riesgo continúa, el virus ya no constituye una emergencia mundial. Así, un mes después de este anuncio de la OMS, el Consejo de Ministros del Gobierno de España también anunció el cese de esta emergencia en nuestro país, en este caso de manos del exministro de Sanidad, José Miñones.
A comienzos de mayo cuando el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la OMS, anunciaba este fin
"Hoy es un día que también debemos mandar un mensaje de recuerdo para todas las víctimas y sus familias", decía Miñones el pasado mes de junio. Igualmente, agradecía su labor a todos los profesionales sanitarios y otros agentes implicados como Carolina Darias o Salvador Illa, sus antecesores en el cargo. "Son 1.207 días después de aquella situación", que ya "no constituye una situación de crisis sanitaria en España".
Este anuncio vino de la mano de otro de los más esperados de todo el año: el cese de la obligatoriedad de la mascarilla. En aquel momento, el CAES consideró que el coronavirus había sido controlado y que por ello "desde el ministerio convocamos al interterritorial para finalizar las medidas extraordinarias" que estaban vigentes, como la de la obligatoriedad de la mascarilla.
"Cerramos hoy un episodio provocado por la pandemia que ha causado estragos en todo el mundo. Podemos decir adiós a la pandemia", concluía Miñones. Hasta ese momento, la mascarilla todavía era obligatoria en los centros sanitarios, es decir, hospitales, centros de salud, farmacias o residencias de personas mayores. Pese a que ya parece un recuerdo lejano, la mascarilla nos venía acompañanando desde el 4 de mayo de 2020, cuando comenzó a ser obligatorio en el transporte público.
Este anuncio vino de la mano de otro de los más esperados de todo el año: el cese de la obligatoriedad de la mascarilla
Las vacunas han jugado un papel clave en este camino del olvido de la pandemia. En estos momentos, cuando se acaba de cumplir el tercer aniversario del comienzo de la campaña, tenemos en España a 41.353.186 personas con, al menos, una dosis de esta vacuna. Es decir, 87,2% de la población total y el 90,9% de la población de más de cinco años. Asimismo, las personas con la pauta completa son 40.740.303 en total: el 86% de las personas de todas las edades y el 89,6% de los mayores de cinco años.
Igualmente, este año ha servido para conocer, de manera específica y oficial, los errores y los aciertos que se cometieron en el Sistema Nacional de Salud en cuanto al abordaje de la pandemia. A través de un informe de Sanidad, solicitado por el consejo interterritorial hace ya dos años, se ha plasmado la idea del refuerzo de la salud pública, la Atención Primaria y la investigación.
Este informe, "nos recuerda que una nueva pandemia no solo es posible sino que es probable, y tenemos que estar mejor preparados", decía la ministra de Sanidad, Mónica García. Así, si bien en el 2023 nos olvidamos de la pandemia del coronavirus, también hemos comprendido la necesidad de contar con un sistema sanitario fuerte y resiliente, y con una red de salud pública eficaz.