El año 2019 ha estado plagado de acontecimientos políticos. Pero a pesar de su cantidad, el 2020 comenzará casi con toda seguridad sin un nuevo Gobierno. Este puede ser el resumen del año político, que puede extenderse también al ámbito sanitario debido a que el Ministerio de Sanidad también ha estado en funciones durante bastantes meses.
La falta de acuerdos comenzó muy pronto, en febrero, cuando la mayoría del Congreso de los Diputados rechazó el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que PSOE y Unidas Podemos diseñaron para 2019. Estas cuentas contemplaban la eliminación progresiva de los copagos sanitarios, la ampliación del derecho al acceso universal de la sanidad, mejoras laborales para los profesionales, la protección frente a las adicciones y la mayor inversión en ciencia e I+D+i.
Tras los intentos fallidos en verano, PSOE y Unidas Podemos han acordado formar un Gobierno de coalición; sin embargo, aún no hay fecha para la investidura ni están los apoyos asegurados
Tras no salir adelante las cuentas del Estado, quedando prorrogadas las de 2018, Pedro Sánchez convocó elecciones generales para abril, las cuáles fueron ganadas por el PSOE. Pese a ello, y tras una polémica negociación con Unidas Podemos en las que el Ministerio de Sanidad fue protagonista por ser moneda de cambio, los socialistas no fueron capaces de lograr los apoyos suficientes para investir de nuevo a Sánchez.
Después del verano, con todos los gobiernos autonómicos conformados tras los comicios regionales y un segundo intento de investidura fallido, se convocaron unas segundas elecciones para noviembre. En ellas, el PSOE volvió a ganar aunque con menor diferencia y con la entrada de más partidos minoritarios, lo que hacía presagiar un nuevo bloqueo político.
Lejos de esta incertidumbre, PSOE y Unidas Podemos agilizaron la firma de un acuerdo para un Gobierno de coalición. En un primer texto, recogían su intención de “proteger los servicios públicos” como la sanidad así como aprobar nuevos derechos como la eutanasia y la muerte digna. Además, el Ministerio de Sanidad volvería a quedar en manos de los socialistas. A pesar de este nuevo entendimiento, aún no hay fecha para la sesión de investidura, por lo que se retrasará al menos hasta el próximo año.
SANIDAD “FUNCIONANDO”
El bloqueo parlamentario y el hecho de que el Gobierno esté en funciones no ha repercutido sobre el Ministerio de Sanidad, que ha tratado de seguir impulsando acciones en distintos ámbitos. De hecho, María Luisa Carcedo ha presidido hasta seis plenos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud desde que llegó al cargo, uno de ellos mediante llamada telefónica y tres haciéndolo en funciones.
En los últimos meses se han puesto en marcha el Marco para la Atención Primaria, se han señalado 77 prácticas como pseudoterapias y se han aprobado varias terapias CAR-T
De todas las iniciativas, destacan la aprobación y puesta en marcha del Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria; el Plan de Garantías de Abastecimiento de Medicamentos, tras los problemas surgidos en los últimos meses; el Plan de impulso de medicamentos genéricos y biosimilares; la presentación de Valtermed, el sistema de información compartida dentro del SNS; el señalamiento de las primeras 77 pseudoterapias; la aprobación de varias terapias CAR-T y la designación de centros para su tratamiento; o el anuncio del inicio de financiación de fármacos como la PrEP y tres medicamentos para la fibrosis quística.
Esta actividad, sin embargo, no ha servido para solventar otras deudas con el ámbito sanitario. Así, las víctimas de la talidomida aún esperan para conocer cuál es el número de afectados reconocidos por Sanidad para acceder a las ayudas económicas. Además, el Plan Nacional de Alzheimer no cuenta con presupuesto asignado y aún no se ha presentado la Estrategia Nacional de Salud Mental, que deberá atender también la prevención del suicidio.
PRINCIPALES POLÉMICAS
Por otra parte, Carcedo y su equipo han protagonizado también algunas polémicas durante el 2019. Primero, con la campaña contra el tabaco presentada en septiembre en la que se cargaba también contra el cigarrillo electrónico y se equiparaba al vapeo como una forma más de fumar. Tras las quejas de numerosos usuarios y algunas sociedades, Sanidad reconoció el error aunque no ha querido retirar la campaña.
También ha generado controversia la decisión de la Dirección general de Farmacia de dejar de financiar los medicamentos llamados Sysadoas, para el tratamiento de la artrosis. Esta acción, comunicada ya a los laboratorios, ha despertado inquietud en los pacientes ya que el Ministerio no ha ofrecido alternativa terapéutica y ha generado dudas sobre los motivos reales que le han llevado a proceder a su desfinanciación.