Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada año el 8 de marzo, ConSalud.es ha preparado un especial informativo para recabar la opinión de políticas, profesionales y pacientes que son referencia en el sector sanitario. Una de ellas ha sido Ana Pastor, exministra de Sanidad (2002-2004) y actual vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados.
En una entrevista para ConSalud Podcast, destaca que aunque “se ha ido mejorando a lo largo de los años”, lo cierto es que cree que “aún queda mucho por hacer”. Por ejemplo, subraya que en el Ministerio de Sanidad “de los 12 últimos ministros, nueve hemos sido mujeres”. Sin embargo, en otras áreas ha habido mucha menos representación: “de los 12 últimos en Economía y Hacienda, tres fueron mujeres, tres en Justicia, cuatro en Fomento, seis en Educación y ninguna en Interior”.
En el ámbito personal, la vicesecretaria de Política Social del PP asegura que se siente “una privilegiada” al haber ostentado numerosos cargos de responsabilidad. Sin embargo, cree que aunque haya mujeres en primera línea esto “es solo apariencia”, de forma que no se replica “si analizamos el resto de estamentos”, como los “cargos de libre designación, las gerencias, etc.”.
La exministra de Sanidad cree que aunque haya mujeres en primera línea se trata "solo de apariencia”, de forma que no se replica en el sector sanitario “si analizamos el resto de estamentos”
En su caso, recuerda “dificultades mínimas” tanto durante su etapa como médico como de política servidora pública. Aún así, si pone de ejemplo dos casos. En el primero, apunta que “cuando era médico joven, me preguntaban ¿cuándo viene el doctor?”. Y, el segundo, señala que “cuando estaba en el Ministerio de Fomento, he ido a algunas reuniones en las que era la única mujer”.
A la hora de poner el foco en el futuro, Ana Pastor advierte que son necesarias “medidas de corresponsabilidad para el cuidado y la crianza de los hijos”, así como políticas “que permitan redistribuir los tiempos de trabajo, con horarios flexibles y racionales”. Finalmente, insta a “mejorar la transparencia en las retribuciones” y que en la contratación pública “se incluyan clausulas sociales”, de forma que “se primen a las empresas con menores indicadores de brecha salarial”.