España es un país a la vanguardia mundial en trasplante y donación de órganos. Según el informe del Registro Mundial de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), fuimos los líderes en donación de órganos durante 2020, a pesar de la pandemia.Sin embargo, no siempre llegamos a tiempo. Así, el proyecto europeo EUDONORGAN, liderado por la Universidad de Barcelona, indicaba que en 2017 había más de 87.000 personas esperando un trasplante en Europa, para las cuales solamente había 10.500 donantes anuales disponibles. De forma que entre el 10 y el 30% de los pacientes muere antes de recibir el órgano de un donante compatible. Desde la década de los noventa se investigan las posibilidades de los xenotrasplantes, trasplantes entre especies distintas, como una solución temporal para "comprar" tiempo hasta la llegada del definitivo.
El más reciente éxito en xenotrasplantes abre la puerta a que esta alternativa pueda convertirse en realidad. Médicos de Nueva York, Estados Unidos, han logrado por primera vez el trasplante de un riñón de cerdo a un humano. El procedimiento, realizado en NYU Langone Health, involucró el uso de un cerdo cuyos genes habían sido alterados para que sus tejidos ya no contuvieran una molécula conocida por desencadenar un rechazo casi inmediato.
De acuerdo con el investigador en Biología Molecular y Celular del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y presidente del Comité de Ética de CSIC, Lluís Montoliu, hasta ahora se habían llevado a cabo muchos ensayos preclínicos similares con primates y especialmente babuinos. En cambio, hasta este experimento no se había hecho ninguno con humanos.
Los xenotrasplantes son "la estación intermedia" de un órgano animal a la espera del donante humano definitivo
Pero ¿por qué ha habido que esperar tanto para llevar a cabo uno en humanos? Como explica el biotecnólogo, “cuando te enfrentas a uno de estos xenotrasplantes con una persona tienes que seguir los principios de bioética. No solamente tienes que hacer el bien, sino que no tienes que hacer el mal. Esto quiere decir que tienes que asegurarte de que lo que vayas a hacer no genera un mayor estropicio de lo que quieres resolver”.
En palabras del presidente del Comité de Ética de CSIC, este experimento en particular cuenta con una posible controversia ética, al estar la persona en muerte cerebral y ser incapaz de consentir. “El consentimiento se obtuvo de sus familiares, que indicaron que a la mujer le habría gustado colaborar con la ciencia”, detalla el genetista. En dicho experimento se hizo de la circulación sanguínea de la persona como una especie de prueba. Así, no se le colocó el riñón en su sitio natural, en el abdomen.
"Se optó por colocar el riñón de cerdo en la pierna para poder tener un mejor acceso directo y monitorizar con mayor detalle todo el proceso. Tras 54 horas sin aparente rechazo del órgano trasplantado, se desconectó el sistema vital que mantenía con vida a la paciente", informa el especialista. Quien califica los resultados del experimento como un "paso de gigante" dentro de los xenotrasplantes.
Entre el 10 y el 30% de los pacientes muere antes de recibir el órgano de un donante compatible
Un gran paso logrado gracias a los órganos de cerdos modificados genéticamente. Como asevera el genetista, el cerdo es el animal más compatible con el humano. Primero, por el tamaño. “El tamaño de un cerdo y el tamaño de un cuerpo humano son relativamente parecidos y también lo son sus órganos”, explica. Segundo, por el funcionamiento similar de los órganos. Como recuerda el especialista, "somos especies omnívoras, comemos de todo y eso quiere decir que nuestro metabolismo está preparado para funcionar de manera similar". Por último, es un animal de granja, pero también de experimentación, "que se le suele modificar genéticamente con relativa facilidad, no así con otras especies", informa.
UN ENSAYO CLÍNICO, EL SIGUIENTE PASO
El trasplante exitoso de este riñón de cerdo es solo el primer paso hasta que el uso de xenotrasplantes en humanos se convierta en realidad. "Lo siguiente será preparar un ensayo clínico. De tal manera que las personas que estén en lista de espera y no hayan podido recibir un órgano, y que si no lo reciben en fecha próxima podrían fallecer, sean las primeras en ser tratadas. Con el fin de verificar que los órganos no aguantan solo 54 horas, sino días, semanas o incluso meses", apunta el biotecnólogo.
Todo con el fin último de comprar tiempo para que aparezca un donante de órgano compatible con el cuerpo del paciente. Pero ese tiempo extra va a ser siempre limitado. Como explica Lluís Montoliu, cuando pones un órgano de un cerdo modificado genéticamente dentro de un cuerpo humano, el sistema inmune lo identifica como propio. “Sin embargo, engañarlo al 100% difícilmente se va a conseguir. El sistema inmunitario, aparte de defendernos de los virus,lo que sabe hacer de verdad es diferenciar lo propio de lo ajeno. Pero se trata de engañar al sistema inmunitario durante el mayor tiempo posible a la espera de que aparezca un órgano compatible y pueda ser trasplantado”, precisa.