La anorexia y la bulimia son trastornos alimentarios con graves consecuencias, tanto físicas como psicológicas, en las personas que los sufren. A pesar de ello, Internet está repleto de webs con información que fomenta dichas complicaciones, lo que supone un peligro para la salud pública. Asociaciones en defensa de la salud formadas por profesionales sanitarios y por propios pacientes trabajan desde hace años para combatirlas, pero los resultados no son los esperados.
Falta normativa que regule este ámbito y que lo castigue. Recientemente el consejero de Sanidad de Asturias, Francisco del Busto, ha abogado por adoptar medidas punitivas contra este tipo de información de aquellas páginas webs susceptibles de suponer un riesgo para la salud de los usuarios, así como las difusiones de mensajes en pro de la anorexia y la bulimia en redes sociales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la anorexia y la bulimia como trastornos mentales y del comportamiento
Las personas con anorexia se niegan a mantener su cuerpo con un peso situado dentro de los límites de la normalidad. De hecho temen aumentarlo o llegar a ser obesas con una preocupación excesiva. Según la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y la Bulimia (Feacab), hasta el 95% de las personas afectadas por anorexia son mujeres y la edad suele estar entre los 12 y los 25 años. Sobre todo es más frecuente entre los 12 y los 17.
Por su parte, la bulimia es la ingesta excesiva de alimentos que después se intentan compensar con conductas anómalas como vómitos, abuso de laxantes y diuréticos, o dietas restrictivas intermitentes, lo que se acaba convirtiendo en una costumbre que modifica la conducta de la persona enferma.
La bulimia nerviosa está ligada al sexo femenino: un 90-95% de las personas afectadas son mujeres y la edad de aparición suele estar entre los 18 y 20 años, y muchos casos provienen de una anorexia mal cuidada. La OrganizaciónMundial de la Salud (OMS) ha clasificado la anorexia y la bulimia como trastornos mentales y del comportamiento. Es una enfermedad mental, ya que el temor a engordar y la falta de autocontrol sobre la alimentación hace que los sentimientos y pensamientos determinen un estado anímico y mental que acaba en procesos depresivos.