El Hospital Vithas Xanit Internacional pone en marcha la nueva Unidad de Neuroestimulación, que ofrece innovadoras técnicas no invasivas. Estas emplean una corriente magnético-eléctrica suave para modular la actividad cerebral. Con ello, se pretende ofrecer estimulación precisa y focalizada en áreas específicas del cerebro y tratar enfermedades como la depresión, el dolor, las adicciones o ayudar en la rehabilitación post-ictus.
“La neuroestimulación técnica implica la colocación de una bobina magnética – estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) o electrodos sobre el cuero cabelludo para enviar esta corriente eléctrica al cerebro – estimulación eléctrica transcraneal (TDCS), lo que puede influir en la actividad de las neuronas en áreas específicas” explica la Dra. Victoria Fernández, neurofisióloga clínica responsable de la Unidad de Neuroestimulación del Hospital Vithas Xanit Internacional.
La experta señala que en las sesiones de estimulación magnética transcraneal repetitiva se aplican pulsos magnéticos de baja intensidad sobre áreas específicas del cerebro relacionadas con la condición a tratar. Estos pulsos inducen corrientes eléctricas débiles que pueden regular la actividad neuronal anormal, restaurando el equilibrio bioquímico y mejorando los síntomas.
“Al regular la actividad de ciertas áreas del cerebro esta técnica puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad, disminuir las obsesiones y compulsiones, entre otras”
Además, la especialista explica que el uso repetitivo de la estimulación magnética transcraneal alivia los síntomas de numerosos trastornos neuropsiquiátricos. “Al regular la actividad de ciertas áreas del cerebro esta técnica puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad, disminuir las obsesiones y compulsiones, entre otras”, matiza y subraya que se ha demostrado que es útil para tratar a pacientes con depresión, dolor neuropático, fibromialgia o adicciones, entre otras.
La estimulación transcraneal por corriente directa (TDCS) ofrece flexibilidad en los protocolos de estimulación, permitiendo ajustar la intensidad, duración y ubicación de la corriente eléctrica según las necesidades individuales del paciente. La neuroestimulación, tanto eléctrica como magnética, es segura, pues no tiene efectos secundarios o estos son leves y temporales. También es indolora y no precisa anestesia.
Una de sus principales aplicaciones clínicas es la depresión. En concreto, aproximadamente el 60% de los pacientes con depresión experimentan mejorías y el 30% logran una remisión completa de los síntomas. Este tratamiento no presenta efectos secundarios sistémicos, como sí lo hacen los medicamentos tradicionales, y los pacientes pueden retomar sus actividades diarias de manera inmediata tras el tratamiento.
Por otro lado, la estimulación magnética transcraneal repetitiva también beneficia en el tratamiento de las adicciones, trastornos complejos que afectan tanto al cerebro como al comportamiento. La estimulación actúa directamente sobre las áreas del cerebro implicadas en el control de los impulsos y la recompensa. Al estimular estas regiones cerebrales con campos magnéticos ayuda a reducir los síntomas de abstinencia y disminuir los deseos compulsivos.
La técnica también puede aplicar campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro en personas con trastorno obsesivo compulsivo
La técnica también puede aplicar campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro en personas con trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Se trata de un trastorno frecuente y crónico caracterizado por pensamientos y comportamientos recurrentes e incontrolables. La bobina angulada de estimulación del equipo de EMTr de esta Unidad de Neuroestimulación de Vithas Xanit Internacional es la más indicada para estos tratamientos.
El dolor neuropático es generado en el sistema nervioso central o periférico, afectando a las personas. La estimulación magnética transcraneal repetitiva actúa sobre las vías neurales relacionadas con el dolor, modificando la actividad cerebral en áreas específicas asociadas con el procesamiento del dolor. Al hacerlo, puede reducir la intensidad y la percepción del dolor neuropático.
Finalmente, con la estimulación transcraneal magnética se puede facilitar la plasticidad cerebral, promover la reorganización neuronal y mejorar la recuperación funcional tras el ictus. El ictus es una condición que afecta la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo, como la función motora, cognitiva y del habla, por lo que este tipo de terapias ayudan en gran medida a los pacientes.