El cáncer de páncreas es una enfermedad que comienza en los tejidos de este órgano, y que se puede presentar en varios tipos. Uno de los más agresivos en todo el mundo es el adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC), que presenta una tasa de supervivencia a cinco años realmente baja. De este modo, solo el 8% de los pacientes diagnosticados la alcanza.
Actualmente, se trata con sesiones estándar de quimioterapia, que han demostrado mejorar la supervivencia global de los pacientes en aproximadamente cinco meses. Sin embargo, este tipo de cáncer es de naturaleza quimiorresistente, lo que hace que se necesiten con urgencia terapias más efectivas y que puedan alumbrar nuevos enfoques terapéuticos.
En este contexto, se ha llevado a cabo una investigación por parte del Departamento de Oncología Traslacional de la Fundación Jiménez Díaz, a través de su Instituto de Investigación Sanitaria (IIS-FJD), que ha identificado que la vitamina C puede mejorar la eficacia de la quimioterapia en la reducción del adenocarcinoma ductal pancreático.
El estudio se centró en explorar el potencial terapéutico de la vitamina C, un nutriente fundamental y cuya deficiencia ha sido relacionada con múltiples enfermedades
El estudio se centró en explorar el potencial terapéutico de la vitamina C, un nutriente fundamental y cuya deficiencia ha sido relacionada con múltiples enfermedades, como pueden ser el cáncer, las enfermedades autoinmunes, la arteriosclerosis y la depresión. En esta misma línea, los investigadores pusieron el foco en comprender cómo esta vitamina puede afectar al metabolismo oncológico, una huella molecular presente en la mayoría de los tumores, entre ellos el cáncer de páncreas.
Gracias a ello, descubrieron que dosis farmacológicas de vitamina C son capaces de inhibir el crecimiento de las células tumorales de tumores pancreáticos y sensibilizarlas a la quimioterapia estándar. El trabajo se desarrolló en un modelo preclínico donde tanto células tumorales como muestras de tumores pancreáticos fueron injertadas en un modelo animal para su tratamiento quimioterapéutico con gemcitabina y vitamina C.
Además, se demostró que la acción combinada de vitamina C con la quimioterapia estándar puede reducir significativamente el crecimiento tumoral. Mientras el tratamiento convencional de quimioterapia logró retrasar el crecimiento de los tumores en un 50 a 60 por ciento, el uso conjunto con vitamina C mostró una inhibición del crecimiento tumoral de hasta un 85 por ciento.
La vitamina C impacta en dianas genéticas relacionadas con la ruta molecular de producción de citrato, una molécula implicada en la metástasis del cáncer de páncreas, induciendo la destrucción de células cancerosas. De esta manera se potencia la eficacia del tratamiento convencional con quimioterapia.
El prometedor hallazgo sugiere que la vitamina C podría ser una herramienta útil en el tratamiento del cáncer de páncreas, especialmente en casos de resistencia a la quimioterapia, y podría considerarse como una opción clínica futura para mejorar la respuesta de los pacientes a esta enfermedad.
El prometedor hallazgo sugiere que la vitamina C podría ser una herramienta útil en el tratamiento del cáncer de páncreas
Sin embargo, aún hay que profundizar en la investigación y el apoyo de las asociaciones farmacéuticas y oncológicas para la realización de estudios en fase III. El objetivo ahora es encontrar nuevos enfoques al tratamiento de la enfermedad, que proporcionen mejoras en la supervivencia del paciente y una esperanza para sus familias.
La investigación, dirigida desde la Fundación Jiménez Díaz y su IIS-FJD por el Dr. Óscar Aguilera y cuyos autores principales son Aiora Cenigaonandia-Campillo y Ana García Bautista, ha podido llevarse a cabo gracias al apoyo de la presidenta de la UCAM, Mª Dolores García Mascarell, los diferentes grupos de investigación participantes de la UCAM y Celestino Olalla, consejero delegado de la ONG “Otro Mundo Es Posible”, dedicada al apoyo de la investigación en cáncer infantil.