Mientras en España la opinión pública está indignada con los macrobrotes surgidos a raíz de los viajes de fin de curso a Mallorca, en Europa es el fútbol el centro de todas las críticas. La celebración de la Eurocopa de fútbol 2021 está provocando un aumento en la incidencia de los casos de COVID-19.
El ministro de interior alemán, Horst Seehofer, acusó a la UEFA (Unión de Federaciones Europeas de Fútbol) de ser “absolutamente irresponsable” por permitir la concentración de miles de personas en el estadio de Wembley (Londres) por la Eurocopa. Seehofer, también responsable de Deportes, puso de ejemplo al país germano, que ha reducido la capacidad del estadio Allianz Arena de Múnich al 20%. El recinto tiene capacidad para acoger a 75.000 personas, sin embargo solo llenarán las gradas 14.000 aficionados, con el objetivo de prevenir aglomeraciones.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud insistió en que los casos positivos han aumentado en un 10% por los viajes, flexibilización de las medidas preventivas y la mezcla de multitudes en las celebraciones de este evento deportivo.
En la mayoría de países, el aforo permitido en los estadios está al 25-30% de su capacidad
La responsable de emergencias de la OMS, Catherine Smallwood, pide atención no solo en los partidos, sino también en lo que sucede después. “Cuando la gente abandona los estadios, ¿van a bares y pubs llenos de gente a ver los partidos? Si estas mezclas de gente ocurren entre personas que no están completamente vacunadas y sigue la presencia del virus, habrá contagios”.
El descenso de los contagios que ha tenido lugar durante las últimas diez semanas en Europa, llega a su fin y da paso a un aumento de los contagios que será mayor si no se toman medidas, aseguró la responsable de la OMS en Copenhague.
Estas medidas de prevención varían de un país a otro. En la mayoría de países, el aforo permitido en los estadios está al 25-30% de su capacidad. En España, La Cartuja de Sevilla tiene una capacidad para acoger a 58.000 personas, no obstante el aforo máximo permitido será de 22.770 aficionados. Estos datos contrastan con los de Hungría.
Las autoridades sanitarias ya han identificado casos positivos entre personas que habían viajado para acudir a alguno de estos encuentros futbolísticos
El país que preside Viktor Orbán, ya ha suscitado controversias por sus declaraciones sobre el colectivo LGTBI+ y, ahora, por permitir el aforo completo en el estadio Puskas Arena de Budapest. El recinto tiene una capacidad de 68.000 personas y recibirá este mismo número de aficionados. Para entrar, los húngaros deberán estar vacunados o haber pasado la enfermedad. A los extranjeros, les bastará con un test negativo.
En Escocia y Finlandia, las autoridades sanitarias ya han identificado casos positivos entre personas que habían viajado para acudir a alguno de estos encuentros futbolísticos.
La UEFA, por su parte, ha asegurado que se respetan todas las medidas de prevención.