La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) advierte de que la violencia sexual entre menores es un grave problema de salud pública en todo el mundo, incluida España. Así, ha expresado que la identificación temprana, el apoyo emocional, la colaboración con la justicia y la adopción de actitudes críticas frente a la pornografía son claves para frenar esta problemática.
La violencia sexual contra menores es una problemática que tiene un impacto devastador sobre las víctimas, incluyendo daños físicos y psicológicos a corto, medio y largo plazo. Sin embargo, en muchas ocasiones estos casos pasan desapercibidos y no son denunciados, lo que dificulta su prevención y tratamiento.
SEE: “La identificación temprana, el tratamiento adecuado, la colaboración con la justicia y el apoyo emocional son fundamentales para proteger a los niños y niñas de este problema social”
En lo relativo al perfil de las víctimas de este tipo de violencia, la SEE advierte que la gran mayoría son niñas y chicas adolescentes, mientras que, por lo general, los perpetradores son chicos adolescentes. De hecho, una de cada dos víctimas de delitos contra la libertad sexual cometidos en 2020 era menor de edad, según datos del Ministerio del Interior.
A través de su Grupo de Trabajo sobre Género, Diversidad Afectivo-Sexual y Salud, la SEE manifiesta que la prevención y el abordaje de la violencia sexual que se da entre menores requiere una acción coordinada y multidisciplinar. “La identificación temprana, el tratamiento adecuado, la colaboración con la justicia y el apoyo emocional son fundamentales para proteger a los niños y niñas de este problema social”, señalan.
A la hora de proteger el bienestar de los menores, el sector de la salud juega un papel fundamental en la respuesta a la violencia. En este sentido, los profesionales de Pediatría, Psicología y Atención Primaria deben contar con la formación necesaria para poder detectar estas situaciones de manera precoz y brindar apoyo y tratamiento. De este modo, la sociedad científica señala que es necesario implantar "protocolos claros" para la atención sociosanitaria de las víctimas, además de garantizar que estas reciben el apoyo necesario.
Por otro lado, las familias o la comunidad educativa, así como personas con menores a su cargo, deben recibir también información sobre cómo prevenir y detectar la violencia sexual infantil. Para ello, la SEE apuesta por fomentar actitudes críticas hacia el uso y el abuso de la pornografía desde edades tempranas.
La educación afectivo sexual, tanto en menores como en adultos, es esencial para hacer frente a esta problemática. La educación sexual puede contribuir a mejorar las actitudes de confianza y autoidentidad, así como las relaciones equitativas. Por ello, la sociedad científica apuesta por incluir la educación afectivo sexual en el currículo escolar.
SEE: “La perspectiva de género y la importancia de lograr una igualdad de género son importantes en la elaboración de estas estrategias
Además, es importante que los planes y programas para acabar con estos delitos se aborden desde una perspectiva de género. Esto ayudará a evitar la reproducción de los machismos cotidianos. “La perspectiva de género y la importancia de lograr una igualdad de género son importantes en la elaboración de estas estrategias, desde la prevención hasta el tratamiento de las víctimas, de sus necesidades y las de sus familias”, manifiestan.
La justicia, por su parte, tiene también una función importante en el abordaje de la violencia sexual entre menores. Por ello es fundamental la colaboración intersectorial entre el ámbito de la justicia y el de la salud, no solo para perseguir estos delitos, sino también para evitar la revictimización que sufren las víctimas en los procesos judiciales.
Finalmente, recuerdan que en España, existen varios organismos y programas que afrontan la prevención y el abordaje de la violencia sexual en menores. Por ejemplo, el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Igualdad han establecido planes de acción para la prevención y el tratamiento de la violencia sexual.