La pandemia de la Covid-19 ha supuesto un duro golpe para la Sanidad de todos los países. La priorización de una enfermedad desconocida que ha matado solo en España a más de 85 mil personas, ha paralizado la atención sanitaria para otras enfermedades, dificultando acudir a los centros de Atención Primaria, hospitales y consultas médicas.
En el mundo ha supuesto un revés especialmente para la lucha contra la tuberculosis, la malaria y el VIH, como denuncia el Fondo Mundial. Sin embargo, pese a las complicaciones, el VIH en España se ha mantenido estable durante este más de año y medio. “Aunque han aumentado el diagnóstico del resto de enfermedades de trasmisión sexual (ITS), la situación del VIH está experimentando una mejoría a pesar de la Covid y se está reduciendo”, señala de forma telefónica Jorge del Romero, director del Centro Sandoval de Madrid.
Durante la pandemia hubo una mayor dificultad de diagnóstico, al no poder acudir a las consultas. En el caso de las ITS, según explica Ramón Espacio, presidente de la Coordinadora estatal de VIH y sida (CESIDA) el principal problema es que la pandemia ha afectado principalmente a personas con vulnerabilidad social, como son trabajadoras sexuales o población migrante, “por lo que después del confinamiento se ha producido un repunte de casos, y debido al retraso en el diagnóstico posiblemente en los próximos meses se verá un aumento de ellos”.
Gracias a la telemedicina y la telefarmacia los pacientes recibían en su casa el tratamiento y pruebas VIH de saliva
Pero tal y como explica Del Romero, esto no incluye al VIH. “Los tratamientos retrovirales así como la PReP, han permitido que continúe descendiendo la tasa en el país”. Y es que durante estos casi dos años, el director del Centro Sandoval confirma que "no ha habido ningún repunte, podemos estar importando casos, pero en España no ha habido ningún aumento”. Algo que se ha conseguido pese al cierre en periodos concretos de centros de ITS, como recuerda Espacio.
LA CLAVE: LA TELEMEDICINA Y LOS FÁRMACOS EN CASA
Para Ramón Espacio a nivel nacional la Covid supuso un impacto especial en el tratamiento y seguimiento de los casos, debido al cierre de los centros de ITS y el freno en el diagnóstico. Sin embargo, es cierto que poco a poco la situación que se desarrolló durante los primeros meses de la pandemia se fue solventando. “La pandemia afectó al ámbito hospitalario, que tuvo que trasladarse a los domicilios, y a la asistencia, sin embargo, gracias a las consultas telefónicas y la telemedicina se consiguió controlar la situación”.
Muchos centros que cerraron apostaron no solo por una atención telefónica, sino por acercar los tratamientos a las casas de los pacientes. De esta forma han mantenido su tratamiento para controlar la enfermedad.
“En Sandoval hemos mandado a sus casas tanto la medicación retroviral que se dan en los hospitales como la PrEP”, señala Jorge del Romero. Gracias a la telemedicina y la telefarmacia los pacientes recibían en su casa el tratamiento y pruebas VIH de saliva para mantener el control durante los tres o cuatro meses que los centros estuvieron cerrados.
El problema, el resto de ITS. La práctica del chemsex ha continuado esta vez aumentando infecciones como la Hepatitis C, la sífilis o las gonorreas. “El control del VIH relaja la utilización del preservativo, lo que lleva a que el resto de enfermedades de trasmisión sexual se disparen”, provocando un colapso de demanda en los servicios especializados. Pese al colapso y las otras enfermedades de trasmisión sexual, España mantiene la batalla contra el VIH con éxito.