La urodinamia es un procedimiento diagnóstico que reproduce y monitoriza el comportamiento de la vejiga y de la uretra durante su ciclo fisiológico normal de llenado y vaciado. Con esta prueba se pretende estudiar los problemas miccionales que pudiera tener un determinado paciente y establecer sus causas. Pero esto no siempre es posible ya que con dicho estudio solo se pueden obtener determinados parámetros de la micción: presiones, flujos, volúmenes, etc. En muchas ocasiones va a ser imprescindible ver lo que está ocurriendo, además de disponer de los valores mencionados. Esto es, precisamente, lo que proporciona la vídeo-urodinamia: una combinación de parámetros miccionales e imágenes radiológicas, permitiendo así tener una idea mucho más clara de lo que ocurre en el tracto urinario. El Hospital Ruber Internacional ha adquirido este equipo recientemente, convirtiéndose en el único hospital privado de Madrid que dispone de dicho equipamiento en su unidad de urología funcional.
Se trata de una prueba cuya duración oscila entre los 45 minutos y 60 minutos
La video-urodinamia es una prueba cuya duración oscila entre los 45 minutos y 60 minutos. Es muy útil para estudiar ciertos casos de incontinencia (de urgencia y esfuerzo) o de obstrucción urinaria, es decir, pacientes con dificultad para realizar la micción. Tal y como explica el urólogo del Hospital Ruber Internacional, Dr. Ignacio Galmés, de la Unidad de Urología y Andrología que dirige el Dr. Antonio Allona, con esta técnica “introducimos un líquido con contraste radiológico y tenemos un aparato de rayos que nos permite ver imágenes de la vejiga durante el llenado y de cómo se produce la fase de vaciado”. Según afirma el doctor Galmés, gracias a este control radiológico es posible comprobar cómo es la vejiga, su capacidad y su comportamiento, además de disponer de todos los datos propios del estudio urodinámico convencional.
La video-urodinamia aporta información muy útil en alrededor del 30% de los casos donde no resulta posible determinar el origen del trastorno funcional de la vejiga solo con el estudio convencional. Asimismo, es fundamental para estudiar a pacientes con vejiga neurógena. Esto es, aquellas disfunciones de la vejiga causadas por un daño neurológico, ya sea un traumatismo, un tumor, un proceso infeccioso, etc. Como destaca el doctor Ignacio Galmés, la vejiga necesita de una coordinación e integración muy compleja para que todo funcione correctamente. Así, mientras se llena la vejiga, el esfínter o el cuello de la vejiga deben permanecer cerrados para evitar que se escape la orina. Cuando se decide empezar a orinar, el esfínter tiene que relajarse y la vejiga contraerse consiguiéndose el vaciado completo. “Los pacientes con problemas neurológicos pueden tener alterados cualquiera de los niveles de ese control y, como consecuencia de ello, su vejiga no funciona correctamente”, indica Galmés.
El principal problema de las vejigas neurógenas es que su alteración funcional no es estable, sino que puede cambiar a lo largo del tiempo. Según asevera el urólogo, lo que hoy es un problema de obstrucción mañana podría ser un problema de incontinencia. “En estos pacientes cada cierto tiempo conviene repetirles el estudio de video-urodinamia, sobre todo si empiezan a no sentirse bien”, explica.
Ningún otro hospital privado dispone de esta técnica
Por otro lado, gracias a la información que ofrece este procedimiento, es posible plantear intervenciones quirúrgicas que ayuden a resolver el problema y mejorar la situación clínica del paciente. Esto es lo que ocurrió con el primer paciente al que se realizó este estudio en el Hospital Ruber Internacional. Según el doctor Ignacio Galmés, se trataba de un paciente con una vejiga neurógena secundaria a un traumatismo de la columna que tenía grandes dificultades para orinar. “Cuando le hicimos el estudio diagnóstico, comprobamos que no lograba abrir el cuello de la vejiga cuando quería orinar. A este paciente le propusimos infiltrar el cuello de la vejiga con toxina botulínica (botox) para conseguir que se relajara y abriese con facilidad en el momento de la micción” .
Pese a sus bondades, ningún otro hospital privado dispone de esta técnica. Según asevera el urólogo, es un equipo caro y requiere una infraestructura compleja para su funcionamiento. “Es algo que se necesita si estás muy especializado en este tipo de patologías y de pacientes”. Según este especialista, en otros centros se suple la carencia de este equipo mediante la realización de diferentes pruebas complementarias como la endoscopia, estudio radiológico de la vejiga, etc., aunque sin lograr los mismos resultados. “Así se obtiene información adicional, pero nunca va a ser tan completa e integrada como la que te proporciona la video-urodinamia”, puntualiza el doctor Galmés.