La arquitectura de los vasos sanguíneos en un tumor cerebral se asocia con la eficacia del tratamiento, según ha revelado un estudio internacional que ha contado con la participación de investigadores del BDSLab-ITACA de la Universitat Politècnica de València (UPV). El hallazgo abre nuevas posibilidades de tratamiento de tumores cerebrales, actuando sobre sus vasos sanguíneos junto con el tratamiento farmacológico.
La investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista Neuro-Oncology, partió de un ensayo en fase 2, que evaluaba la eficacia del pembrolizumab para tratar metástasis cerebrales de diversas histologías. Este tratamiento consiste en un tipo de inmunoterapia basada en inhibidores de punto de control inmunitario.
“Exploramos la relación entre la eficacia de este tratamiento de inmunoterapia y la arquitectura vascular con la esperanza de identificar posibles mecanismos de respuesta o resistencia intracraneal a la inmunoterapia en las metástasis”, explica Elies Fuster, investigador del Biomedical Data Science Lab (BDSLab) del Instituto ITACA de la Universitat Politècnica de València.
“Exploramos la relación entre la eficacia de este tratamiento de inmunoterapia y la arquitectura vascular con la esperanza de identificar posibles mecanismos de respuesta a la inmunoterapia en las metástasis”
Para llevar a cabo el estudio, se emplearon imágenes de arquitectura vascular (VAI), una métrica cuantitativa histológicamente validada para evaluar la fisiología vascular tumoral in vivo. Así, la VAI fue empleada para analizar la arquitectura vascular tumoral y peritumoral antes y después del tratamiento con pembrolizumab en 44 pacientes del ensayo.
“Descubrimos que los tumores cerebrales que respondían bien al tratamiento tenían una vasculatura más equilibrada de vasos pequeños y grandes, y también mostraban signos de un mejor flujo sanguíneo. Esto nos permite plantear que una red equilibrada de vasos sanguíneos puede ayudar a que el tratamiento funcione mejor”, señala Elies Fuster.
Gracias al estudio se ha logrado identificar un potencial biomarcador para predecir la respuesta a este tipo de inmunoterapia en metástasis cerebrales. A su vez, proporciona una base para futuros estudios, que exploren los moduladores de la arquitectura vascular y sus efectos en la actividad inmunitaria dentro del microambiente tumoral. Esto podría conducir a estrategias de tratamiento más específicas y eficaces.
“Al identificar las características estructurales de la vasculatura que se correlacionan con respuestas positivas a este tipo de inmunoterapia, podrían desarrollarse nuevas dianas terapéuticas para mejorar la eficacia de la inmunoterapia”, continúa Elies Fuster.
“Los estudios futuros podrían centrarse en combinar pembrolizumab con agentes que promuevan una red vascular más equilibrada o que reviertan los efectos negativos de la hipoxia sobre la vigilancia inmunitaria. Tales tratamientos combinados podrían mejorar significativamente los resultados para los pacientes con metástasis cerebral, ofreciendo un enfoque más personalizado y eficaz para la terapia del cáncer”, añade.
Ahora, los siguientes pasos a seguir se centrarán en la relación entre la arquitectura de los vasos sanguíneos tumorales y la capacidad del sistema inmunitario para combatir el cáncer. “Combinando análisis ómicos avanzados con estudios detallados del funcionamiento de estos vasos sanguíneos, queremos descubrir los mecanismos precisos por los que la estructura de los vasos sanguíneos tumorales puede favorecer o dificultar la eficacia de las inmunoterapias”, concluye Elies Fuster.
“Los estudios futuros podrían centrarse en combinar pembrolizumab con agentes que promuevan una red vascular más equilibrada"
El enfoque integral pretende confirmar los resultados obtenidos hasta ahora, así como allanar el camino con el objetivo de desarrollar nuevos tratamientos combinados más eficaces, que se dirijan al tumor y a su sistema de soporte vascular. De este modo podría revolucionarse el enfoque del tratamiento de las metástasis cerebrales y otros tipos de cáncer.
Este estudio, en el que ha participado la UPV, ha sido liderado por el Massachusetts General Hospital Cancer Center (Harvard Medical School), el Athinoula A. Martinos Center for Biomedical Imaging (Massachusetts General Hospital), junto con el Department of Physics and Computational Radiology (Oslo University Hospital).