Según datos del estudio “Achieving global targets for antimicrobial resistance”, publicado en la revista Science, España lidera las ventas mundiales de antimicrobianos por habitante, superando las 26 dosis diarias definidas (DDDs) lo que triplica la media mundial que se sitúa en las 8,54 DDDs. Además, el último Eurobarómetro especial sobre resistencias microbianas indicaba en abril de 2016 que un 47% de los españoles habían tomado un antibiótico en los últimos doce meses, lo que sitúa a España en la segunda posición en mayor uso de antibióticos de Europa, solo superada por Malta (48%). Esta cifra muestra un repunte en la utilización de antibióticos tras un periodo (2009-2013) en el que se había moderado. El incremento de uso de antibióticos, según numerosos estudios, tiene una correlación directa con la aparición de resistencias antibióticas.
Para abordar esta situación, analizar los sistemas de incentivación y financiación de la investigación, la mejora de las campañas de información y la incorporación de las nuevas tecnologías como alternativa para hallar soluciones a las resistencias antibióticas, la Cátedra MSD-UIMP de Salud, Crecimiento y Sostenibilidad de la compañía biofarmacéutica MSD y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha organizado en Santander el encuentro “Antibióticos, economía e innovación”, coordinado por los doctores Emilio Bouza, catedrático de Microbiología en la Universidad Complutense de Madrid, y Rafael Cantón, jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. La jornada ha contado en la inauguración con la presencia del rector de la UIMP, Eduardo Vázquez de Castro vicerrector de Internacionalización de la UIMP, el profesor César Nombela, y Regina Revilla, directora ejecutiva de Relaciones Institucionales de MSD.
“El aumento del uso de algunos antimicrobianos se debe, no tanto al aumento de la resistencia, como al aumento del miedo a la presencia de resistencia”
UN PROBLEMA MULTIFACTORIAL
No sólo se trata de una cuestión de utilización elevada, sino que se opta a menudo por el mismo tipo o familia de antimicrobianos, lo que incrementa la presión antibiótica y por ende las propias resistencias. El último Informe JIACRA del Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos, publicado este año, contiene el primer análisis integrado del consumo de antibióticos y su relación con la aparición de resistencia. Este informe indica que, en nuestro país, los antibióticos betalactámicos suponen un 64,07% del total consumido en Primaria y el 61,26% en el área hospitalaria, con las cefalosporinas de 3º y 4º generación y los carbapenemas con la densidad de consumo más elevada (datos de 2016).
“El aumento del uso de algunos antimicrobianos se debe, no tanto al aumento de la resistencia, como al aumento del miedo a la presencia de resistencia”, explica el doctorEmilio Bouza, quien añade que “uno de los caballos de batalla, a mi juicio, es la reducción del tiempo de tratamiento empírico con mejores y más rápidos intentos de filiación etiológica”.
“España ha sido y es uno de los países, junto con alguno de nuestro entorno como Francia, Italia o Grecia, con mayor consumo de antimicrobianos. Este hecho es multifactorial ya que implica una prescripción elevada, en ocasiones de complacencia, un fácil acceso de la población a la dispensación, una alta demanda por parte de los pacientes y una ausencia de campañas continuadas de formación a los ciudadanos por parte de la administración”, analiza por su parte el doctor Rafael Cantón.