Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés Centers for Disease Control and Prevention) y la Agencia Americana del Medicamento (FDA, de sus siglas Food and Drug Administration), entidades que se encuentran inmersas en la investigación de las lesiones de pulmón ligadas a la utilización del cigarrillo electrónico en Estados Unidos, han comprobado que la práctica mayoría de los casos tienen conexiones con sustancias ilegales.
En concreto, se trata del acetato de vitamina E y tetrahidrocannabinol (THC), constituyente psicoactivo principal del cannabis. Unas sustancias que han sido adquiridas fuera del mercado autorizado y que los afectados han conseguido a través de Internet o círculos personales pero, en ningún caso, en tiendas de vapeo legales.
A fecha 14 de enero, las autoridades americanas anuncian un total de 2.668 casos de lesiones pulmonares, con 60 fallecimientos en 27 estados del país
Atendiendo a datos concretos de las pesquisas, actualizados al mes de enero, se pone sobre la mesa que el 82% de los pacientes ingresados en hospitales habían declarado a su médico que habían consumido productos con THC. Junto a ello, un tercio de los hospitalizados solo había usado estas sustancias en el interior de sus dispositivos.
De igual modo, ocho de cada 10 pacientes ha admitido que adquirió estos productos a través de vías ilegales. Desde los CDC y la FDA han informado que continuarán con sus análisis con el propósito de impulsar una guía médica e identificar nuevos puntos de estudio que ofrezcan nuevos hallazgos.
A fecha 14 de enero, las autoridades americanas anuncian un total de 2.668 casos de lesiones pulmonares, con 60 fallecimientos en 27 estados del país. Desde los CDC subrayan que aquellos individuos que usen los e-cigarrillos, lo hagan con el objetivo de abandonar el hábito tabáquico.