Estos últimos años ha aumentado significativamente el consumo del vapeo sobre todo en jóvenes, siendo popular también entre los que nunca habían consumido tabaco. Según la encuesta ESTUDES de 2023elaborada por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio deSanidad, el 54,6 % de los estudiantes ha probado alguna vez el cigarrillo electrónico, lo que duplica las cifras registradas hace siete años. Entre los principales motivos de este crecimiento los expertos señalan la variedad de sabores, la posibilidad de usarlos en cualquier momento y lugar o el fácil acceso a su compra, también su promoción a través de redes sociales.
A nivel mundial, la tendencia es similar: el uso de cigarrillos electrónicos sigue al alza, con especial incidencia entre los jóvenes debido a la publicidad en redes sociales y la percepción errónea de que el vapeo es una opción menos dañina que el tabaco convencional. Un estudio de The Lancet dirigido por Universidad Global de Londres UCL descubrió que en Inglaterra uno de cada siete jóvenes de entre 18 y 24 años (14 %) que nunca había fumado regularmente ahora usa cigarrillos electrónicos.
DAÑOS EN LA SALUD
Aunque muchos adolescentes perciben el vapeo como una alternativa menos dañina al tabaco tradicional, la realidad es que sus efectos a largo plazo siguen siendo desconocidos y las sustancias utilizadas pueden generar adicción y otros problemas de salud. De hecho, diferentes estudios advierten que el vapeo también supone riesgos para la salud, especialmente en los pulmones. Además, la nicotina también afecta al cerebro, que sigue desarrollándose hasta los 25 años aproximadamente. Esta sustancia daña las partes de este órgano que controlan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y la capacidad de controlar los impulsos.
"Existen determinadas sustancias que se encuentran en mayor cantidad en los vapeadores que en el tabaco convencional y que están produciendo efectos en la salud"
El Dr. Juan Antonio Riesco Miranda, experto en el área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), explica a ConSalud.es que hay datos que “nos indican fundamentalmente que existen determinadas sustancias que se encuentran en mayor cantidad en los vapeadores que en el tabaco convencional y que están produciendo efectos en la salud, como alteraciones inflamatorias, tanto en la parte cardiovascular como en la parte respiratoria”.
En los últimos años se ha descubierto una enfermedad pulmonar llamada EVALI (E-cigarette, or Vaping, product use Associated Lung Injury) asociada al vapeo o al cigarrillo electrónico. Actualmente no existe ninguna prueba disponible para diagnosticar esta enfermedad, sus síntomas, que pueden comenzar días o semanas después de usar el producto para vapear, son: tos, expectoración, disnea, dolor torácico, vómitos, náuseas, dolor abdominal, fiebre y cefaleas, entre otros, pudiendo llevar incluso a la muerte del paciente. Esta joven patología fue detectada por primera vez en 2019, tras el diagnostico de casos de neumonía aguda asociadas al consumo de productos de vapeo en Estados Unidos.
Pese a los datos actuales, todavía existe mucho desconocimiento, tal y como refleja el doctor, quien añade sobre el daño de los productos químicos aromatizantes que “hasta el momento no se ha producido el tiempo necesario para ver cómo impacta su consumo en la salud”.
REDUCIR EL CONSUMO
Ante este panorama, los expertos señalan la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir su consumo. La Unión Europea ha lanzado campañas para desalentar el uso de cigarrillos electrónicos y, en Bélgica quieren ampliar los espacios libres de humo a lugares como terrazas de bares, parques o paradas de autobús y extender la prohibición a los vapeadores. Un paso que fuera de la UE ya ha dado Reino Unido, que ha anunciado recientemente una nueva legislación que pondrá fin a los vapeadores de un solo uso a partir de junio del año que viene.
En España, el pasado mes de enero se aprobóla conocida ley vapeo, el Real Decreto 47/2024 que regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados. Con esta normativa, se busca regular un mercado de vapeo seguro para todos, tanto para quienes vapean como para los que no, como son las restricciones en espacios públicos cerrados, prohibición de su venta a menores de edad o regulaciones más estrictas en la publicidad y promoción de productos de vapeo.
"Las nuevas formas de fumar no son un juego, también son fumar y siguen siendo la principal causa de muerte prematura en España"
Además, entre otras medidas, Sanidad lanzó hace un mes una campaña contra el vapeo alertando de los riesgos para los jóvenes, siendo uno de los puntos clave desmentir la percepción errónea de que los vapeadores son menos perjudiciales que el tabaco convencional. "Las nuevas formas de fumar no son un juego, también son fumar y siguen siendo la principal causa de muerte prematura en España" recoge la campaña.
El Dr. Riesco incide en que “todo lo que sea información y sensibilización siempre hay que aplaudirlo”. Sin embargo, llama a la necesidad de continuidad, que las campañas no sean “algo puntual”, sino “más persistentes en el tiempo y más prolongadas”. Y señala que tanto las familias como las instituciones educativas y sanitarias “han de trabajar en conjunto para aumentar la concienciación sobre los riesgos asociados al vapeo, promoviendo alternativas saludables y políticas efectivas que protejan a las nuevas generaciones de los daños asociados al consumo de nicotina y otras sustancias”.
Mientras las investigaciones se están ampliando más allá de los efectos que puede ocasionar el vapeo a corto plazo y midiendo su impacto a largo plazo, el experto incide en la importancia de que tanto las familias como las instituciones educativas y sanitarias trabajen en conjunto para aumentar la concienciación sobre los riesgos asociados al vapeo, promoviendo alternativas saludables y políticas efectivas que protejan a las nuevas generaciones de los daños asociados al consumo de nicotina y otras sustancias.