Valladolid lidera una intervención cardíaca pionera en España: “El paciente lleva una vida normal”

El Clínico de Valladolid ha sustituido una válvula aórtica mecánica mediante cateterismo, evitando la cirugía a corazón abierto en un paciente de 76 años. Es la primera vez que se realiza esta cirugía en nuestro país y ha sido todo un éxito

Dr. Ignacio Jesús Amat Santos, cardiólogo y coordinador de Cardiología Intervencionista del Hospital Clínico de Valladolid. (Foto: Cedida a ConSalud.es)
Dr. Ignacio Jesús Amat Santos, cardiólogo y coordinador de Cardiología Intervencionista del Hospital Clínico de Valladolid. (Foto: Cedida a ConSalud.es)
Itziar Pintado
11 abril 2025 | 16:00 h

El Hospital Clínico Universitario de Valladolid ha marcado un hito sin precedentes en cardiología al llevar a cabo, por primera vez en el mundo y de manera programada, la sustitución de una válvula aórtica mecánica mediante cateterismo, evitando la cirugía a corazón abierto. Esta intervención pionera abre una nueva puerta terapéutica a miles de pacientes en todo el mundo portadores de este tipo de prótesis que, hasta ahora, si fallaban, solo podían ser tratadas mediante una segunda operación quirúrgica más compleja. “Ahora mismo, cuando un paciente necesita que le cambien una válvula del corazón, hay dos opciones: hacerlo con cirugía o hacerlo a través de catéteres”, explica el Dr. Ignacio Jesús Amat Santos, cardiólogo y coordinador de Cardiología Intervencionista del centro vallisoletano en una entrevista a ConSalud.es.

Implante de prótesis aortica transcatéter (TAVI) (2)

La técnica, conocida como ‘TAVI’ (Transcatheter Aortic Valve Implantation), ya se utiliza de forma habitual en válvulas biológicas deterioradas, permitiendo introducir una nueva válvula sin abrir el tórax. Sin embargo, hasta ahora era inviable aplicarla en prótesis mecánicas debido a su estructura metálica, que incluye discos móviles que impiden el paso del catéter. “En general, la técnica percutánea la aplicamos en pacientes mayores de 75 años. En los más jóvenes, las válvulas se siguen implantando con cirugía, y ahí existen dos opciones: las biológicas, que duran unos diez años, y las mecánicas, que pueden durar toda la vida, pero requieren anticoagulación crónica”, detalla el Dr. Amat.

El problema clínico surge cuando una prótesis mecánica deja de funcionar correctamente o el paciente ya no puede continuar con anticoagulantes por riesgo de hemorragias. “Las biológicas, si se deterioran, las podemos arreglar poniéndoles una prótesis por dentro con un catéter, pero las metálicas hasta ahora no. Si sus discos dejan de funcionar, obliga a operar al paciente otra vez, y es una intervención muy compleja y peligrosa”, indica el especialista. En el caso tratado en el Clínico, se trataba de un varón de 76 años con una prótesis mecánica desde 2003 que presentaba una disfunción severa, con los discos prácticamente inmóviles y una sintomatología respiratoria incapacitante.

“Lo que hemos hecho nosotros por primera vez es extraer los discos de la prótesis mecánica y colocar una prótesis transcatéter por dentro, evitando la cirugía”

Ante el alto riesgo quirúrgico de reintervención, el equipo del hospital decidió aplicar una técnica revolucionaria, desarrollada tras años de investigación preclínica. “Lo que hemos hecho nosotros por primera vez es extraer los discos de la prótesis mecánica y colocar una prótesis transcatéter por dentro, evitando la cirugía”, resume el Dr. Amat Santos. La intervención, fruto de la colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), fue el resultado de múltiples ensayos en laboratorio con modelos de silicona y en animales, hasta validar la seguridad del procedimiento.

Uno de los mayores desafíos era la retirada de los discos metálicos sin provocar complicaciones. “Extraer los discos tenía un riesgo muy alto. Podían romperse, irse al cerebro o a otros órganos y causar daños graves. No sabíamos si era técnicamente posible, así que primero lo probamos en laboratorio y luego en animales en el CNIC. El gran reto era quitarlos sin dejar residuos y colocar la nueva válvula en cuestión de segundos, porque al quitar los discos, la sangre se devuelve y el paciente entra en fallo cardíaco si no se actúa rápido”, subraya el cardiólogo.

"Tenía una obstrucción severa, casi no podía ni salir de casa, y ahora está asintomático y lleva una vida normal”

La intervención se realizó con éxito hace varias semanas. El paciente fue dado de alta tras seis días de ingreso y su evolución ha sido excelente. “El mismo día de la intervención ya estaba caminando por la planta. Tenía una obstrucción severa, casi no podía ni salir de casa, y ahora está asintomático y lleva una vida normal”, celebra el Dr. Amat Santos.

A largo plazo, esta innovación puede cambiar la estrategia en la elección de prótesis valvulares. “Las mecánicas estaban dejando de usarse, aunque duran más, porque si fallan hay que reoperar. Ahora, con la posibilidad de tratarlas por catéter, quizá se vuelvan a utilizar más, sabiendo que también tienen una solución menos invasiva si se deterioran”, reflexiona el cardiólogo.

La intervención ha sido posible gracias al trabajo conjunto del equipo del ICICOR (Instituto de Ciencias del Corazón del Clínico de Valladolid), con la participación del CNIC y el liderazgo científico de Borja Ibáñez y Carlos Real, además del equipo médico local compuesto por los doctores Mario García Gómez, Blanca de Prada Martín y el propio Dr. Amat Santos, bajo la coordinación del Dr. José Alberto San Román. “Este es un logro de equipo. Desde el CNIC hasta anestesia, cirugía cardíaca, todo el personal se volcó para que esto saliera bien”, afirma el cardiólogo.

“Si conseguimos generar suficiente evidencia, cambiará el algoritmo de decisión en cardiología. Ya nos han contactado desde varios hospitales de España y del extranjero interesados en esta técnica. La clave es que podemos ofrecer una solución segura a muchos pacientes”, concluye el Dr. Amat.

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