Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) definen la tosferina como una “enfermedad respiratoria muy contagiosa causada por un tipo de bacteria llamada Bordetella pertussis”. Las bacterias causantes de esta enfermedad se transmiten con gran facilidad a través del aire y, una de las características más preocupantes de estas es que las personas infectadas pueden propagar las bacterias desde que se inician los primeros síntomas hasta al menos dos semanas después. Aunque parte de los casos se cursan de forma leve, existen ciertos grupos de riesgo como los adultos mayores, las personas con ciertas condiciones de salud subyacentes o los recién nacidos.
En bebés la tosferina puede ser especialmente grave, particularmente en aquellos que por edad todavía no pueden ser vacunados. En el caso de España el Calendario Común de Vacunación a lo Largo de Toda la Vida (actualizado en 2023) recomienda la vacunación combinada frente a la tosferina, difteria y tétanos (dTpa) que se administra de forma prenatal (una dosis en cada embarazo a partir de la semana 27 de gestación, pero preferentemente en la semana 27 o 28). En los bebés el calendario contempla esta inmunización a los dos, cuatro y 11 meses, así como una nueva dosis a los seis años. También se incluye una dosis a partir de los 65 años.
El Ministerio de Sanidad explica que el propósito de la vacunación frente a la tosferina en las embarazadas es proteger a los niños en sus primeros meses de vida. La administración de la vacuna no solo protege al bebé, sino que también lo hace con la madre ya que si se inocula durante la última etapa del embarazo aumentan las defensas en la embarazada. Los anticuerpos generados se transmiten al feto a través de la placenta y de esta forma cuenta con inmunidad hasta que pueda recibir las primeras dosis de la vacuna.
Con el objetivo de aumentar la evidencia sobre la eficacia y seguridad de la vacunación frente a la tosferina en embarazadas y recién nacidos, los CDC han publicado un estudio basado en el seguimiento de informes de casos de la enfermedad en bebés en Estados Unidos entre el 1 de enero del 2000 y el 31 de diciembre de 2019. Este análisis permitió hallar una asociación entre menores tasas de tosferina en bebés por debajo de los dos meses y la administración de la vacuna dTpa durante el embarazo. Unos resultados que refuerzan la recomendación de los CDC de administra la vacuna entre las semanas 27 y 36 de cada embarazo.
“Ponerse la dTpa durante el embarazo les ofrece a los bebés la mejor protección antes de que tengan edad suficiente para recibir sus vacunas contra la tosferina”
“Ponerse la dTpa durante el embarazo les ofrece a los bebés la mejor protección antes de que tengan edad suficiente para recibir sus vacunas contra la tosferina”, argumenta el doctor José Romero, director del Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorios de los CDC. “Esta protección es fundamental porque es en esos primeros meses cuando es más probable que los bebés tengan complicaciones graves, sean hospitalizados o mueran si contraen la tosferina”, agrega.
Esta investigación ha sido la primera en la que se han analizado las tendencias en los casos de tosferina en bebés a nivel de población en los Estados Unidos desde que se inició la vacunación materna en el año 2011. Las tasas de tosferina en recién nacidos disminuyeron significativamente desde que comenzó la administración de la vacuna dTpa durante el embarazo. Sus autores inciden en que cuando el suero se inocula durante el tercer trimestre del embarazo se logran prevenir más de tres de cada cuatro casos de tosferina en bebés menores de dos meses.
“Todas las mujeres embarazadas deberían estar tranquilas sabiendo que la vacuna es segura y eficaz”, añade a través de un comunicado emitido por los CDC en relación al estudio la doctora Linda Eckert, enlace con el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, así como miembro del Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación de los CDC. “Al saber que la administración de la vacuna dTpa durante el embarazo evita que nueve de cada 10 bebés sean hospitalizados con tosferina recomiendo encarecidamente esta vacuna a todas mis pacientes embarazadas por su tranquilidad y la salud y bienestar de sus familias”.
Es necesario recalcar que todas las embarazadas deben vacunarse frente a la tosferina, aunque cumpliesen con las pautas de inmunización establecidas en la infancia. La razón reside en que la protección que confiere tiene una duración limitada. Este es el motivo por el que su administración también es fundamental a partir de los 65 años.