La pandemia Covid-19 tuvo consecuencias nefastas en distintos estratos y sectores de la sociedad. En Sanidad, uno de los servicios que se vieron especialmente influidos por la llegada del nuevo virus, la emergencia sanitaria y el aterrizaje de la campaña de vacunación contra el SARS-CoV-2 fue el de inmunización. A nivel mundial la vacunación infantil cayó en 2020 y 2021 dejando a millones de niños sin recibir siquiera una sola dosis de su programa vacunal. En 2022, los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF,son más prometedores.
La inmunización ha permitido disminuir la mortalidad de niños menores de 5 años un 47% entre el 2000 y el 2019 (de 9,7 millones de muertes a 5,2 millones), según datos de un estudio publicado en septiembre de 2021 en ‘The Journal of Infectious Diseases’. Pese a ello, durante la última década se vivió un estancamiento de las tasas de vacunación, con un retroceso histórico durante la pandemia que no se había observado en los últimos 30 años. En 2021 el porcentaje de niños que recibieron tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP) cayó cinco puntos porcentuales entre 2019 y 2021, hasta el 81%. Un total de 24,4 millones de niños no fueron vacunados, y 18,1 millones no recibieron ninguna dosis.
En 2022 los servicios de inmunización no llegaron a 20,5 millones de menores, de los cuales 14,3 millones fueron niños de dosis cero
El nuevo informe de la OMS y UNICEF con datos de 2022 muestra, tras una tendencia negativa, una mejora de los datos de inmunización. Más de 4 millones de niños más que el año anterior fueron vacunados. Los servicios de inmunización no llegaron a 20,5 millones de menores, de los cuales 14,3 millones fueron niños de dosis cero. Cifras que reflejan la mejora con respecto a los años de la pandemia, pero que todavía están lejos de las cifras de 2019, cuando 18,4 millones de menores que no completaron el programa, y 12,9 millones sin ninguna dosis.
Son datos “alentadores”, como ha expresado el Dr.Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS, que suponen “un tributo a aquellos que han trabajado tan duro para restaurar los servicios de inmunización que salvan vidas después de dos años de disminución sostenida en la cobertura de inmunización”.
DESIGUALDAD E INEQUIDAD
Como señalan desde la OMS, actualmente se están viviendo las primeras etapas de recuperación en la inmunización mundial. A nivel global, se consiguió vacunar con las tres dosis de la DPT (DPT3) al 84% de la población diana, tres puntos porcentuales más alto que en 2021, aunque dos más bajo que en 2019. De una sola dosis se alcanzó el 89% en 2022, muy próximo al 90% de 2019. En el caso concreto del sarampión, no se está viviendo una recuperación tan buena, con 35,2 millones de niños en riesgo de infección y el 83% vacunados de la primera dosis, tres puntos por debajo del año prepandemia.
Hay un tinte especialmente positivo en lo conseguido este año. Por primera vez la cobertura de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) superó los niveles previos a la pandemia, aunque las tasas del 67% de cobertura en países de altos ingresos y del 55% en los estados de bajos y medios ingresos están muy por debajo del objetivo de alcanzar el 90%.
De los 73 países que registraron disminuciones sustanciales en la cobertura durante la pandemia, 34 se han estancado o continúan disminuyendo
Estas tasas de recuperación, sin embargo, no se dieron por igual en todos los países, lo que refleja, según valoraciones de las instituciones mundiales, “desigualdades severas y persistentes”. La mayoría de los países de bajos ingresos están viviendo una recuperación más lenta, o incluso disminuciones continuas. Según los datos recabados, de los 73 países que registraron disminuciones sustanciales en la cobertura durante la pandemia, 15 se recuperaron a los niveles previos a la pandemia, 24 están en camino a la recuperación y, lo que es más preocupante, 34 se han estancado o continúan disminuyendo.
Mientras que en el sur de Asia sí se ha vivido unas mejoras graduales y continuas en la cobertura, regiones como América Latina y el Caribe sufrieron caídas prolongadas, y el continente africano se encuentra, a su vez, rezagado en la recuperación. La cobertura de la vacuna DTP3 en los 57 países de bajos ingresos apoyados por la Alianza de Vacunación Gavi aumentó al 81% en 2022, un incremento considerable con respecto al 78% de 2021, y la cantidad de niños con dosis cero que no reciben las vacunas básicas también se redujo en 2 millones en estos países. Sin embargo, el aumento en la cobertura de DTP3 en los países que implementan Gavi se concentró en los países de ingresos medianos bajos, y los países de bajos ingresos aún no han aumentado la cobertura.
Por su parte, la Región Europea de la OMS ha incrementado su cobertura media hasta alcanzar en 2022 una tasa del 94% de menores con la DTP3 y un 93% con la primera dosis de la vacuna del sarampión. Fueron 300.000 niños los que no recibieron el año pasado ninguna de las vacunas programadas para su primer año de vida en esta zona del mundo. Ahí también se han producido importantes desigualdeades, debido a que 27 de los 53 países de la Región aún no han vuelto a su nivel de cobertura de DTP3 de 2019.
“Detrás de la tendencia positiva hay una grave advertencia”, indica la directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Hasta que más países reparen las brechas en la cobertura de inmunización de rutina, los niños de todas partes seguirán en riesgo de contraer y morir por enfermedades que podemos prevenir. Los virus como el sarampión no reconocen fronteras. Se deben redoblar los esfuerzos con urgencia para recuperar a los niños que no se vacunaron, al mismo tiempo que se restablecen y mejoran aún más los servicios de inmunización desde los niveles previos a la pandemia”, concluye.