La vacunación contra el herpes zóster, fundamental para proteger a los adultos mayores

El riesgo de desarrollar herpes zóster aumenta con la edad y alcanza el 30-50% en las personas mayores de 85 años. En un tercio de los casos, evoluciona en una neuralgia postherpética y la vacunación se erige fundamental en la prevención.

Vacuna (Foto. Freepik)
Vacuna (Foto. Freepik)
Ángel Luis Jiménez
25 febrero 2022 | 00:00 h

La vacunación se ha posicionado a lo largo de nuestra historia como uno de los grandes aliados en la prevención de enfermedades y la reducción de sus posibles secuelas. La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha reforzado el importante papel que desempeñan a la hora de salvaguardar la salud pública.

El pasado 25 de marzo la Ponencia de Programa y Registro de Vacunación del Ministerio de Sanidad aprobaba una serie de recomendaciones relativas a la vacunación en España contra el herpes zóster. Un importante paso en términos de vacunación a lo largo de la vida en nuestro país.

A pesar de que nos encontramos ante una enfermedad que reporta una baja tasa de mortalidad, se erige como una importante carga para la sociedad. Por un lado, los gastos directos ocasionados por la enfermedad derivan principalmente de la asistencia sanitaria (Atención Primaria, consultas especializadas, ingresos hospitalarios) y las prescripciones farmacológicas. Los costes indirectos están fundamentalmente relacionados con la pérdida de productividad en los pacientes más jóvenes y de los cuidadores en el caso de los pacientes más mayores.

En España, más del 90% de las personas adultas han presentado infección por VVZ (virus de la varicela zóster) y, por lo tanto, pueden desarrollar herpes zóster. El riesgo de desarrollar herpes zóster aumenta con la edad y alcanza el 30-50% en las personas  de 85 años de edad y en adelante. También hay mayor riesgo de padecer la enfermedad en personas inmunodeprimidas.

En un tercio de los casos, la infección evoluciona en una neuralgia postherpética, que puede llegar a ser muy dolorosa, prolongada en el tiempo y difícil de tratar, generando mucho temor en los pacientes debido al sufrimiento que les ocasiona

En España, actualmente, existen dos vacunas autorizadas frente al herpes zóster (HZ), pero no se recomienda la vacunación ni en la infancia ni en adultos sanos de acuerdo a la información recogida por el Ministerio de Sanidad. Si se recomienda en los casos depersonas inmunodeprimidas: trasplantados precursores hematopoyéticos, trasplantados de órgano sólido o en espera del mismo, personas con VIH y aquellas con tratamiento con fármacos anti-Jak, al comprobarse que reduce significativamente la incidencia de la enfermedad.

IMPORTANTE CARGA PARA LA SOCIEDAD

De acuerdo a los datos aportados por el estudio “Carga económica directa de enfermedades prevenibles por vacunación en el adulto mayor en España”, cuatro enfermedades prevenibles mediante vacunación suponen un coste solo en consultas de Atención Primaria, hospitalizaciones e interconsultas de más de 134 millones de euros al Sistema Nacional de Salud (SNS). El herpes zóster supone el 16% de ese coste que completan la enfermedad neumocócica (44%), la gripe (40%) y la tosferina (0,1%, aunque los expertos alertan de que está infradiagnosticada).

A nivel europeo, la incidencia anual de HZ en la población general se sitúa entre 2 y 4,6 cada 1000 personas por año, aumentando con la edad y está asociada a situaciones que afectan a la inmunidad celular, como son enfermedades autoinmunes, neoplasias, tratamientos inmunosupresores o determinadas enfermedades crónicas, como la diabetes mellitus, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma. La incidencia del herpes zoster en la población general española se sitúa entre 3 y 5 casos por cada 1.000 habitantes y año, cifra que se multiplica por seis en las personas que padecen una hemopatía maligna (31 casos por 1.000 personas/año), hasta llegar a los 160 casos por 1.000 habitantes/año en pacientes que se han sometido a un trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH).

En un tercio de los casos, la infección evoluciona en una neuralgia postherpética, que puede llegar a ser muy dolorosa, prolongada en el tiempo y difícil de tratar, generando mucho temor en los pacientes debido al sufrimiento que les ocasiona.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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