La vacunación es el arma para prevenir complicaciones en numerosas enfermedades. Ejemplo de ello es la vacuna hexavalente que protege frente a la difteria, el tétanos, la tosferina, la hepatitis B, la Haemophilus influenzae B y la poliomielitis. Aunque todas estas enfermedades presentan sus riesgos, la tosferina se caracteriza por brotes epidémicos recurrentes cada tres o cinco años en España. Es por esto por lo que los especialistas insisten en la inmunización, al tratarse de una patología que puede ser particularmente peligrosa, especialmente en los primeros meses de vida.
Además de esta vacunación, la inmunización en embarazadas también juega un papel esencial. Se trata de la vacuna trivalente, que protege frente a la difteria, el tétanos y la tosferina, y que también se emplea como segunda dosis en niños de seis años, según explica el Dr. Fernando Moraga-Llop, pediatra, portavoz y vocal sénior de la Asociación Española de Vacunología (AEV). “Es la misma vacuna, pero en embarazadas tiene menos carga antigénica”, comenta en una entrevista a ConSalud.es.
“Hay que aspirar a la excelencia. A los pediatras y vacunólogos nos gustaría llegar al 95%”
Sin embargo, y a pesar de disponer de medios para alcanzar la inmunidad, cabe preguntarse si las coberturas vacunales son las esperadas. “En España, una media del 85% de las embarazadas se vacuna”, puntualiza el experto. “Pero todavía hay margen de mejora”, señala. “Hay que aspirar a la excelencia. A los pediatras y vacunólogos nos gustaría llegar al 95%”, insiste el experto.
“No debemos olvidar que la vacunación en niños no empieza hasta los dos meses de edad”, recuerda el portavoz de la AEV. Y son precisamente en estos dos primeros meses en los que el niño está protegido gracias a la vacunación de la madre. “Vacunando a las embarazadas conseguimos transmitir anticuerpos al recién nacido”, destaca.
A esto se añade la importancia de una vacunación a tiempo. En este sentido, el experto hace hincapié en la inmunización, al menos, quince días antes de la vacunación. Por esto, se recomienda que las mujeres reciban su dosis entre las semanas 27 y 36 de gestación, ya que a partir de esta última semana, “es posible que la mujer sufra un parto prematuro y, por tanto, el niño no esté inmunizado”.
Por otra parte, si hablamos de los niños con edades comprendidas entre los dos, cuatro y once meses, la situación es un poco diferente. “Hay buenas coberturas vacunales. Entre el 90 y el 95%”, indica el pediatra. Aunque hay que tener en cuenta que esta situación dependerá de las comunidades. “Algunas están mejor que otras”, asevera el experto.
"Estamos alrededor del 80% y, algunas comunidades, están por debajo de este porcentaje"
No ocurre lo mismo en el grupo de seis años. Según cuenta Moraga-Llop, este grupo de edad tiene “mala cobertura vacunal. Estamos alrededor del 80% y, algunas comunidades, están por debajo de este porcentaje”. Por tanto, en la segunda dosis de recuerdo, hay un margen de mejora mucho mayor. Y esta situación, puede tener extrema peligrosidad, ya que se trata de una enfermedad con alta contagiosidad. “Debemos alcanzar coberturas del 95% para tener a la población bien protegida”, matiza.
Aunque existen programas de vacunación, no hacen posible la erradicación completa de la tosferina a corto plazo. Sin embargo, seguir promoviendo la vacunación puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de la enfermedad, especialmente en los lactantes. La difusión de información sobre casos graves y fatales de tosferina en lactantes resalta la necesidad continua de mejorar las tasas de vacunación y garantizar que las mujeres embarazadas reciban la información adecuada sobre la importancia de la vacunación.