La vacunación antigripal es la forma más efectiva de prevenir la infección y sus complicaciones. Y es que, aunque disponemos de medicamentos antivirales para tratar la gripe, los virus pueden volverse resistentes a estos fármacos.
El virus de la gripe puede afectar a todas las personas, pero hay determinados grupos que tienen más riesgo de infectarse y de sufrir complicaciones como son los mayores de 65 años, las embarazadas, las personas con enfermedades crónicas y los profesionales sanitarios; así como los niños, especialmente los prematuros de entre seis meses y dos años. A todos ellos va especialmente dirigida cada año la campaña de vacunación antigripal del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social el cual, para esta temporada, se ha fijado los objetivos de cobertura vacunal del 65% en las personas de edad igual o superior a los 65 años y del 40% tanto en embarazadas como en personal sanitario.
Para alcanzarlos, los expertos insisten en la necesidad de incrementar la labor de concienciación sobre la importancia de la vacunación antigripal. En esta línea, la coordinadora nacional del Grupo de Trabajo de Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Esther Redondo, opina que “muchas veces creemos que la gripe es una enfermedad que se cura sola en 7 días y que como mucho te tiene en cama tres días, pero no es así”. Y añade: “Pudiera ser así en una persona adulta, joven y sana; pero en una persona con una enfermedad crónica de base o con una determinada edad, la gripe pudiera tener unas consecuencias muy graves”.
La OMS recomienda el uso de la vacunación antigripal tetravalente en lugar de la trivalente, ya que ofrece una protección más amplia
Y es que la gripe supone un gran problema de salud pública que puede ser causa de enfermedad grave y muerte -especialmente en las citadas poblaciones de riesgo-, ya que puede presentar complicaciones como bronquitis o neumonías. “Además, ahora sabemos que el padecer una gripe aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular”, apunta Redondo. De hecho, se estima que, en España, la gripe es responsable de hasta 50.000 hospitalizaciones anuales y causante de un promedio de entre 8.000 y 14.000 muertes al año, la mayoría en mayores de 65 años.
Con estos datos sobre la mesa, la coordinadora nacional del Grupo de Trabajo de Actividades Preventivas de SEMERGEN asegura que “sin duda alguna, la única forma, y la más eficaz, para prevenir la enfermedad es la vacuna” ya que “ahorra no solo casos de gripe, sino lo que es más importante, ahorra hospitalizaciones, casos graves y muertes”.
En España, la gripe es responsable de hasta 50.000 hospitalizaciones anuales y causante de un promedio de entre 8.000 y 14.000 muertes al año
En este sentido, desde la temporada pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de la vacunación antigripal tetravalente en lugar de la trivalente, ya que ofrece una protección más amplia. Una recomendación que Esther Redondo comparte: “es la mejor opción”, asegura. “Sobre todo porque la vacuna trivalente solo contiene una cepa del virus B, que cada vez es más divergente: el virus B tiene dos subtipos diferentes que cada vez son más diferentes el uno del otro. Además, es muy difícil predecir si va a circular el B de un tipo o el B del otro y, por lo tanto, qué cepa B hay que incluir en la vacuna trivalente”, explica.
Por lo contrario, las vacunas antigripales tetravalentes contienen las 2 cepas del virus de tipo A (los subtipos H1N1 y H3N2) que también contienen las trivalentes y dos cepas del virus tipo B (Victoria y Yamagata). Es decir, “aporta un plus de eficacia en la vacunación antigripal”, afirma la experta de SEMERGEN.
EL 85% DE LAS VACUNAS ADMINISTRADAS EN ESPAÑA SON TRIVALENTES
En cuanto a los datos, por el momento, de 33 países europeos solo en seis, incluido España, las vacunas antigripales tetravalentes no son el estándar de protección: el 85% de las vacunas antigripales administradas en España son trivalentes.
Pese a ello, la coordinadora ha subrayado que este año ya se está utilizando en muchas comunidades autónomas de nuestro país, y “a futuro, en un año o año y medio a lo sumo, la vacuna tetravalente va a ser la vacuna que se utilice en todas”.
Además, el uso de la vacuna tetravalente en lugar de la trivalente también permitiría reducir la carga socioeconómica sustancial para la sociedad en términos de recursos sanitarios destinados a su atención que constituye la gripe. Una carga que, en España, se calcula que supone un gasto de 250 millones de euros al sistema Nacional de Salud: se estima que genera 1,3 millones de consultas médicas al año, así como 140.000 visitas a urgencias hospitalarias. Con la tetravalente, la carga económica que podría evitarse en nuestro país sería de 21 millones de euros de costes directos y tres millones de costes indirectos.
Los profesionales sanitarios tienen tres motivos por los que vacunarse “sí o sí”
La doctora también hace referencia a la reticencia por parte de los profesionales sanitarios para ponerse la vacuna antigripal. Un recelo que, a su parecer, es fruto del “desconocimiento”: “Más allá de que no gusta especialmente porque se tiene que repetir cada año, muchos profesionales creen que por estar en contacto con el virus adquieren la inmunidad de una manera natural y nada más lejos de la realidad: por estar con un paciente en lugar de estar más protegidos, al contrario, estamos más expuestos”, reitera.
Para la doctora, “como profesional sanitario, tienes tres motivos por los que te tienes que vacunar sí o sí”. El primero, “no contraer la enfermedad -un motivo egoísta-“; el segundo, “dar ejemplo a los pacientes”, una razón que Esther Redondo considera “muy importante”; y el tercero, “y más fundamental de todos”, subraya, “no convertirte en un vector de transmisión”.